El desfile de Desigual presentando su colección de hombre para otoño / invierno 2015-16 sólo puede describirse con una palabra: (magnánima) sorpresa.
Sólo a través de la palabra «sorpresa» puede definirse el desfile con el que Desigual desembarcaba en esta edición de 080 Barcelona Fashion con la intención de presentar su próxima colección de hombre para el otoño / invierno 2015-16. Puede que un amplio porcentaje de asistentes esperara encontrarse con algo así como el último giro de tuerca al rollo Saruman El Multicolor con mucho colorinchi, con mucho estampado y con mucha estridencia de esa que lleva a tus ojos hasta el límite del sangrado irrecuperable. Pero repito: lo que Desigual puso sobre la pasarela del 080 sólo puede describirse recurriendo a la palabra «sorpresa».
Y es que, ya desde los primeros modelos, los otrora célebres (para bien o para mal, eso depende de a quién preguntes) estampados psicotrónicos de la firma quedaban relegados a pequeños detalles o a camisas que sólo asomaban sobre el triángulo de chaquetas de corte clásico y dandy. Al fin y al cabo, Desigual parece haberse aplicado un sabio lavado de cara que, sin renunciar a ciertos signos de identidad inquebrantables, consigue dotar a la silueta masculina de una elegancia incontestable.
Los colores se reducen en número y pasan a aplicarse en grandes superficies cercanas a ese color blocking que se niega a abandonar las pasarelas, mientras que las prendas se estilizan desprendiéndose de lo superfluo para apostar con fuerza por una nueva depuración puramente classy. Definitivamente, el nuevo hombre Desigual queda lejos del antiguo hombre Desigual: es un machote en el que la elegancia no va reñida con una actitud gamberra, tal y como demostró el interminable chorreo de modelazos top entre los que destacaron (un sorprendente e hiper-sexy) Tony Ward, John Halls, Andrés Velencoso, Oriol Elcacho y Juan Betancourt. Si después de zambullirte en esta colección masculina no te convences de que algo está cambiando en la casa Desigual, es que o estás ciego o poco te falta.