A las puertas de ARCO, entrevistamos a la artista Laura Navarro para que nos explique exactamente por que es la mezcla de Sacha Baron Cohen y Woody Allen.
A las puertas de ARCO, la feria de arte más importante del país, hablamos con Laura Navarro para que nos aclare algunas de nuestras dudas sobre el arte contemporáneo en general. Laura es una artista multidisciplinar que se mueve como pez en el agua en la performance y en proyectos en los que la interacción con el espectador posibilita una continuación de la obra de arte en sí. Sus trabajos plantean una reflexión sobre la sociedad que nos rodea, las relaciones humanas y la cultura tal y como la conocemos hoy y los hábitos de consumo de esta misma.
Navarro consigue que la obra de arte se expanda y se transforme con la aportación del público y, por qué no, con la cual echarse unas risas. Verdadero “art in progress” que se mueve entre la ironía y un humor ácido no apto para todos los públicos. Laura nos aclara nuestras dudas y nos ilumina con su arte y gracia sobre aspectos como el postureo o el humor en el confuso mundo del arte contemporáneo.
Hola Laura, empezamos fuerte: ¿cómo te defines? ¿Cuál es la tontería más grande que se ha escrito sobre ti? Me defino como una persona socarrona en el día a día, aunque espiritual en la intimidad. Vivo bajo el prisma humorístico mi relación con los demás, pero los que me conocen realmente saben que tengo una cierta predilección por ese «mundo invisible» que es muy importante para mí. No lo llamaría tontería, pero hace un tiempo una periodista me definió como «cineasta sin cámara». Trabajo bastante con el lenguaje cinematográfico, pero con elementos que se suponen que pertenecen más al ámbito artístico. Aunque, a lo mejor, la mujer quería decirme otra cosa…
¿Qué te inspira? ¿Qué artistas han influido en tu trabajo y a qué aspiras en el mundo del Arte? Lo que más me inspira es la respiración. Cada día le digo: ¡por favor, no te olvides de mí ni yo tampoco de ti! No me podría referir única y exclusivamente a artistas plásticos, sino que me inspiran muchas personas de ámbitos dispares en mi trabajo de forma consciente e inconsciente, a las que considero brillantes como Alan Ball, David Lynch, Harmony Korine, los Monty Phyton, Miranda July, Sylvia Plath, Hannah Arendt, Andrea Fraser, Sophie Calle, Sacha Baron Cohen, The Yes Men, Woody Allen, Vincent Connare (creador de la Comic Sans), Paloma Navarrete (sensitiva), Naomi Klein, Anna Biller, Sharon Van Etten, Charlie Brooker, Yorgos Lanthimos, etc. Siempre he dicho que me gustaría que me consideraran una mezcla entre Sacha Baron Cohen y Woody Allen del mundo del arte. A lo que me refiero con aspirar a ser ese mix, es que me parece brillante el estilo y dominio que tienen para explorar las relaciones humanas desde un tono aparentemente cómico. Y, cuando está terminando el efecto de la anestesia del chiste, te percatas que lo que acabas de ver es la cruda y patética realidad. Aspiro a eso.
Resides en Madrid, ¿qué es para ti esta ciudad como artista? ¿ Qué vale la pena, artísticamente hablando, ahora en la capital? En 2014 solicité entrar en un proyecto que estaba naciendo en Madrid de la mano del artista Daniel Silvo llamado Atelier Solar, un espacio de trabajo compartido entre varios artistas. Me mudé y, de repente, ese experimento se convirtió en mi segunda familia. (¡Os quiero!) Con respecto a lo que se está haciendo en la escena artística de Madrid, destacaría La Juan Gallery, un espacio enfocado exclusivamente en el arte de acción y performance, donde se están generando propuestas que yo no he visto en ningún otro lugar. Pero los que me han robado el corazón desde hace un tiempo son Homo Velamine, un colectivo heteróclito, como se definen ellos, que se dedica a través de métodos de interpretación de la realidad a estudiar los comportamientos y actitudes del Pueblo con el objetivo de comprender sus creencias, pasiones y anhelos.
¿Hay vida más allá de ARCO? Claro que hay más vida después del túnel de luz o de oscuridad que es ARCO. Poco a poco, hay ferias satélites con propuestas muy interesantes. Aunque he decir que ARCO tiene rollo cuando va Eugenio Merino, que es la salsa de esa feria, y algún que otr@ artista. Pero volviendo a las ferias, te puedo nombrar JustMad, Drawing Room y, por supuesto, Hybrid Art Fair. También a lo largo de la Semana del Arte en Madrid está el festival Me Gustas Pixelad, que se celebra en La Casa Encendida comisariado por Matias Daporta. Un festival dedicado a las performances orientadas a la pantalla del ordenador, internet y los videojuegos. Y otra propuesta que recomiendo es “Acción por m2” en La Juan Gallery, donde la galería se llena de performers realizando acciones dentro de un metro cuadrado todos a la vez. Es digno de ver. Es una experiencia única.
El mundo de la performance, visto desde fuera, parece algo heterogéneo -como el del arte en general- donde resulta muy fácil perderse. ¿Nos das algunas directrices? ¿Qué te ofrece este medio que no te ofrecen otros? Lo que más me interesa de la performance es que es un campo flexible, que te permite unir varias disciplinas. Si comienzas trabajando en proyectos participativos, como es mi caso, puedes ir dando pasos hacia un lado más teatralizado, lo cual me engancha bastante. Hice varios cursos de guion de cine y, al final, de forma natural, voy uniendo varias facetas, la de artista plástica, guionista y mi ramalazo teatral. Lo que me atrae es la experiencia completa, su carácter multidisciplinar y la posibilidad de interactuar con el público. La performance me permite desarrollar una «pequeña película» o montaje teatral donde puedo dar rienda suelta a las ideas más descabelladas, donde el público se convierte en un grupo de actores y actrices, activando la obra. Me gusta compartir el acto creativo-interpretativo, convertirme en un instrumento que permita enlazar el mundo ficticio con el real, sin que se sepa dónde empieza uno y acaba el otro.
En toda tu obra, el humor ocupa un lugar muy importante. Creo que se infravalora el poder que tiene el sentido del humor (crítico, lúdico, redentor, homogeneizador, empático, solidario…) y se menosprecia aquello que interpreta la realidad desde dicho prisma. Lo digo pensando en escritores que me gustan mucho cuando escriben en clave de humor y que son más alabados cuando hacen una literatura más seria. Supongo que esto también sucede en el arte, donde el humor se puede interpretar como un chiste, una tontería más o una simple ocurrencia… ¿Estarías de acuerdo? Sí, estoy de acuerdo, se le suele dar más valor al drama que a la comedia. No obstante, esto no es una competición, son expresiones distintas, válidas per sé. Lo más probable es que se valore más el drama porque conecta con la emotividad y apela a lo sublime, un peso muy importante que muchas veces derriba otras expresiones, como la comedia. Pero ocurre que el drama no es la única forma de ver la vida, y no es tampoco necesariamente un género superior a otros. Un ejemplo claro es Chaplin, un gran cómico que aunque también recurrió al drama, elevó el género como pocos y nadie puede negar que él haya sido un gran artista. Otro ejemplo es, de nuevo, Woody Allen. La comedia siempre se burlará del drama y nunca al revés.
El humor es un salvavidas y a su vez puede ser utilizado como un arma contra el poder. Las grandes dictaduras lo han censurado. Muchas veces me han dicho que tendría que abandonar la ironía para que me consideren una artista más seria, pero si hiciera eso dejaría de ser yo. ¿Cómo me piden que sea seria cuando ciertas dinámicas del arte contemporáneo me parecen hasta ridículas? De momento me gustaría seguir dando caña desde la sátira, no soy muy dada a la corrección política porque creo que, cuando trabajas desde el humor, no necesariamente debes preocuparte en buscar donde están los límites, sino de pisotear los convencionalismos con la máxima originalidad posible. Quizás en el futuro el cuerpo me pida hacer un drama, como cuando se me acaban las palomitas en casa…
Ahora háblanos de uno de tu último proyecto, soydios@yahoo.com, que presentas en Hybrid Art Fair en Madrid del 1 al 3 de marzo ¿Cómo llegaste a esta idea en particular? soydios@yahoo.com tiene su origen en otro proyecto que desarrollé en el 2012 para el Festival Desvelarte de Santander, en el que diseñé carteles con estética de anuncios de búsqueda de empleo. Hacían referencia a cuestiones curiosas, dispares. Cada uno de esos carteles proponía un tema y, si una persona estaba interesada en ponerse en contacto con la oferta, lo podía hacer a través de un correo electrónico que llevaba cada cartel. Por cierto, debo estar fichada por los servicios secretos, porque tengo un sinfín de cuentas falsas de correo electrónico creadas solamente para estos proyectos. Uno de esos carteles que realicé fue ofrecer hojas de reclamaciones a Dios a través de e-mail. Pero han tenido que pasar varios años para darme cuenta de que cada uno de esos carteles tiene bastante potencial de forma individual. Tengo todavía mucho que explorar con algunos de estos temas. También durante estos años me ha tocado perder a la persona más importante de mi vida… Esto me hizo plantearme durante todo este proceso qué sentido tiene el papel de las religiones y nuestra existencia. Siempre me lo he preguntado, aunque este hecho lo incentivó.
En estos momentos de corrección política, es muy probable que este proyecto se considere blasfemia. ¿Cuál es tu intención última? ¿Te gustaría que la gente realmente formulara quejas serias y formales, donde incluso creyentes se involucraran? ¿O simplemente te ves brindando un espacio para la risa y el juego? Quiero decir, ¿planteas más bien un debate o quieres, a través de la ironía, subrayar algo? Perdona, ¿corrección o corrupción? No me ha quedado muy clara la primera pregunta… La intención, primeramente, es montar la idea y ver qué resulta de ello. Ni yo misma sé por dónde va a ir porque depende de lo que los participantes generen. Hay quienes se lo toman más a broma, mientras que hay otros que ven en ello una oportunidad para desahogarse. Lo que más me interesa en este tipo de proyectos es ver qué surge de forma espontánea. Por otro lado, considero que las religiones hablan esencialmente del mismo “concepto” pero con diferentes términos, y que hay tal nivel de ignorancia que se llega a odiar y matar a otro ser humano que habla de lo mismo pero con otro nombre. Es como si yo le echara la culpa a María Moliner por incluir demasiados sinónimos. Y es completamente comprensible que para algunos su Dios sea su propia madre, el dinero, La Veneno, etc…
Me encanta la idea de la azafata o funcionaria celestial. ¿Has pensado en trasladar toda esta experiencia a un formato escrito, a un libro? Dios, de hecho, sigue contestando emails, porque sí que había personas con muchas ganas de pedirle una explicación. Creo que, cuando finalice este proyecto, realizaré una selección de las preguntas y respuestas más interesantes y las publicaré en un libro. De momento, lo que sí he hecho ha sido enmarcar algunas hojas de reclamaciones con su respuesta, que se pueden ver en las exposiciones donde he presentado este proyecto, porque hay mucho potencial anónimo que merece darse a conocer.
Cuéntanos qué tal tu experiencia siendo Letizia Ortiz, cuando te metiste en la “espalda más icónica” de la monarquía española, para realizar tu proyecto “Eclipses Fotográficos”… Esta acción la planteé a raíz de la invasión de Meninas de Velázquez que sufrimos en Madrid desde abril a junio del año pasado, reinterpretadas por artistas profesionales y emergentes (así lo explica el creador de esta iniciativa, Antonio Azzato) como Carlos Baute, David Bisbal, Alejandro Sanz, el torero Enrique Ponce, etc. La idea de esta acción consistía en utilizar el personaje de la reina Letizia Ortiz y producir «eclipses fotográficos», entorpeciendo así las instantáneas de las personas interesadas en llevarse a casa una imagen con las «infantas». Aprovechando la polémica que ocurrió en Mallorca cuando la reina obstaculizó las instantáneas entre Sofía y sus nietas con los periodistas y sin querer convirtiéndose en una de las imágenes icónicas del 2018.
¿Qué futuros proyectos tienes en mente? Pues, ahora mismo, estoy metida en varias cosas a la vez que me tienen muy motivada porque suponen un gran reto para mí, me ejercitan los abdominales en las neuronas. Aunque sólo daré breves pinceladas, como un proyecto conjunto sobre el “futuro” sueldo básico universal, una oda a la crítica de arte mexicana Avelina Lésper (Tarek, confío plenamente en ti, no me defraudes con la música…), una futura web serie y un sueño que se me está retrasando excesivamente sobre un documental que me urge hacer y necesita financiación pero de momento no llega…
¿Hay algo que quieras añadir? ¿Quieres hacer algun tipo de reivindicación, llamamiento, demanda o lo que sea? ¿Alguien en la sala interesad@ en financiar mi fantasía de documental? Si tarda mucho en llegar, tendré que rellenar una hoja de reclamaciones a mi Dios particular… ¡Gracias! [Más información en la web de Laura Navarro]