Pablo Erroz había prometido que su nueva colección presentada en 080 Barcelona Fashion, encarnaría el espíritu de la transición de los años 70 a los 80.
Tendemos a pensar en toda transición como un punto medio en el que los dos puntos, el que se abandona y el que se asimila, muestran una absoluta paridad. Y no. No tiene por qué ser así. De hecho, rara vez es así: toda transición es más bien un tira y afloja dramático en el que un actor preponderante se niega a abandonar el escenario mientras otro va empujándole desde los laterales… De esta forma, por ejemplo, la transición entre los años 70 y los 80 no puede entenderse como algo equilibrado, sino como una lucha de titanes en las que a ratos parece que va a ganar uno pero en la que al final gana otro.
Y si digo todo esto es porque, desde antes de que saliera su primera modelo a la pasarela del 080 Barcelona Fashion, Pablo Erroz ya había dejado bien claro que su colección para la próxima temporada de otoño / invierno 2016-17, titulada «Perception«, iba a encarnar precisamente ese espíritu de transición entre ambas épocas. Lo que pudimos ver sobre la pasarela, sin embargo, todavía tenía más de los 70 que de los 80… Y, aun así, fue un espectáculo profundamente gozoso y elocuente que tenía mucho que decir al respecto de la transformación de la moda más clásica, esa que se resiste a los avances del chandalismo ilustrado y del grito que proviene de la calle.
La mejor noticia que sobrevolaba «Perception» era, sin lugar a dudas, que no es necesario hacer concesiones a las tendencias urbanas del momento para resultar sorprendente, vibrante y seductor.
En «Perception«, de hecho, sorprende ver cómo, en contraposición a los joggers que aplican el pitillo al chandal, los bajos de los pantalones de sastrería se ensanchan, ofrecen vuelo, dejan respirar al tobillo desnudo y permiten que brillen unos subyugantes zapatos con tonos flúor. Las prendas de Pablo Erroz, por el contrario, no juegan al volumen exagerado ni a los tecnicismos forzados: puede que las tallas queden holgadas, pero las siluetas siguen manteniendo un dulce clasicismo que acaba por explotar en el borrego en cuellos y en los materiales cálidos. La mejor noticia que sobrevolaba «Perception» era, sin lugar a dudas, que no es necesario hacer concesiones a las tendencias urbanas del momento para resultar sorprendente, vibrante y seductor. Bravo por Erroz. [Más información en la web de Pablo Erroz]