¿Cómo es el «Urban Warrior» que Georgina Vendrell ha presentado en el 080 Barcelona Fashion? Es un hombre poderoso, futurista y fascinante.
Georgina Vendrell sigue teniendo un billete directo hacia el futuro en primera clase… Ya hizo alarde de su visión futurista en la anterior colección, titulada «Dark Light«, así que no es de extrañar que, de cara a esta nueva colección para la primavera / verano 2016 que acaba de presentar en el marco del 080 Barcelona Fashion, siga explorando algunas de las constantes de su imaginario. Bajo el nombre de «Urban Warrior«, Vendrell prometía enseñarnos cómo serán los guerreros urbanos del futuro: esos hombres que, como los de hoy en día, no luchan con dragones ni salvan a princesas, sino que más bien se pelean con el servicio técnico de Endesa e intentan encontrar su princesa perfecta a través de Tinder.
Pero todo en versión de aquí a un siglo, claro. Cuando ya no habrán ni Endesa (¡gracias!) ni Tinder (¡más gracias todavía!), sino que los problemas serán otros, más tecnócratas todavía, ¿menos humanos? ¿Eso es posible? Si nos fiamos del «Urban Warrior» de Georgina Vendrell, esa va a ser precisamente la principal lucha del futuro: la de la tecnología contra la humanidad. El hombre contra la máquina. Como siempre. En el caso de esta colección, sin embargo, esta eterna dialéctica se ve plasmada a la perfección en una tensión deliciosa entre un coolness infinitamente humano (¿serán las máquinas capaces algún día de lucir tan tremendamente fardonas?) y unos patrones donde priman esas líneas rectas inexistentes en la naturaleza.
Si nos fiamos del «Urban Warrior» de Georgina Vendrell, esa va a ser precisamente la principal lucha del futuro: la de la tecnología contra la humanidad. El hombre contra la máquina.
El «Urban Warrior» de Georgina Vendrell es un ser adicto a las rejillas y a las transparencias, un hombre aficionado a prendas en las que los materiales técnicos remiten a la última ola de active wear pero, a la vez, la subvierten y le propinan una buena patada en el culo utilizando siluetas mucho más elegantes, depuradas y minimalistas en una especie de sastrería del siglo 22. Los blancos, los negros y los crudos contrastan en la colección con el uso de un naranja fluorescente que aporta el toque de color necesario para las estaciones de más calor… Al fin y al cabo, si el futuro del hombre se parece al «Urban Warrior» de Georgina Vendrell, habrá que desear que ese futuro llegue cuanto antes mejor, ¿no?