Después de liarla bien parda en The Big Stereoparty, Los Fresones Rebeldes anuncian que su reunión contará (por lo menos) con una actuación más…
Uno de los pelotazos más tremendos que pegó el cartel de esa The Big Stereoparty con la que Subterfuge celebreba su 25 Aniversario tomando por completo el Día de la Música fue, sin lugar a dudas, la reunión de Los Fresones Rebeldes… Era una ocasión ideal para retomar una de esas bandas que mejor supo tomar el añorado tonti-pop y darle un buen meneo a base de ironía y de diversión desprejuiciada. Hedonismo en versión pop, vamos. También era una ocasión ideal para re-encontrarnos con una versión de nosotros mismos más jóvenes, menos descreídos, con mucha más fe en algo tan sencillo pero tan poderoso como que el pop puede salvarte la vida. Y, como no podía ser de otra forma, la reunión de Los Fresones Rebeldes fue uno de los actos más intensos de The Big Stereoparty. A la mañana siguiente, sobrellevando la resaca, llegaría la gran pregunta: ¿esta reunión se iba a quedar tan solo en una única actuación?
Por suerte para todos, no. Nos remitimos al enigmático pero precioso texto de Felipe Fresón que ha hecho circular Subterfuge al respecto: «Una reunión es tener la oportunidad de volver a tocar unas canciones que te emocionan, dejando en el pasado los problemas que condujeron a la desunión. ¿Vamos a tocar más, mucho más, estamos en activo? Ni idea, somos libres y mientras nos pongamos de acuerdo, podemos llegar adonde queramos o dejarnos llevar por el destino. De momento, estamos en ello. Entre decidir que te reúnes y ejecutarlo en directo, pasan semanas de incertidumbre, introspección, discernimiento, búsqueda de «la magia» que no llega… hasta que pones los amplis al 11 y todo fluye otra vez. –Miguel, en una palabra, ¿qué significa para ti esta reunión? -Mucho. Los Fresones Rebeldes están aquí otra vez«. Será el próximo sábado 1 de noviembre cuando, en compañía de Pantones, Los Fresones Rebeldes ofrezcan la segunda actuación de su reunión en el Ochoymedio (Sala But) de Madrid. A partir de aquí, todos somos libres de soñar.