Pau Esteve debutaba en el 080 Barcelona Fashion avalado por la referencia berlinesa… Pero el triunfo de su «Dust» se debe a mucho más que eso.
No podría haber existido un mejor compañero de pasarela para el debut de Pau Esteve en 080 Barcelona Fashion que CARLOTAOMS: justo después de que la firma ganadora del Premio Nacional al Diseño Emergente en la anterior edición de la pasarela barcelonesa demostrara que aquel galardón estaba mucho más que justificado, la colección de Esteve se desfloraba rítmicamente dejando muy claro que la mención de Berlín como segundo hogar del diseñador nunca será gratuito. Para nada. Y es que, al fin y al cabo, si algo ha sorprendido a muchos barceloneses desconocedores de la obra de Esteve es que no salga de la nada, sino que venga avalado más bien por un buzz berlinés de aquí no te menees.
Lo curioso del caso es que, por ahora, «Dust» de Pau Esteve se ha erigido como el epítome de ese estilo berlinés de chandaleo y color negro que muchos han llamado «health goth» y que los que no tienen nada que ver con el mundo de la moda identifican ampliamente con los cachorros del club Berghain. No parecía para nada casual que el desfile se abriera con una modelo en un sobrio vestido negro, un colgante con el principal motivo gráfico que veríamos repetido en el resto de «Dust» como discreto print y, en la mano, a modo de antorcha guía para lo que vendría detrás, una glowing stick fluorescente que hacía pensar en las salas más oscuras del mencionado club berlinés.
Para muchos, fue la primera vez con Pau Esteve… Pero lo que hay que desear aquí es que para todos no sea la última, sino sólo el principio.
Decía el propio Pau Esteve que «Dust» está inspirada en el polvo acumulado como hiper-consciencia de la realidad… Y, aunque a muchos esto le hará pensar en una colección apolillada y anticuada, lo que pudimos ver sobre la pasarela fue todo lo contrario: una visión de la moda avanzada en la que los cuerpos pierden su sexualidad para convertirse en receptáculos de prendas confortables entre las que destacaron, sin lugar a dudas, los volúmenes amplios con detalles de rejilla que dejaban ver el cuerpo debajo como esqueleto, como estructura de miriñaque postmoderno. Para muchos, fue la primera vez con Pau Esteve… Pero lo que hay que desear aquí es que para todos no sea la última, sino sólo el principio. [Más información en la web de Pau Esteve]