Con «HDA» y «Universio» calentitas y a punto de estrenar nueva canción, entrevistamos a Las Bistecs para que nos lo expliquen todo sobre su broma muy seria.
Carla Moreno y Alba Rihe son muchísimo más que un pedazo de carne pobre y mediocre. Aunque ellas sean muy humildes y digan que se llaman Las Bistecs porque no llegan a ser entrecot (y también porque son carne fresca), en Fantastic Plastic Mag pensamos que son todo glamour, purpurina y belleza, por mucho que ellas mismas sean las primeras en etiquetar su música como electro-disgusting. Y ahí está la contradicción del ser humano, los matices, lo extraordinario de las personas… Porque la gente es maravillosa, como decían en aquel famoso anuncio.
En este mundo de cuentas de Instagram perfectas con fotos bonitas y estudiadas, lo que hace falta es un poco de naturalidad, de imperfección y locura, de caos, de arte y harte, de todo lo que nos dan Las Bistecs con cada canción que crean y con cada maillot que se ponen. Ya hablamos largo y tendido de lo fabulosas que son hace unos cuantos meses, pero queríamos entrevistarlas para saber un poco más de ellas. Lo hicimos el pasado 27 de diciembre con motivo del Tanga Xmas Fest, en el que también actuaron Vengaboys, grupo conocido por los hits de eurodance como «Boom Boom Boom» o «Up & Down«.
Las Bistecs se hicieron famosas a través de «HDA«, canción con la que salieron en el programa de Alaska y Segura y que habla de una manera peculiar sobre la historia del arte. Esto es lo que ellas tienen que decir al respecto: «¡Nos gustaría destrozar la historia del arte! ¡Que arda! Generalizando, son muy pesados todos. No es que las obras que hayan pasado a la historia sea de gente plasta: en su época, no sería así. Pero estudiarla y vivirla ahora es muy pesado. A las dos nos gusta mucho la historia del arte, que quede claro. Lo que más nos gusta es cómo se reflejan las condiciones sociales y políticas en el arte. Pero ahora mismo no se está reflejando mucho. La sociedad ha avanzado, pero en términos generales son siempre los mismos y son mucho más hombres que mujeres. El conflicto que vemos es que todo se ha actualizado de una manera muy viral, con las nuevas redes, y el arte no tiene el papel que tiene que tener, que es el que ayuda a cambiar y avanzar a la sociedad, sino que hay un tipo de arte que se queda estancado en un museo y aún se continúa venerando eso. El genio falogocentrista que está pintando en su cueva. Eso es una mierda y una tontería, y esa es la crítica que hacemos.
¿Podemos decir, entonces, que «HDA» es una canción feminista? «No diríamos que es feminista, sino más bien una crítica dentro del mundo del arte. En cierta manera es feminista, sí, porque somos mujeres y hablamos de lo que vivimos y de lo que somos y no podemos hablar de otra cosa, pero hay muchos tipos de feminismo a los que no nos sentimos cercanas. Estamos a favor de la igualdad, pero no del feminismo extremo que nace desde el rencor. Sí que es verdad que en visual art, que es lo que hemos estudiamos nosotras, hicimos revisión de todo lo que habíamos visto y no había ni una artista femenina… Y no es cierto, claro que hay artistas femeninas, pero no han transcendido. Hablamos desde nuestra visión y desde el electro-disgusting, que es una nueva tendencia creada por nosotras porque inventar es gratis. En el electro-disgusting no existe género: es para todo el mundo.»
Vestidas como si fueran Reyes Magos, como ellas mismas dicen, defienden lo cutre y lo feo, aunque con arte. Les pregunto si creen que España es el país del feísmo, a lo que ellas responden: «Por supuesto. Sólo tienes que ver a las celebridades a las que veneramos. Las que venera España. No sé en qué película, creo que era de Woody Allen, se decía que el pueblo escoge a sus celebridades. Y España ha escogido a lo más feísta. A parte de eso, el feísmo, el barroquismo y todo eso nos encanta. La reverberación, todo ese colapso visual… Creemos que vivimos con ese referente de la movida de los 80, y nos encanta este exceso. Feísmo, sí, totalmente. Y el kitsch y el cutre. Por ejemplo, nuestro vestuario es un poco así: nos lo hace Adaya Rois, que consigue que tengamos este aire de glamour decadente y nos parece muy bonito«.
Queremos saber qué es para ellas el arte. Nos comentan de broma: «Yo soy el arte y mi cuerpo es mi primer cuadro«. Y, ahora, en serio: «¿El arte es elitismo puro como estamos viendo en la actualidad? No, es cualquier forma de expresión que genere pensamiento y que, independientemente de que le guste a la gente o no, cree un comentario, un debate, que irrumpa. Hay a quien no le gusta nada nuestra música, y eso es fantástico. Y hay gente a la que le gusta… Pues fantástico también, El tema es que no deja a nadie indiferente, dentro de la saturación visual, mental y emocional que llevamos todos hoy en día. Es algo ante lo que la gente dice: ¿Qué coño es esto? Y se para a escucharlo. Algo muy loco. Hay muchos niveles de arte. Nuestra música sería arte feísta. El arte siempre va acompañado de un concepto más, porque el arte por el arte no tiene sentido. Pero si a esto que estamos haciendo le añades que hay una performance, hay un diálogo, una actitud, un vestuario, visuales, un concepto, música… Todo esto es una compilación de cosas que hace que a la gente le llegue un mensaje. Y es interesante ver cómo distintas personas decodifican ese mensaje, y todas las formas de decodificarlo nos gustan. Nosotras somos realistas, nos exponemos, y sabemos que brota en cada uno una opinión al respecto. Esa es la gracia. Si saliéramos como payasas que somos al escenario y la gente no tuviera ninguna opinión, no transmitiríamos nada«.
Otro concepto inventado por Las Bistecs es el enterground: «Esto fue un concepto que nos inventamos después de unas copas de vino. No nos queríamos clasificar, porque no nos gustan las etiquetas, por eso nos inventamos el electro-disgusting. Huimos de las etiquetas y, como no queríamos ponerle ninguna que ya existiera, dijimos, vamos a crear un hashtag. Y eso es el enterground… ¡Entrando!«.
La belleza se puede encontrar en cualquier parte, incluso en el feísmo: Nosotras encontramos la belleza en muchas cosas. En la crítica y, sobre todo, en el humor. Todo lo que hemos hecho siempre ha nacido con unas risas, y desde ahí hemos trabajado: desde las good vibes que generamos nosotras. Lo bello es algo que puede ser todo y nada. También, como hemos dicho, encontramos la belleza en la fina línea que separa lo noble de lo vulgar, y hay muchos personajes en la historia que representan muy bien esta línea. Divine, por ejemplo, que es muy vulgar pero a la vez es muy estético. Cuando se come la mierda de perro, también es estético. En general, todos los de nuestra generación nos movemos entre lo cutre y lo no cutre. Vivimos en una sociedad en la que prima el consumo, la gratificación instantánea, del ahora, de lo barato… Puedes vestir como una reina sin gastarte mucho. Nos gusta ese contraste de pobre, rico, vulgar, noble, y jugar con eso. Es un contraste que encontramos nosotras en nuestra manera de pensar, que es cutre y bonito a la vez«.
Después de los videoclips de «HDA» y «Universio«, en breve debería llegar hasta nosotros el nuevo single «Señoras Bien«, grabado nada menos que en Acapulco, con nuevas coreografías y estilismos fascinantes. Como dicen ellas: «Lo nuestro es una broma muy seria. Crítica, humor y baile«. [FOTOS: Tanga Xmas Party]