«Ucronia», la colección de Miquel Suay para el próximo otoño / invierno 2015-16, está protagonizada por un hombre futurista vista desde los ojos de los años 50.
Nadie duda ahora mismo que estamos viviendo el punto álgido del enamoramiento de la pasarela con el active wear (y, por si te acabas de caer de un guindo, resulta que «active wear» es como llamamos ahora a la ropa de deporte técnica de toda la vida). Tampoco duda nadie que en cuanto Beyoncé lance la línea de active wear que está diseñando para Topshop, será el momento de aplicar el «si te he visto no me acuerdo» que siempre nos funciona en el mundo de la moda porque, básicamente, ni tenemos ni queremos tener memoria y siempre disponemos de nuevas tendencias con las que ilusionarnos.
Pero, bueno, no adelantemos acontecimientos. Si he metido semejante chapa en el párrafo de arriba al respecto del active wear es para venir a decir aquí y ahora que, si ha habido una colección que ha conseguido trenzar de forma particularmente acertada la elegancia clásica con el active wear de último cuño, esa ha sido precisamente la»Ucronia» de Miquel Suay. El mismo diseñador admite que su colección para el próximo otoño / invierno 2015-16 bebe directamente de la visión del futuro que se fraguó a mediados del siglo XX, que es precisamente cuando se establecieron las bases de toda la sci fi con la que hemos crecido y con la que seguimos creciendo desde entonces.
El resultado de esta exploración del futuro visto desde los ojos del pasado ha sido una colección dividida en diversos tramos. El primero de ellos es probablemente el más clásico e integrado: pantalones de pinzas combinados con suéteres entallados de formas geométricas y bloques de color cubistas que parecen surgidos de la mente de un androide intentar emular a Kandinski. A partir de ahí, «Ucronia» desarrolla varias líneas de ataque que, siempre a partir del color negro y de tonos profundamente oscuros, se dedican a entretejer una nueva realidad estética a partir de cortes clásicos de sastrería, nuevas siluetas deportivas y acabados finales de un pulcro minimalismo que resalta gracias a la utilización sintética de vistosos colores ácidos. El hombre del futuro, según Miquel Suay, va a tener mucho más estilo que el hombre del presente.