Y ahora viene cuando, por lo bajini, Karl Lagerfeld va y se caga en Alber Elbaz y en muchos otros practicantes del high class fashionista que dijeron que nunca se venderían al mercado de masas y que, finalmente (y para placer nuestro y de nuestro bolsillo), se han marcado colecciones paralelas low cost o colaboraciones como las ya esperadísimas de H&M. Pero el Káiser es el Káiser… Y así lo demuestra cuando se pasa por la cara (y por otro sitio) las ínfulas de los demás y crea el «masstige«, una fusión entre los términos «mass market» y «prestige«. La teoría mola, pero es que la práctica mucho más, tal y como puede verse en la colección en la que aplica estos conceptos: KARL, una propuesta definida por el propio diseñador como irónica, accesible y artística y que ya puede adquirirse (desde el pasado 25 de enero) en Netaporter. A partir del febrero, además, estará disponible también a través de la web karl.com. Hasta entonces, puedes aplacar al mono de tener la colección entre las manos con las fotos de la presentación que se marcó el Káiser el pasado 25 de enero con una cena exclusivísima en su nuevo headquarter en pleno barrio de Saint Germain (París). Dicen por ahí que era impresionante el flujo de famosos como Astrid Bergès Frisbey (actriz), Caroline de Maigret (modelo) o las tres modelos de la campaña, Anja Rubik, Saskia de Braw y Sui He. Pero nosotros nos quedamos, como siempre, con Azealia Banks. Vaya binomio el de Azealia y Lagerfeld. Miedo nos da.