Ronaldo es inmortalizado en una estatua que es un «ecce homo», Piqué es un bocazas… Todo esto y más en nuestra sección La Liga (para dummies).
Vuelve el duopolio: el dominio sobre la Liga ejercido por Real Madrid y Barcelona. Ya no es aplastante como antaño, pero ha permitido que los dos transatlánticos del fútbol español sean otra vez los claros candidatos al trono liguero. Hasta hace unas cuantas jornadas, había esperanzas de que el Sevilla se uniera a la pareja de eternos favoritos, ante el progresivo declive del Atlético de Madrid. Pero los andaluces no aguantaron el ritmo.
De hecho, los colchoneros han conseguido adelantarles en una clasificación que muestra el camino despejado para que Real Madrid y Barcelona peleen entre sí por el título. Dentro de un par de semanas se verán las caras en el Santiago Bernabéu, pero ahora mismo no se encuentran en la situación ideal para encarar la fase decisiva de la Liga. Eso sí, el club blanco es líder con tres puntos de ventaja sobre los azulgrana y un partido menos jugado. Aunque el escenario pudo haber sido diferente tras disputarse la pasada jornada…
UN MES PARA RECORDAR… Y PARA OLVIDAR. El último mes del FC Barcelona ha estado marcado por su histórica remontada en la Champions League ante el PSG, al que endosó un 6-1 que volteó el 4-0 del partido de ida en París. Un resultado espectacular e irrepetible que hizo que, literalmente, la Ciudad Condal temblara y subió al Barça a una nube de la que parece aún no ha bajado del todo.
Y eso que, en el tiempo transcurrido desde entonces, el club ha tenido que asimilar el anuncio previo de la marcha de su entrenador, Luis Enrique, cuando se acabe la temporada. Nos quedaremos sin su voz aguardientosa y su carácter agrio en las ruedas de prensa y declaraciones ante los periodistas.
Con todo, al asturiano no le ha faltado, en situaciones muy puntuales, buen sentido del humor.
Pero la peor noticia para los blaugrana ha sido su irregular marcha en la Liga: en los momentos en los que podía asaltar al Real Madrid al frente de la tabla, patinó estrepitosamente. Le sucedió primero contra el Deportivo de A Coruña, contra el que cayó 2-1. Y, el pasado sábado, perdió ante el Málaga 2-0 en un encuentro clave para la resolución del campeonato en el que Neymar se auto-expulsó y puso en seria duda su presencia en el cercano enfrentamiento contra el Real Madrid. Da la sensación de que se ha diluido aquella euforia europea que, según Gerard Piqué, habrá que medir dentro de unos ocho meses según el número de partos que se produzcan en Barcelona.
BIGMOUTH STRIKES AGAIN. Y seguimos con Piqué, al que le gusta un micrófono más que a Cristiano Ronaldo el aceite bronceador. El chico ha estado especialmente locuaz (¿cuándo no?) y, aprovechando que había jugado con la selección española y que el Pisuerga pasa por Valladolid, dejó caer que donde se mueven realmente los hilos (futbolísticos y extra-futbolísticos) es en el palco del Santiago Bernabéu.
¿Acaso mentía? No… Pero, como sucede cada vez que abre su bocaza, la montó gorda entre los militantes merengues, sobre todo los mediáticos, que volvieron a colocarlo en el paredón. Aunque la polémica sirvió también para que el Leganés volviera a diseñar otro de sus divertidos y geniales carteles, en este caso para publicitar el partido en su propio estadio frente al equipo blanco.
EL AMOR ESTÁ EN LAS COPAS DE LOS ÁRBOLES. Lo que faltaba, a riesgo de que acabemos hartos de Piqué y sus cosillas: Shakira le ha dedicado su último single, “Me Enamoré”.
Por su diáfano título y su letra (adelantamos que no daría para ganar el Nobel de Literatura el estilo Dylan y que no es apta para diabéticos) ya se imaginan por dónde van los tiros… Así que no hará falta comentar su argumento, del mismo modo que tampoco será necesario analizar la altura artística de las ilustraciones que adornan su videoclip. Sólo nos quedaremos con las palabras de la colombiana sobre tan insigne composición: «Esta canción narra un momento de mi vida en el que estaba tan enamorada que literalmente estaba escalando árboles”. Ajá…
EL ‘ECCE HOMO’ PORTUGUÉS. De un tiempo a esta parte, las noticias más destacadas en torno a Cristiano Ronaldo se producen con mayor frecuencia fuera y no dentro del campo. Sin ir más lejos, no se lució demasiado en el derbi sabatino ante el Atlético de Madrid, que acabó en un soso 1-1.
En cambio, la figura del luso sí que brilla en su Madeira natal. Bueno, en realidad lo hace su busto, con motivo de la nueva denominación del aeropuerto de Funchal, que ahora lleva su nombre. Con lo cual, cuando vayan a la capital insular portuguesa, escucharán lo siguiente:
https://www.youtube.com/watch?v=CiTuBSsr_Q4
Aunque lo que provoca miedo de verdad es el citado busto, cuya desfigurada forma ha hecho que se haya convertido en el ‘Ecce Homo’ de Portugal. Y razones para pensarlo no faltan (tal y como puede verse en la foto de cabecera de este artículo). Es tan esperpéntica la talla que podría entrar tanto en el Museo de Cera de Benidorm como en un hipotético remake de “Los Goonies”.
¿Y si Cristiano Ronaldo fuese así en la vida real?
Pese a todo, él mismo ha confesado que la escultura ha quedado muy lograda. Que alguien nos explique esta afirmación…
VIGO NO, VIGO NO, VIGO NO. Este cántico, tan habitual entre los aficionados del Deportivo de A Coruña, no ha salido los últimos días de las gradas de Riazor, sino de la boca del presidente del Celta de Vigo, Carlos Mouriño. El hombre está enfadado con el alcalde de la ciudad, Abel Caballero, por la propiedad del estadio del club, Balaídos. Y ya se sabe cómo se las gasta Caballero… Si no que pregunten en las oficinas del Real Madrid tras la discusión que generó la suspensión de su partido en Vigo a principios de febrero por culpa de un temporal.
La tensión entre ambos ha ido en aumento y Mouriño explotó asegurando que, de no hallar una solución al conflicto, el Celta se iría de Vigo a otro lugar. Aquí proponemos tres destinos: 1) Portugal, por proximidad geográfica y afinidad cultural (sobre todo en verano en la playa de Samil); 2) Las islas Cíes, por la belleza del paraje; o 3) Un barco, situado en aguas internacionales y lo suficientemente grande para jugar partidos y aprovecharlo como casino, crucero de placer o lo que sea menester.