Brain&Beast son otros que, como Manuel Bolaño, apuntan a caballo ganador de esta edición del 080 Barcelona Fashion. Y la verdad es que si se tratara de justicia poética (esa que le dio el premio de la edición de invierno a Miriam Ponsa con una colección que, según muchos asistente,s no había sido ni de lejos la mejor que había presentado), ya va siendo hora de que se vaya haciendo ídem con nuestras bestias favoritas. Porque lo que vimos ayer en la presentación de la sexta parte de sus Décalogues, «EXÓTICA«, fue todo un despliegue de talento y alegría que nos dejó con la boca abierta y una sonrisa en la cara mientras duró todo el desfile. La banda sonora corrió al cargo de Mr.K!, que hizo para la ocasión una sesión de trallazos dance noventas pasados por su particular batidora de beats.
Los modelos fueron desfilando al ritmo de estos hits musicales y mostrando una colección que podemos entender no sólo como la evolución lógica del trabajo de los tres diseñadores, sino como su punto culminante: en «EXÓTICA» encontramos los lugares comunes de sus otras colecciones (desparpajo, ironía a punta pala, iconografía pop tratada en versión gamberra, gusto por las formas geométricas…) de tal forma que han conseguido crear un ideario creativo propio y personal (y esto es algo de lo más difícil en un mundo tan dado al reciclaje y al corta-pega) sin renunciar por ello a pasárselo bien y transmitirlo en sus prendas y, por extensión, a su público. Porque lo que más mola de los desfiles de Brain&Beast, además de su ropa, claro, es ese ambiente de festividad generalizada, de emoción y de saber que vas a ver algo que te va a hacer pasar un buen rato. Y además sales sabiendo que podrás llevar muchas de sus prendas en tu día a día.
«EXÓTICA» es tan divertida e inspirada como se podría desear pero mucho más evolucionada de lo esperado. Dándole vueltas al concepto del elemento extravante y elevando a niveles estratosféricos el concepto de «tropicalia», Ángel, César y Verónica nos plantaron una colección fresquísima donde los estampados inesperados fueron los protagonistas (ojo a esos slips y al vestido hippy con el smile acid), rompieron estructuras, crearon prendas muy locas (¡¡esa capa tejana!!) y jugaron con una paleta de color muy clásica en ellos: blancos, negros, morados, amarillos… Pero todo combinado con el punto justo de canallismo y elegancia que combinaron con los finísimos jersey de Senyor Pablo y gafas de Hydés Spectacles. Y es que así es como nos parece que son ellos. Por esto y por muchas cosas, las bestias merecen ganar este año.