Si hay una diseñadora que para nosotros representa totalmente el espíritu de lo que debería ser el 080 Barcelona Fashion (con permiso de nuestros idolatrados y amados Brain & Beast), esa es Krizia Robustella. La barcelonesa volvía a la pasarela que la vio triunfar en 2011 cuando ganó por partida doble el premio a la mejor colección de hombre y mujer. To-ma ya. Así, si en la edición de invierno tuvimos que disfrutar de sus «Black Gold Kings» en el Centro Aragonés (lejos del supuesto «glamour» de la pasarela oficial, aunque para nosotros un sitio mucho más divertido y acorde con el rollo de la diseñadora), hoy hemos visto su «Bananas is My Business» abriendo la jornada por todo lo alto, a ritmo de hip hop y alegrándonos la vista a primera hora de la mañana con una colección loquísima y veraniega a tope.
Dejando un poco de lado el rollo chandalero al que nos tiene acostumbrados, Krizia ha apostado por unos looks mucho más refinados (aunque sigue siendo fiel a esa esencia «sport deluxe» de la que ya es embajadora oficial) deconstruyendo el look años 50 y conviertiendo a sus modelos femeninas en pin-ups con un toque canalla, tropicalista y descaradamente seductor y vistiendo a sus hombres de desenfadados looks con estampado mantelero. Un tutti-frutti de color con gafas de Andy Wolf y sneakers de Nike donde los cuadros y las flores se fundían en colorinchis muy subidos: el amarillo canario, el rosa, el azul y el blanco han funcionado de increíble revulsivo al madrugón y nos han recargado las pilas para atacar frontalmente la primera jornada de desfiles. Y por si nos habíamos quedado con ganas de más de Krizia, el próximo día 17 presentará la segunda colección de «Paraíso«, la línea que tiene junto a David Méndez, en Studiostore. Krizia no para. Y que dure.