El rollo hawaiian is over, queridos. Y no. No lo decimos solo porque el verano nos diga ya «bye, bye» desde la esquina o porque nos quemen las córneas cada vez que vemos ya a alguien con un print hawaiano. El rollo hawaiian is over porque uno de sus grandes embajadores (con permiso del Tom Selleck de «Magnum«), la gran sensación de la nueva moda londinense Maarten van der Horst, ya lo ha superado. Van der Horst, que era todo colorinchis y palmeras de rama gorda cuando se presentó en sociedad en la London Fashion Week en 2011, se ha pasado al lado oscuro y desde hace ya un tiempo ha cambiado el sol y la arena por el blanco y el negro más radicales. Quizá contagiado por la ola punk que está agitando los derroteros modiles (blame it on MET), o quizá aburrido, como nosotros, de ver el rollo por todas partes (who knows). La cuestión es que, si en su momento hizo del hawaiian look su bandera y lo trasladó en formato low cost a su primera colaboración para Topshop (que, por cierto, allende nuestras fronteras voló de las tiendas en pocas horas), ahora hace lo propio con su nueva inspiración y repite con el gran retailer británico que ha puesto ya a la venta el resultado de este curioso pero lógico affaire.
Con un aire muy street, ponible y que fácilmente provocará en las compradoras la irresistible sensación de «mierda, lo quiero todo«, el diseñador apuesta fuerte por ese rollo pijopunky que tanto vamos a ver esta temporada, pero le da un giro aplicándole brillos y metalizados a gogó. Las líneas son simples (vestidos asimétricos, camisas, pantalones de pitillo, shorts de cuero) pero se visten de un sugerente brillibrilli en color plata. El resultado es bastante molón e impactante con esos salpicotes de pintura y esa gráfica de grupo metalero de tres al cuarto, así que solo nos queda cruzar los dedos para que esta colección cápsula llegue a los Topshops de nuestro país y no solo se venda en ese Xanadú de la moda low cost que es su flagship store de Oxford Street.