¿Cuáles son las mejores películas del año 2018 que ya deberías haber visto? Por aquí creemos que son tan solo diez… Ni una más, ni una menos.
Uno echa la vista atrás y solo puede mirar con cierta extrañeza y relativa compasión al año cinematográfico que ahora termina. Un año partido en dos, segmentado por un descorazonador páramo veraniego, cuya primera fase acumuló el grueso de estrenos orientados a la temporada de premios (de los cuales ya pocos permanecen en nuestra memoria) y cuyo último tramo se ha reforzado con varias obras presentadas previamente en festivales que han dado algo de brillo al panorama cinematográfico comercial de 2018.
Pero sí, queda un año agridulce. Algunas de las películas más fascinantes facturadas este año siguen a la espera de estreno, como “El Libro de Imágenes” de Jean-Luc Godard, “La Ceniza es el Blanco más Puro” de Jia Zhang Ke, “An Elephant Sitting Still” de Hu Bo, “Nuestro Tiempo” de Carlos Reygadas o “Largo Viaje Hacia La Noche” de Bi Gan. De algunos cineastas esperábamos algo más o algo distinto, véase el caso de los Andrey Zvyagintsev, Sebastián Lelio o Carlos Vermut, que decepcionaron en diferente medida con sus “Sin Amor”, “Disobedience” y “Quién te Cantará”. Gaspar Noé y Michael Haneke, a pesar de que tanto “Climax” como “Happy End” esconden argumentos interesantes en su sátira, no parecen haber encontrado el tono de fascinación que algún día supieron ofrecer. Y, a propósito de vacas sagradas como Steven Spielberg, con su “Ready Player One” o Wim Wenders con la infame “Inmersión”, solo podemos desearles una pronta y feliz jubilación.
Aun así, la lista de las mejores películas del año según los que formamos esta publicación trae consigo diez grandes películas. Muy grandes tienen que ser para haber dejado fuera por ejemplo las últimas películas de Hong Sangsoo, de Philippe Garrel, de Paul Schrader o las cintas de cuatro directoras que hubieran merecido también estar presentes en este top, como son Agnès Varda con esa inspiradora “Caras y Lugares”, Claire Denis retorciendo hasta el colapso la comedia romántica con “Un Sol Interior”, Valeska Grisebach con la cruda “Western” y la debutante Celia Rico, que con “Viaje al Cuarto de una Madre” ha firmado una de las películas españolas del año.
Ese honor, no obstante, ha sido para la magnífica “Entre Dos Aguas” de Isaki Lacuesta, un estremecedor pero tierno estudio de un presente macerado por el pasado. También a vueltas con el pasado se revuelve la elegante “Roma”, la historia de supervivencia de clases con la que Alfonso Cuarón homenajea a su particular manera (grandilocuente y sentimental) a las mujeres de su infancia. Y dos mujeres que sitúan un imaginario espejo frente a un hombre, dando un reflejo terrible de la masculinidad, forman parte del leit motiv de la vibrante y sutil “El Hilo Invisible”, con la que Paul Thomas Anderson sigue depurando su elegancia a la hora de filmar.
El pasado también modela el inabarcable vodevil “Lo que Esconde Silver Lake”, en el que David Robert Mitchell destroza la nitidez del discurso de su anterior “It Follows” para crear un disparatado, multirreferencial y fascinante homenaje a Alfred Hitchcock que bien pudiera haber imaginado el mismísimo Tao Lin. Prima hermana en su forma de jugar con sus referencias con absoluta libertad es esa Caperucita Roja en un viaje al fin de la noche que nos cuenta Masaaki Yuasa en la triunfal fuga de ideas que es “Night is Short, Walk on Girl”, donde Boris Vian revolotea en forma de motor inmóvil sobre la madrugada de un Kyoto onírico.
La angustia que rezuma “Custodia Compartida” de Xavier Legrand, para algunos la película más terrorífica del año sin tener lazos de parentesco con dicho género, o la tristeza que anida en “Lucky”, la despedida –ficcionada y real– de la mirada melancólica y perdida del admirado Harry Dean Stanton son el contrapunto para las emotivas pero luminosas “Call Me By Your Name” de Luca Guadagnino y “Lazzaro Feliz” de Alice Rohrwacher, ambas sustentadas en la confrontación (sentimental en la primera y espiritual desde el entorno en la segunda) para cimentar su elemento dramático y crear obras de trago amargo en boca pero de poso esperanzado.
Y, por encima de todas ellas, un retrato majestuoso de la transformación de la Europa del siglo XX reflejada en los ojos de dos amantes, narrada a golpe de elipsis mayúsculas y partituras minúsculas, que incide en ese secreto a voces que, generación tras generación, ha ido quedando marcado a fuego en el devenir de la raza humana, y que certifica que el amor es más grande que la muerte. [David Martínez de la Haza] [COLLAGE: Gabri Guerrero]
10. «Lo Que Esconde Silver Lake«, de David Robert Mitchell
9. «Custodia Compartida«, de Xavier Legrand
8. «Lucky«, de John Carroll Lynch
7. «Entre Dos Aguas«, de Isaki Lacuesta
6. «Roma«, de Alfonso Cuarón
5. «El Hilo Invisible«, de Paul Thomas Anderson
4. «Lazzaro Feliz«, de Alice Rohrwacher
3. «Night is Short, Walk on Girl«, de Masaaki Yuasa
2. «Call Me By Your Name«, de Luca Guadagnino
1. «Cold War«, de Pavel Pawlikowski