Nuestra serie de artículos sobre las diferentes caras del drag entrevista esta semana a Licorka… ¿Y qué decir de Licorka? Que es pura verborrea (drag).
Esta serie de artículos en la que nos hemos embarcado Jon Gomez de la Peña (detrás de la cámara de fotos y al frente de las entrevistas) y yo mismo (dando forma a los textos finales) tenía un objetivo primordial: enseñar las múltiples caras de un arte tan complejo -y con tantas caras- como el drag. Lo curioso del caso es que siempre hemos sido nosotros los que hemos tenido que tirar del hilo para definir y delimitar los contornos de cada una de nuestras invitadas… Hasta que hemos llegado a Licorka.
Porque Licorka es el drag como verborrea pura y dura.
Si no nos crees, mira lo que nos responde cuando le preguntamos de dónde sale: “Sale un poco aprisa y corriendo cuando decidimos hacer el Sarao (drag). Era un nombre que tenía en mente porque representa la noche, el desfase… Licorka viene de licor café, que es la coca de los pobres en Galicia y que me representa mucho porque es lo que más consumo (el licor café, no la coca). Nació con el objetivo de presentar el Sarao. Llegó un momento en el que vi que la gente me llamaba para hacer otras hosts y cosas, pero resulta que llamaba por Licorka y no por mí. Creo que aún está formándose y creciendo y sabiendo quién es, sobre todo estéticamente. En realidad, no apareció hasta que no hubo el look del tabaco y luego el del Orrio, porque quiero representar que soy gallega (porque yo me creo la más gallega que los gallegos sin serlo tanto), y la noche, el caos, el desfase, el mess, caerse y que no haya pasado nada”. Amén. ¿Seguimos?
El Sarao
Si te ha sorprendido la mención del Sarao (drag), solo puede ser porque no has estado en la que más que probablemente se ha convertido en la fiesta / epicentro / avanzadilla de la escena drag barcelonesa. Al fin y al cabo, Licorka es la maestra de ceremonias del Futuroa Sarao Drag, así que es imposible entenderla a ella sin entender esta fiesta: “El Sarao en realidad fue una invitación de la Apolo para que hiciéramos desde Futuroa el evento. Futuroa somos un colectivo de siete personas, y nacimos como productora audiovisual. Empezamos haciendo videoclips y editando fanzines y, cuando presentábamos estas cosas, hacíamos fiestas en las que siempre había licor café. Las fiestas funcionaban. La gente venía, se lo pasaba bien, y vimos que igual lo de montar fiestas se nos daba hasta mejor y nos gustaba. Siempre eran fiestas que buscaban ser inclusivas. Antes del Sarao, ya empezamos a incluir lo del protocolo de comportamiento y seguridad, y la gente respondió muy bien”.
Entonces, ¿es verdad que el Futuroa Sarao Drag nació como homenaje y respuesta a “RuPaul’s Drag Race”? “Recibimos una invitación de la Apolo para hacer algo en La (3), que acababa de inaugurar… Ya habíamos comentado previamente lo de hacer una Drag Race. Estábamos todos con fiebre de RuPaul, y creo que todo coincidió justo cuando RuPaul soltó la gamba esa sobre las mujeres trans en el programa. Aquí entró el debate de “RuPaul está muy bien, pero le faltan cosas”. El hecho de que a una concursante se le elimine por llevar pelo o pantalones, por ejemplo, ya sin entrar en que haya personas trans o que en ningún momento se planteen una mujer en “RuPaul”. Así que dijimos: vamos a hacer una Drag Race donde todo el mundo pueda venir”. Y lo hicieron. “Para nosotros, es más importante que sea una fiesta que no un concurso. Es curioso, porque a veces el público se lo toma muy a pecho. Los concursantes se lo tienen que tomar a pecho, y es fantástico las ganas que le ponen; pero el público se pone a gritar, y es guay porque hay chicha. Pero lo interesante es que esta es una fiesta donde se puede ser lo que quieras y ser quien seas, siempre desde el respeto. Va de eso”.
Sin olvidar, además, que el Futuroa Sarao Drag también es un espacio para dar voz a cierta cultura queer que a menudo no encuentra plataformas de difusión adecuadas: “Es guay que se pueda hacer una fiesta así en un espacio como la Apolo, que sí que tiene fiestas friendly del colectivo, pero que sigue siendo un espacio mainstream y de los más grandes de Barcelona. Es genial poder tener artistas de todo tipo haciendo lo que hacen, artistas que no tendrían ese escenario de otra forma. Es el caso de las actuaciones especiales que tenemos, de los artistas que no concursan. Empezamos con esa idea de dar voz a todos esos artistas queers o disidentes que nos gusta lo que hacen y que nunca tendrá un bolo bien pagado. Entonces, la repartición que se hace del dinero les sale súper a cuenta. Cuando les damos el sobrecito al final de la noche, porque todo va por recaudación en taquilla, nos miran con una cara… Como diciendo “¿cómo me estás pagando todo esto por veinte minutos?”. Y eso es lo que queremos. Son propuestas que normalmente no tendrían acceso a un buen bolo”.
Y entonces llegó Licorka: “Al montar el primer Sarao, tanteamos que viniera Samantha (Hudson) a presentar, pero no le iba bien. Así que me animé yo. En realidad, yo soy actor pero no ejerzo. Había hecho cabarets como maestro de ceremonias. Es algo que me gusta. La noche antes del Sarao estaba en la cama, tenía mi look, mi nombre… Todo. Y, de repente, digo: ¿por qué estoy haciendo de drag queen si no me considero persona no binaria y esta es una fiesta para representar todo? ¿Por qué elijo performar lo arquetípicamente femenino y no hacer de drag king? A ver, tiene más gracia hacerte looks con vestidos y pelucas que no con un traje y un bigote que ya tengo (ríe). Me han ido surgiendo distintos tipos de dudas relativas al género a medida que ha ido avanzado el Sarao. Por qué estoy performando el género femenino… El tema de lo de las Devermut… Es como que por una parte has nacido hombre y tienes los privilegios de hombre, y estás haciendo comedia; pero luego piensas que llevas pelo en el sobaco y bigote, y eso ya desmonta cualquier cliché”. ¿Queda claro? Pues entonces es el momento de abordar a Licorka a solas.
Licorka a solas
“Licorka ha ido avanzando con el Sarao. El Sarao también ha ido avanzando. Estamos abrumadas con lo bien que está funcionando. Todo parte del hambre y la sed de una Barcelona queer que cada vez sale más a la calle, que cada vez tiene más claras sus ideas, que quiere unos espacios, una forma de vivir el ocio que hasta ahora era un poco limitada”. Entonces, ¿cuáles son las principales diferencias entre aquella Licorka y esta Licorka? “Aquella no era la Licorka que ha acabado siendo, sobre todo en cuanto a referentes estéticos. En el primer Sarao me compré un vestido y una peluca que me gustaban, y ya. Sí que decidí desde el principio lo del bigote, y también que no me iba a hacer tuck. También se mantiene el descaro. Cuando te preguntas por qué haces drag, normalmente la gente dice que es porque descubre partes de si misma. Hay muchas partes en las que yo no necesitaba el drag: ya me identifico en lo binario, no necesito el drag para ponerme un vestido o maquillarme. Pero el descaro y la lengua y soltar las cosas de forma extrema, porque tienes el micro y estás en el escenario… Siempre me voy a los extremos porque creo que, si lo das a medias, el mensaje se puede quedar por el camino; pero si sueltas un PA, está pegando”.
Licorka es, entonces, un work in progress que se está construyendo delante de nuestros privilegiados ojos. Porque, tal y como te recuerda ella misma, tú también formas parte de este proceso: “De mi primera vez, lo que descubrí fue lo deslenguada que es Licorka y el poco pavor que le tiene al público. Y, además, me di cuenta de las ganas que tenía de hacer esto. Ya había hecho de maestra de ceremonias, y disfruté mucho poder volver a hacerlo. Luego, lo que ha ido representando Licorka es lo que ha ido creando con el público. No ha sido tanto un trabajo mío en casa, que también, sino que ha sido evolucionando a medida que hablaba con gente de Futuroa. Si el público me hubiese dado otra cosa distinta, mi drag hubiera ido creciendo por otro lado, al menos en lo estético. El momento del segundo Sarao en el que pido un cigarro, me dan tres y me los fumo todos y me siento la más rebelde del mundo, que ya ves tú… En ese momento se crea este universo de la Licorka trasnochada, de los vicios”. Aquello fue, sin lugar a dudas, lo que se llama un turning point. Y, si de este tipo de puntos de inflexión hablamos, es inevitable querer preguntarle a Licorka cuándo se escucha el “click” que da paso de Alvi a la presentadora del Sarao: “¡Las cejas! Justo en el momento en el que desaparecen y se crean distintas. El momento del pegamento y subírmelas, te estira la cara, me hace un poco malvada y me da pie a comportarme como me comporto. Es lo único que en el día a día no hago. Maquillarme y ponerme vestidos lo hago todo el rato, así que lo que me cambia son las cejas”.
Visto lo visto, ¿cuál es entonces el medio ideal de Licorka? “El escenario. Venía para aquí pensando que estas fotos son como cuando en RuPaul una comedy queen tiene un challenge de looks o fotos y piensa “esta no soy yo”. Mi medio es el escenario, sin duda. También te quieres sentir guapa, y quieres que el look sea lo más trabajado posible. Ves looks de gente como en el Puñal Dorado en Madrid, o también muchos club kids de Barcelona que tienen looks que me encantarían y me representarían igual un poco más, pero al final soy una presentadora. Haré otras cosas como Licorka, pero nunca concursaría. De hecho, yo ni voto. A veces me vienen a pedir explicaciones por los ganadores, como cuando me puse a llorar cuando ganó Madame Hiroshima: la gente no se creía que yo no había votado. Ni siquiera tengo voz ni voto a la hora de decir quién lo hace bien y quién no. Solo estoy ahí para hablar y entretener a la gente”. ¿Y cuándo será la próxima vez que podremos hablar con ella y dejar que nos entretenga? “A Licorka podemos verla el próximo 14 de junio, que será un Sarao All Stars, aunque no le llamamos All Stars porque queremos desvincularnos. Tendremos a Lagherta Vichy, Tónica, Lily Poliester y Estrella Extravaganza… No están todas las que nos hubiera gustado, porque ahora están fuera, pero hemos escuchado al público. Será variado y actuará la boyband que ganó la pasada edición y que está preparando temas propios, parece ser. Además, el 7 de junio estaré pinchando en POPair. Yo también estoy haciendo mis pinitos como solista, pero no sé si lo quiero sacar como Alvi o como Licorka”.
Objetivo de futuro(a)
“Licorka siempre cantará. Ya ha cantado dos canciones que son mías porque, no nos engañemos, soy la misma persona… Pero no soy La Prohibida. No será Licorka como una cantante drag, pero puede ser que Licorka tenga sus propias canciones, ya veremos. No quiero moverla mucho de donde está: host, MC, estar en un escenario y hablar. No tiene por qué ser siempre fiesta y noche. Hace unos meses salió un libro sobre el consentimiento, y Licrorka estuvo en la mesa redonda en la presentación y fue muy interesante estar en un debate, en un entorno distinto. Estaría guay que Licorka participase en todo tipo de entornos de comunicación”. ¿Algo más concreto? “Esto es un spoiler que igual pasa: podcast o canal de YouTube de Licorka y Concha Vitoy. Porque por la noche dices muchas cosas, pero al final es guay sentarte con una botella de licor café y unos cigarros debatiendo ciertos temas”.
Llegados a este punto, y teniendo en cuenta la significancia de Licorka dentro de diferentes revoluciones de futuro(a), hay que preguntar: ¿qué opinas de la explosión drag que está viviendo Barcelona? “No tengo claro que sea una explosión. Creo que no es tan nuevo, solo que por suerte hemos llegado a un punto en el que esto llega a medios y a escenarios mainstream. Instagram arde con esto. Barcelona es una ciudad con mucha cultura ya no drag, sino de espectáculo, cabaret, variedad… Hace 30 años, Ocaña ya hacía drag y hacía arder Barcelona. Pero es que a principios del siglo anterior ya había señores que quedaban en el Teatro Principal, se vestían, les perseguía la policía… ¡Existía! Es verdad que el drag ha ido cogiendo otra dimensión. Ya no es tanto performear un género, sino que ahora tengo una personalidad, un personaje muy marcado, me puedo dedicar a ello, hago bolos, hay algunas que pinchan, hay drags que maquillan otras drags… Que haya este boom es que lo estamos viendo. Ya existía, y ahora está llegando a la gente y es lo mejor podría pasar. Te está indicando que la ciudad va bien. Estamos avanzando recibiendo golpes, pero estamos avanzando”.
Venga, como punto y final, ¿qué es lo que queda por conquistar? “Lo mejor que podría pasar ahora sería la revolución drag king, o la drag bio. Lo que queremos desde Futuro es que, aunque no hayas hecho drag nunca, veas esto y decidas probar a hacer drag en un escenario. Sea en el Sarao o en otro sitio. El siguiente paso es que sea algo que pueda hacer cualquier persona con cualquier motivo, que ya está pasando, pero siempre primero los hombres privilegiados expresándose a través del drag. Es interesante que, a pesar de que nazca desde el gag, ahora esto tiene un grado de empoderamiento. Las mujeres, aunque sean drags, son quienes mandan y tienen el poder. Por eso puedo entender que una chica decida hacer drag bio porque quiera seguir empoderándose con esas herramientas. El drag king existe más para burlarse del hombre. Pasa por otro lado, y es interesante. Me ha pasado con concursantes del Sarao chicas, que quieren hacer de tío pero ven que las posibilidades para caer bien son menos porque, si haces de machirulo, ¿cómo vas a caer bien? Pues riéndote de ello”. Nada más que añadir, su señoría. Licorka lo ha dicho todo. (Y más.) [FOTOS Y ENTREVISTA: Jon Gómez de la Peña] [DISEÑO GRÁFICO: Miguel Cano] [TEXTO: Raül De Tena] [Más información en el Instagram de Licorka y en el de Jon Gómez de la Peña] [No te pierdas la exposición «Category is Barcelona» en La Federica (Barcelona) // Más info en el evento de Facebook de su inauguración]