La Veneno ha muerto después de varios días en coma… Y desde Fantastic sólo podemos pedir una cosa: que seáis buena gente y no os dejéis llevar por el cotilleo.
A estas horas, absolutamente todo el mundo debe conocer ya la noticia porque ha trascendido a todos los medios (y, curiosamente, a medios de muy distinta condición: desde noticias hasta cotilleo)… Pero, por si acaso, vamos a repetirla: La Veneno ha muerto hoy 9 de noviembre. Había estado ingresada en el hospital La Paz de Madrid desde el pasado domingo después de que su pareja la encontrara inconsciente en el sofá de su casa. La historia «oficial» dice que la pareja de Cristina Ortiz Rodríguez encontró también sangre en el baño, lo que ha inducido a la policía a pensar en una caída accidental causada por su estado de embriaguez.
Al fin y el cabo, esa misma historia «oficial» tampoco ha ocultado en ningún momento que los análisis confirmaron presencia de alcohol y benzodiacepinas (o lo que es lo mismo: Valium, Orfidal o cualquier medicamento similar) en la sangre de Cristina. Más motivos todavía para pensar en un accidente que causó un edema cerebral que presionaba el cráneo de Ortiz Rodríguez y que hizo necesaria una operación de urgencia en la que un pedazo del cráneo tuvo que ser cortado para evitar más lesiones internas. En La Paz decidieron inducir un estado de coma para acelerar la absorción de coágulos en el cerebro… Pero las medidas fueron insuficientes y ha fallecido esta misma mañana. Hasta aquí la versión «oficial».
Y si hasta el momento hemos entrecomillado lo de «oficial» es porque nos encontramos ante un caso realmente peliagudo. Al fin y al cabo, parece que no hay una versión «oficial» porque nadie se ha erigido en portavoz de Cristina Ortiz Rodríguez. En prensa prolifera eso de decir que «la familia» ha hecho tal o que ha dicho cual (se dice que la familia ha interpuesto una denuncia en la policía y que presuntamente estarían inculpando a La Paz por negligencia), pero a la hora de la verdad no existen unas declaraciones realmente oficiales más allá del comunicado del estado inicial y posterior fallecimiento de La Veneno.
¿Qué significa esto? Que, tratándose de quien se trata, ya corren por ahí diferentes versiones «oficiales» que incluso se han atrevido a arrojar insidiosas sombras al asunto, hablando desde palizas a ajustes de cuentas pasando por el típico «se llevó a un chulazo a casa y esto es lo que pesa«. Ya lo sabemos: la gente puede ser y es muy desalmada, y tratándose de un personaje público tan jugoso, no es de extrañar que haya quien decida apostar por la versión truculenta de los hechos.
Pero, por favor, seamos buena gente. No hay duda de que La Veneno es un icono contracultural de nuestro país. Podría haber sido nuestra Divine, pero este país no estaba preparado por un personaje de un calado tan complejo. La Veneno fue y será un icono contracultural que, además, lo paso bastante mal en su vida, con etapas de verdadera penuria y ostracismo. Así las cosas, y teniendo en cuenta que por fin parecía haber encontrado un reconocimiento gracias a las memorias escritas por Valerie Vegas, «¡Digo! Ni Puta Ni Santa«, su fallecimiento no podría haber llegado en peor momento. Ha habido medios de comunicación masivos que le dieron la espalda en su recuperación con las mencionadas memorias y que, nadie lo duda, ahora se sumarán al carro del tomateo. ¿No habría sido mejor dignificar en vida a través de sus memorias que demostrar que eres un medio carroñero ahora a su muerte?
Precisamente por eso repetimos: seamos buena gente, por favor. En nuestra mano está denigrar la figura de La Veneno a través de habladurías absurdas o, por el contrario, tratarla con el respeto que merece. En Fantastic puede que seamos mucho del cotilleo y de cuchichear a escondidas, pero en esta ocasión decimos NO. En mayúsculas. Esta vez toca celebrar el icono de La Veneno y hacer todo lo posible para conservar su figura intacta, dentro de los claroscuros en los que evidentemente vivió. Todos tenemos dos opciones: convertir esto en un circo o, por el contrario, decir un sentido adiós con cariño y respeto. Nosotros somos de la segunda opción. Y esperamos que tú también.