Los Fresones Rebeldes actuarán en Barcelona y Madrid los días 15 y 16 de enero… ¿Qué mejor forma de preparar el terreno que charlando con ellos?
En 1997, yo tenía 12 años… Y ese fue el año en el que Los Fresones Rebeldes sacaron su primer disco «Es Que No Hay Manera» (Subterfuge, 1997). La canción «Al Amanecer» fue como un subidón de adrenalina, azúcar en vena para curar cualquier tristeza. Gritar «yo tengo derecho a ser feliz» era un desahogo de los dilemas existenciales propios de la adolescencia y los dramas sobredimensionados de aquella etapa y, cuando sonaba en la discoteca de tarde a la que iba, me volvía loca. Muy loca. Y me sigo volviendo loca ahora, cuando ya se supone que ya me he convertido en una persona adulta.
Más tarde llegarían «¿Por qué me tengo yo que enamorar?«, «Medio Drogados«, «Suave» y tantas otras… Y si te sientes identificada (o identificado) con lo que acabo de contar en primera persona, seguro que te ha hecho mucha ilusión que un grupo como Los Fresones Rebeldes haya vuelto para ofrecernos el directo que nos perdimos en su momento por ser menores de edad. Aun así, si resulta que entonces tenías la edad adecuada para verles y «Al Amanecer» se convirtió en un himno generacional para ti, seguramente hayas recibido con los brazos abiertos su vuelta. Al final, todos salimos ganando.
Hay que tener valor para llamar a tu grupo Los Fresones Rebeldes y que además trascienda en la historia de la música española. Me reúno con Inés Bayo (voz), Cristina Segura (bajo y voces), Sergi Farregut (batería), Miguel López Blanco (teclados y casiotone) y Joaquín Felipe Spada (guitarra), quienes explican el origen de un nombre tan variopinto: «A principios de los años 80 se llevaban los nombres de grupos muy largos, como Mari Cruz Soriano y Los Que Afinan Su Piano, Johnny Juerga y Los Que Remontan El Pisuerga, Tarzán y Su Puta Madre Buscan Piso En Alcobendas… Y a mí se me ocurrió que, si un día tenía un grupo, le pondría El Tribunal De La Fruta Contra Los Rresones Rebeldes. Cuando ya tuve una banda, pensé que el nombre era demasiado largo y decidí acortarlo a Los Fresones Rebeldes, pero el resto del grupo no me dejó utilizarlo y acabamos llamándonos Los Canguros. Después conseguí convencer a los integrantes de lo que sería Los Fresones para llamarnos así… Y aquí estamos«.
Las letras de la banda son inocentes, hablan de amor, de desamor, pero también hay lugar para el humor incisivo disfrazado de candidez. La mayoría de las letras han sido escritas por Felipe y por Miguel, aunque Cristina también es autora de alguna canción. En toda su discografía del grupo llama la atención un tema llamado «El Día En Que 200 Periodistas Vinieron A Vernos» (escrita por Miguel, el responsable de las canciones más irónicas) porque parece que se rían de sí mismos o se metan con cierto tipo de prensa. Felipe lo explica todo: «Esta canción viene porque una vez tocamos dos días en la sala Sol y pasamos una lista de puerta bastante generosa. Desde la discográfica nos dijeron que iban a venir a vernos 200 periodistas y que no podíamos tener una lista tan amplia porque, si no, no se iba a vender ninguna entrada. Ya conocemos a los periodistas: en los festivales, la mayoría no va a ver a ningún grupo que toque antes de las 21h porque tienen que recuperarse de la moña del día anterior. Cada tribu tiene sus tics. Total, que al final no había 200 periodistas y, si los había, estaban en la barra. No éramos de la crítica entonces. Con el tiempo les hemos conquistado un poco más… Gente a la que en ese momento no les gustábamos ahora hace buenas críticas de nosotros. En la época éramos un grupo más de la gente«.
Y, hablando de la crítica y de la prensa, muchos periodistas acuñaron el término tonti pop para referirse al estilo de Los Fresones Rebeldes y otros grupos de su generación: «El término apareció muy hacia al final. Nos habían llamado acné pop, chochorri pop en la revista Primera Línea, piruleta pop… De hecho, este último tenía más sentido porque tirábamos piruletas en algunos conciertos. La revista Ajoblanco, en una de sus secciones, decía que «el tonti pop es más tonto que una alpargata» hablando de nosotros y, al cabo de unos meses, Ajoblanco cerró… Pero nosotros seguimos durante más tiempo«. Inés apostilla que Ajoblanco ha vuelto a abrir, y Felipe exclama «Pues aquí estamos para lo que sea«.
A continuación, es el mismo Felipe el que sigue a vueltas con el tonti pop: «A mí, personalmente, me hizo gracia. Cantábamos sobre tonterías, no siempre, a veces, y no nos daba ninguna vergüenza. No usábamos el inglés para tapar que estábamos cantando sobre tonterías. A mí, en ese sentido, el término me gustó. Una vez también recuerdo que una persona llamó al programa de Ordovás y dijo que éramos música para colonias con monitores ‘magreantes’, algo de muy mal gusto. Nos habían dicho tanto de todo, que lo de tonti pop fue bastante suave«. Cris sigue en esta línea: «Sí que había una manía de etiquetar. El mismo sello Subterfuge nos etiquetó como acné pop en una Stereoparty. Tocamos Selenitas, Undershakers y Fresones Rebeldes, que en aquella época éramos los grupos más jóvenes«. Y Felipe da por zanjado el tema de las etiquetas: «Yo pasé una época terrible de acné, así que esa etiqueta no me gustaba nada. Lo de piruleta pop no estaba mal porque, a veces, a final de mes eso era lo que comíamos: piruletas, arroz y Whoppers a 100 pesetas«.
Con solo dos discos y un recopilatorio a sus espaldas, Los Fresones Rebeldes decidieron separarse en el 2003. Cristina es la primera en hablar sobre este tema: «Después del segundo disco estuvimos haciendo muchos conciertos, y había parte del grupo al que le gustaba menos todo eso de estar en la carretera, de aquí para allá. Para otra parte del grupo, la formada por Felipe y Cristina, eso era lo que más nos emocionaba. Y ahí no había un enfado ni mucho menos, pero sí un tira y afloja en el que unos querían más y otros menos. En su momento, ya tocaba componer canciones para un tercer álbum, porque ya habíamos explotado todas las canciones de los dos primeros discos, pero a mí me salió un trabajo para unos meses en Suiza. El resto me prometieron que iban a ensayar y que cuando yo volviera habría material, pero a mi regreso sólo habían quedado una vez y no se había hecho ninguna canción«. Y Felipe mata el tema: «Yo creo que, después de ese no parar, cada uno pensó para sus adentros: qué tranquilito estoy ahora. Por mi parte, también me puse a tocar con otros grupos, y me sentía más a gusto. Y, sobre todo, es que no teníamos canciones nuevas: si llevas dos años tocando las mismas canciones y no sale nada nuevo, es que la cosa igual ya no da más de sí. Yo fui el primero en tomar la decisión, pero los demás también pensaron un poco lo mismo, cada uno a su manera«.
Años después, Los Fresones Rebeldes no sólo han vuelto, sino que han demostrado que, aunque las canciones tengan unos cuantos años, siguen vivas en el recuerdo de sus fans. Cristina explica el por qué de esta reunión: «Volvimos porque Subterfuge nos insistió mucho. Felipe lo veía imposible y yo dije: ¡Hay que ir a todo! El objetivo era hacer un único concierto, porque ya fue difícil encontrar un día de ensayo: nadie quería comprometerse más allá de aquella única actuación en los 25 años de Subterfuge en Madrid, excepto Felipe y yo«. Felipe matiza lo que vino después de aquella primera actuación: «A partir de ahí, nos surgieron más conciertos, con ofertas irresistibles, pero todo fue sobre la marcha. Salió un bolo más en Madrid, otros por España y, al final, salió la gira en México. Allí se habían enterado de la reunión y tenían interés en vernos tocar. Fue increíble porque resulta que, unos años después de disolvernos, hacia el 2005 o 2006, alguien introdujo nuestra música en México: empezó a sonar en emisoras alternativas y nos convertimos, sin saberlo, en un grupo de culto. Cuando fuimos, teníamos hasta tienda ‘oficial’ de merchandising y estábamos en miles de puestos de música pirateada, que es lo habitual allí. La experiencia de México ha sido increíble… ¡Hasta hemos ganado dinero! Y nos hemos hinchado a comer de todo sin sufrir la maldición de Moctezuma. Hemos vuelto sanos y salvos. En los conciertos nos hemos encontrado de todo, tanto gente joven como gente que ya nos vio en directo en su momento y a la que pensábamos que no veríamos nunca más porque ya tienen hijos y responsabilidades«.
«Al Amanecer» fue el hit que los hizo famosos y, como le ha pasado a muchos grupos, Los Fresones Rebeldes también podrían cansarse de tocar el hit más celebrado de su carrera. Pero no es así. Lo explica Felipe: «Jamás nos hemos cansado de tocarla en directo. Tenemos muy claro que es la que nos ha llevado a donde estamos y por todas partes, y estamos encantados de que nos la pidan«. «Personalmente, me lo paso muy bien y me gusta tocarla. No me canso«, añade Cristina. Sea como sea, en los planes de la banda no entra editar nuevo material de momento, por falta de tiempo y incompatibilidad con sus vidas, pero sí que aún queda algún concierto más en el que despedirnos de ellos como se merecen: bailando y cantando bien fuerte. [Los Fresones Rebeldes actuarán el 15 de enero en la sala Sidecar de Barcelona y el 16 de enero en la sala Ochoymedio Club dentro de la fiesta Stereoparty en Madrid]