Dicen que lo importante no es que hablen bien o mal, sino que hablen de ti. Las opiniones sobre los desfiles de las grandes marcas en el marco del 080 Barcelona Fashion siempre dividen a los asistentes y a la prensa: que si va bien que estén porque dan proyección y ayudan comercialmente y a nivel promocional, que si no mola porque se supone que el 080 es una pasarela de diseñadores emergentes (o, al menos, esa era su intención inicial)… Al final, todo el mundo acaba teniendo una opinión al respecto y el tema es caldo de discusiones entre desfile y desfile, en la zona de prensa y en las colas. Los desfiles de Mango no son una excepción, y eso que la presentación de temporada de la firma española siempre es uno de los acontecimientos más esperados y disfrutados (eso sí, aquí muchos a rajar pero todos a comer y beber de lo lindo en la fiesta posterior).
Aún así, el hecho de ser una gran firma y montar un buen sarao para los asistentes no les exime de merecerse alguna que otra colleja: Mango es la única marca que presenta la colección de la estación siguiente. Así, mientras nuestros jóvenes diseñadores se han roto los cuernos ideando sus colecciones del verano que viene, Mango venía con la colección del próximo invierno, que está a la vuelta de la esquina. Ya sabemos que aquí hemos venido a vender… ¡Pero no de forma tan descarada, oiga! Así, mientras esperábamos los colorinchis y los cortes refrescantes de días posteriores, Mango presentaba una línea para los días de frío muy inspirada en el punk ficticio y de postureo de la MET gala de este año y el rollo grungeta de zona de alta de LA en la que predominaban el siempre efectivo negro y el sempiterno y megasobado estampado tartán rojo (¿hasta cuándo?).
Se sucedieron prendas muy ponibles (como es habitual) en una colección poco arriesgada pero muy comercial que por momentos provocaba una decepcionante sensación de deja vú y de reciclaje. Y es que Mango es una firma que ha apostado doble en los últimos tiempos a la comunicación y el posicionamiento juvenil (contratando a bloggers de tirón como Gala González) pero nada al diseño. Se presentaron la colección de mujer (efectiva, elegante que combinaba una línea sport, otra más casual y una de fiesta… as usual), de H.E (con propuestas de hombre mucho más sobrias que las femeninas que volvieron loco al personal cuando las vestía Jon Kortajarena, ya más celebrity que modelo) y la primera colección de Mango Kids, el momento más divertido cuando un montón de niños desfilaron de la mano con globos blancos mientras el grupo Suite tocaba una versión del «Viva la Vida» de Coldplay.