El 30 de julio es el Día Internacional del Orgasmo… Y desde Lelo nos pasan 8 motivos para tener orgasmos que nos hacen pensar (y actuar también, claro).
Los franceses, en su línea de hacer que todo suene delicado y poético, lo llamaron «la petite morte«, los griegos «clímax«, y nosotros «orgasmo«. De hecho, así como no todas las lenguas tienen palabras para definir según qué cosas y por lo tanto para ellos no existen, sí se puede «orgasmear» en todas las lenguas del mundo. Da igual pues cómo se llame, lo importante es que tener orgasmos es maravilloso y a todo ser viviente le encanta. Tanto que, por ejemplo, cuando los bonobos sienten que se está acumulando tensión en la manada, se montan unas orgías de la hostia, liberando así estrés y evitando enfrentamientos… Imaginad por un momento que los enfrentamientos políticos se resolvieran con un buen orgasmo.
El caso es que el próximo viernes 30 de julio es el Día Mundial del Orgasmo, y ¿qué mejor manera de celebrarlo que, además de lanzarse en mil y un orgasmos, recopilar toda una serie de motivos por los que alcanzar el clímax mola? Aquí van pues las ocho razones que Lelo, marca líder en placer, se ha marcado para celebrar una de las reacciones más alucinantes que nuestro cuerpo puede experimentar.
1. Las personas que tienen 4 o más orgasmos a la semana parecen 7 años más jóvenes. Un estudio de la Universidad de Blaoblao (na, en realidad es un estudio del Dr. David Weeks, consultor en psicología clínica y antiguo director del departamento de psicología para personas mayores del Hospital Real de Edimburgo), demostró en un grupo de 3-500 personas que aquellas que tenían más orgasmos aparentaban ser más jóvenes. Vamos, que déjate de cremas anti-aging y chorradas varias y emplea tu tiempo en correrte un poco más.
2. Los orgasmos no sólo son un alivio natural del estrés, sino también del dolor. Cuando alcanzamos el clímax, liberamos oxitocina, una hormona producida en el hipotálamo que actúa como neurotransmisor y que es conocida como la “hormona del amor” porque nos ayuda a ser más optimistas e induce a la ternura, incrementando la autoestima y la confianza. Pero estudios han demostrado que el incremento en los niveles de oxitocina pueden aliviar los dolores más diversos, incluidos los molestos dolores de cabeza, los menstruales y los musculares, en general.
3. El semen tiene propiedades antidepresivas. Parece ser que el semen contiene un cóctel molecular de estrógenos, oxitocina, cortisol, melatonina, prolactina anti depresiva, TRH y serotonina que ayudan a mejorar el estado de ánimo. Así que, si estás un poco de bajona, que se te corran dentro puede mejorar un poco la cosa.
4. Los orgasmos fortalecen tu sistema inmune. De acuerdo con la revista British Medical Journal, existe una fuerte correlación entre los orgasmos y la tasa de mortalidad. Aquellos que tienen orgasmos dos veces o más a la semana pueden sumar hasta 8 años a sus vidas. ¿Por qué? Al parecer, resulta que fortalecen el sistema inmune, la salud cardiovascular y cerebral. Por lo tanto, los orgasmos no sólo nos hacen aparentar ser más jóvenes, sino que nos ayudan a vivir más años. La próxima vez que veas a un abuelete tó pimplante caminando por la vida, piensa que quizás se debe a que ha tenido mogollón de orgasmos en su vida. Imagen un poco desagradable quizás, perdón, pero efectiva.
5. Los orgasmos son mejores con la edad. Más del 75% de las mujeres que sobrepasan los 60 años aseguran tener más orgasmos durante el coito, aparte de sentir que su vida íntima es más completa. Sea cual sea la razón, ahí va un motivo por el que seguir cumpliendo años mola.
6. Las contracciones orgásmicas masculinas y femeninas suceden en intervalos de 0,8 segundos. La mayoría de las parejas no suelen tener orgasmos durante el coito; el 69% de las mujeres no alcanzan el clímax durante el coito, mientras que el 75% de los hombres sí lo hace. Es ampliamente conocido el hecho de que dos terceras partes de las mujeres prefieren la estimulación clitoriana pero, ¿sabías que las contracciones o espasmos orgásmicos de ambos, hombres y mujeres, ocurren en intervalos de 0.8 segundos?
7. En efecto, puedes entrenarte para alcanzar mejores orgasmos. Este principio es básico: los orgasmos se deben a determinados músculos. ¿Acaso no entrenan los deportistas de élite los músculos que necesitan para sacar más rendimiento en cualquiera que sea el deporte que practiquen? Pues lo mismo con los orgasmos. Existen series de ejercicios, como los de Kegel para fortalecer el pubocoxígeo, que sirven de remedio para la incontinencia urinaria e incrementan la intensidad y frecuencia de los orgasmos.
8. Aplaca el insomnio. Aunque la somnolencia tras el orgasmo se haya asociado mayoritariamente a los hombres, lo cierto es que el clímax tiene ese mismo efecto en ambos sexos. Ese cóctel químico del que hablamos antes contiene melatonina, que nos ayuda a regular el sueño. Y, por supuesto, los orgasmos alivian esa ansiedad y te permiten dormir de un tirón toda la noche.
Queda más que claro: tener orgasmos comporta infinitos beneficios (de hecho, te animamos a descubrir algunos por tu cuenta a base de un poco de placer). Además, si no tienes a nadie cerca que pueda proporcionarte uno, date una vuelta por el catálogo de Lelo, píllate uno de sus vibradores y descubre el maravilloso mundo del autoplacer. Yo tengo el Siri II y estar soltera nunca había sido menos frustrante sexualmente. Y, si no, siempre te quedarán tus manos… No tienes ninguna excusa para no tener orgasmos, y lo sabes.