Alexis Reyna es un personaje peculiar dentro del faranduleo de la moda barcelonesa. Durante dos años, alternó el trabajo en su propia firma con el de director creativo en Desigual, y ni sus colecciones ni él mismo esconden que tiene una idea del negocio muy comercial y abierta y que su imaginario creativo está muy marcado por esos dos años que pasó al frente de la firma española. Sus desfiles también suelen ser bastante peculiares porque, a diferencia de otros diseñadores que se quedan entre bambalinas mientras los modelos hacen lo suyo y a los que a veces les cuesta salir a saludar y recibir los aplausos, él aprovecha para promocionar su banda y siempre se encarga de poner la música en directo.
Su colección de verano «Day In Day Out«, que presentó durante la jornada del miércoles del 080, no fue una excepción. Y allí cantó unos temas de punk raro con letras que iban acorde a lo que mostraban las prendas: mientras se escuchaba a él desafinando a lo bestia mientras gritaba «ponte de rodillas, dámelo todo, te quiero» (o algo así), los modelos se paseaban con estampados de pichas infantiles escupiendo cosas raras en el habitual trazo lineal que siempre adornan las piezas del diseñador. Esta colección fue mucho menos country que la anterior y tuvo un rollo más combativo y agresivo. Vimos sus típicas piezas andróginas desestructuradas y en las que el concepto «oversized» adquiere una nueva dimensión, pero también nuevos cortes que emulaban los kimonos japoneses. La paleta de colores era apagada (tierras, ocres…) salvo cuando saltaron los looks en azul klein y cuando se salpicaban de rúbricas negras con mensaje.