Había muchas ganas de ver de nuevo a Manuel Cruzcastillo en el 080 Barcelona Fashion. Por todo lo leído y escuchado, se puede decir que el diseñador barcelonés es uno de los más queridos de esta pasarela, así que su nueva colección, «M.G«, que esta vez venía bajo su nombre completo y al margen de la marca Cruzcastillo en la que había trabajado con anterioridad, fue recibida con ganas y entre aplausos.
Manuel volvía al 080 con una colección compleja en su planteamiento pero que en la forma apostaba por el minimalismo más absoluto. Con «M.G«, Cruzcastillo quería representar un diálogo imaginario y nos dejaba entrar con delicadeza en la relación que mantuvo con su padre, nos quiso transmitir el cariño que sentía por él, lo mucho que le había influido a la hora de encarar su nuevo trabajo y lo mucho que lo echa de menos. «M.G» se inspiraba en la ropa que llevaba Manuel Gómez pero, a la vez que quería definir su propia identidad como hijo y como diseñador, también buscaba ahondar en la identidad del padre perdido después de una larga enfermedad. Y así vimos prendas donde mandaba la sencillez que apostaban por los colores neutros y por el blanco y el negro. Los tejidos utilizados transmitían cierta sensación de paso del tiempo y recordaban formas de estructurar las prendas de tiempos pasados en las que capas y capas envolvían a los modelos como si quisieran protegerlos del mundo y sus inclemencias. Los estampados corrieron esta vez a cargo de John Philip Sage, que supo respetar la emotividad de toda la colección pero que también les dio un carácter impactante que contrastaba con la sobriedad de toda la propuesta.
Una colección, en definitiva, que apostaba por el recuerdo y la emotividad y nos devolvió a uno de los diseñadores más necesarios de nuestra moda. Ojalá que no se vuelva a marchar.