Y con Custo Barcelona llegó el chocho. Claro, era la primera vez que la firma catalana desfilaba en el 080 Barcelona Fashion, y todos los ojos y pestañas postizas estaban puestos en el que el fue el eventazo de la jornada. Trajeron faranduleo de todas las partes, que ya se sabe que las celebrities siempre quedan bien en estas cosas. Y por allí vimos a Carmen Lomana haciéndose fotos por doquier y a Soraya Arnelas vestida de señor mayor. Seguro que hubo más, pero había tantísima gente y tan dispuesta a liarse a taconazos por un asiento, que no nos atrevimos a abandonar el nuestro.
Pero se supone que lo importante aquí era la ropa, ¿no? (Que, a veces, entre tanta cerveza gratis y con tanto mamarrecherío suelto, se nos olvida.) Pues bien, Custo presentó una colección muy esperada que cumplió expectativas y convenció a algunos que no somos conversos para nada. Puede que influya el hecho de que el propio Custo Dalmau reconociera que en ella juega más con las texturas y los brillos que con los grafismos. A lo mejor es que se ha dado cuenta de que los estampados de frenopático y horror vacui es mejor dejárselos ya a Desigual. La cuestión es que vimos un Custo más contenido que traía piezas más apetecibles y contenidas. Por aquí gustaron muchísimo los abrigos de pelo largo tricolor, los monos estampados, los vestidos de lamé, las camisas de lazada interminable y los zapatos de tacón en bloque y trenzados étnicos. Custo aprobó su primera visita al 080 y con muy buena nota.