Nuestra lista de los 10 mejores discos internacionales está coronada por un número 1 que será polémico… Y que merece ser explicado con claridad.
Os prometo que me he arremangado (#real) antes de ponerme a escribir este texto en el que ofrecer una explicación satisfactoria sobre la lista de los mejores discos internacionales de 2018 según Fantastic Mag… Porque sé que no va a ser fácil. Y no va a ser fácil porque esta lista viene coronada con una decisión que muchos de los colaboradores de la propia web consideran que es un error garrafal. Otros opinan que es tal y como debe ser. Yo entre ellos. Pero, precisamente por eso, se hace necesaria una explicación que dé sentido a lo que ya sabrás si, antes de leer este texto, has hecho scroll hasta el fondo de este artículo: el número 1 es «El Mal Querer» de Rosalía.
Y es que aquí confluyen dos factores para los que os pido que os pongáis precisamente bajo mi piel. El primero de esos factores es el hecho de que este año musical internacional no ha sido gran cosa: no hay lanzamientos de esos que han cambiado las reglas del juego. Tampoco hay sorpresas. Hay lo de siempre… Pero un poquito peor. De hecho, ni discos como «7» de Beach House, «So Sad So Sexy» de Lykke Li, «Singularity» de Jon Hopkins o «Double Negative» de Low, que son nuevas cumbres en las carreras de sus autores y que están convenientemente representados en esta lista, han conseguido forzar un consenso general en torno a su calidad intrínseca. También existen (más o menos) recién llegados que han dado sonoras campanadas como las de «Be The Cowboy» de Mitski o «Oil of Every Peral’s Un-inside» de Sophie, pero han sido campanadas de las que te hacen vibrar todo el cuerpo si estás cerca pero cuya onda expansiva todavía está por ver hasta dónde llega y llegará.
Esto nos lleva al segundo factor determinante: contra esta desgana de la escena musical, en España hemos tenido el fenómeno Rosalía. Como ya he repetido mil y una vez cada vez que he tenido ocasión de escribir sobre el tema (por ejemplo, en esta reseña de «El Mal Querer»), este es un fenómeno particularmente relevante por lo que tiene de reivindicación de un ADN personal e intransferiblemente patrio. Contra décadas de imitar lo que venía de fuera y, sobre todo, de considerar que cualquier manifestación cultural era «buena» si se ajustaba a los cánones de calidad de la cultura anglosajona, de repente Rosalía ha conseguido articular un discurso sonoro que solo podría haber nacido en nuestro país y en el que va trenzada gran parte de nuestra identidad cultural.
«El Mal Querer» de Rosalía ha creado un sonido totalmente nuevo, totalmente nuestro… y totalmente exportable. De repente, una artista española está triunfando fuera de nuestras fronteras sin imitar la música anglosajona y sin hacer que se nos caiga la cara de vergüenza al exportar los clichés más sangrantes de la cultura nacional. Dicho de otra forma: «El Mal Querer» abre una vía de modernidad que solo se podía abrir desde España pero que está convenciendo al mundo entero. Y por algo será.
Igual que Colombia debería lucir orgullosa los colores de las «Vibras» de J Balvin e igual que el sur de EEUU puede estar más que orgulloso de cómo Kacey Musgraves ha acercado el country al siglo 21 con su «Golden Hour«, dos discursos revisionistas que están representados también en nuestra lista, ¿por qué no íbamos a estar nosotros orgullosos de «El Mal Querer» de Rosalía? De hecho, más orgullosos todavía si tenemos en cuenta que J Balvin sublima (y hipsteriza) un reggeaton que ya existía antes de que él llegara a este juego y que las variantes del country son anteriores a la aportación de Kacey Musgraves, mientras que lo de Rosalía es algo sin precedentes, la creación de un sonido totalmente nuevo que surge a partir del encuentro de la música urbana que se está explorando en el mundo entero y el flamenco español.
Más que probablemente, el fenómeno de Rosalía acaba estimulando a muchas otras culturas no anglosajonas a explorar la música urbana desde sus tradiciones folclóricas. Y también es predecible que «El Mal Querer» abrirá muchas puertas hacia el mercado anglosajón de artistas españoles que, de repente, comprendan que no han de hacer concesiones a su propio discurso cultural para triunfar a nivel global. Así que, por todo ello, y por mucho que nuestro ascendente Virgo (y el vuestro también) nos diga que Rosalía debería ir en la lista de discos nacionales porque, fundamentalmente, es española, es el momento de dar la cara y afirmar que, sí, por una vez, lo mejor que ha ocurrido en el mundo de la música en el año presente ha sido algo que ha ocurrido dentro de nuestras fronteras. No ocurre a menudo, así que abracemos el fenómeno tal y como merece. [Raül De Tena] [COLLAGE: Gabri Guerrero]
10. «Singularity«, de Jon Hopkins
9. «Oil of Every Pearl’s Un-insides«, de Sophie
8. «Be The Cowboy«, de Mitski
7. «So Sad So Sexy«, de Lykke Li
6. «On«, de Altın Gün
5. «Double Negative«, de Low
4. «Golden Hour«, de Kacey Musgraves
3. «Vibras«, de J Balvin
2. «7″, de Beach House
1. «El Mal Querer«, de Rosalía