LUH es el proyecto nacido de las cenizas de los añorados WU LYF… ¿Conseguirá esta vez Ellery James Roberts no ser arrasado por su propio hype?
¿DE DÓNDE SALEN? De las cenizas de WU LYF, aquella enigmática banda de indie-rock mutante de Manchester que llamó la atención hace un lustro con su ópera prima y único álbum publicado, “Go Tell Fire To The Mountain” (LYF, 2011)… Aunque sus tensiones internas y los maliciosos efectos del hype provocaron su prematura disolución en 2012. Con sus rescoldos aún humeantes, su vocalista Ellery James Roberts empezó a esbozar algunas composiciones personales que, tarde o temprano, deberían dar pie a un hipotético proyecto en solitario.
Pero en esto que un flechazo amoroso atravesó su corazón y su plan comenzó a cambiar sin que él todavía lo supiera: en una fiesta doméstica conoció a la artista visual holandesa Ebony Hoorn, con la que enseguida inició una relación sentimental y, dos años después, en 2014, también musical. Roberts se encontraba trabajando en uno de sus temas y propuso a Hoorn cantar en él. El resultado fue tan satisfactorio al comprobar cómo empastaban sus voces (la de él, rasgada y abrumadora; la de ella, como de porcelana, delicada por fuera pero firme por dentro) que decidieron avanzar en perfecta unión como LUH, acrónimo de Lost Under Heaven.
La espiritualidad de su nombre y el magnetismo de su conexión romántico-emocional ofrecen pistas sobre la esencia y el tono de su discurso sonoro y lírico, claramente definido por la pareja desde el principio con “Unites”, primera composición oficial de LUH y descrita por ellos mismos como “una canción de amor para tiempos modernos” muy próxima al libro de estilo de The xx, aunque convenientemente dramatizado. A partir de ahí comenzaron a dar forma a su álbum de debut, el apropiadamente titulado “Spiritual Songs For Lovers To Sing” (Mute, 2016), grabado en un estudio alejado del mundanal ruido en la isla británica de Osea junto a The Haxan Cloak, productor de un repertorio de por sí solemne al que añadió profundidad y gravedad.
NOS TIENEN TÓ LOCOS PORQUE… En su particular concepción del synth / tecnopop aderezado con gotas de rock (gótico) colisionan de una manera especial el ansia por iluminar y expandir sus espacios sonoros y el gusto por cubrirlos con sombras, como si en cada canción quisieran demostrar que es posible alcanzar la luz desde la oscuridad. Así lo manifiesta el corte que avanzó y abre “Spiritual Songs For Lovers To Sing”, “I&I”, que presenta una estructura minimalista sustentada en notas de piano y en las voces de Roberts y Hoorn y que acaba estallando entre sintetizadores épicos y bajos retumbantes.
Esta grandilocuencia también se aprecia -en su máxima extensión- en “Beneath The Concrete” (con percusión tribal a lo Woodkid), “Someday Come”, “Lost Under Heaven” (que absorbe ecos de WU LYF) o “Lament” (un auténtico grito entre sintes catedralicios). Con todo, este álbum también cuenta con momentos de contención e introspección (“Future Blues” o “Here Our Moments Ends”, punteadas con evanescentes acordes eléctricos), que rebajan tanta intensidad sónica y vocal. Mención aparte merece “$ORO”, desparrame de Auto-Tune, EDM y, en su fase culminante, de bombo hardcore.
PREDICCIÓN DE FUTURO. Esperemos que, esta vez, Ellery James Roberts, con la inestimable ayuda de Ebony Hoorn, sea capaz de alargar en el tiempo la trayectoria de LUH y no acabe antes de lo esperado su nueva aventura. Al menos, ya posee la experiencia vivida con WU LYF para evitar las consecuencias negativas del hype. Algo con lo que quizá ya esté lidiando dada la atención que está generando “Spiritual Songs For Lovers To Sing”, un trabajo tan apasionado, penetrante y, por momentos, desbordante que puede levantar cualquier alma en pena a punto de caer al vacío.
DOS Y DOS SUMAN CINCO. Luz + oscuridad + épica bigger than life + romanticismo moderno = LUH
MÁS EN… su Facebook y su SoundCloud.
MIRA… “Beneath The Concrete”