El nuevo parón de la Liga, obligado por los compromisos de las selecciones nacionales en la fase de clasificación para el Mundial de Fútbol de Brasil 2014, permitió que se hablara de chorradas varias estas últimas semanas… Por ejemplo, del enigma que deslizábamos como colofón a la anterior columna de esta balompédica sección: ¿qué forma tendrá a futura mansión de Leo Messi? Pues, efectivamente, de balón, como no podía ser de otra redonda manera.
De hecho, parece que todo en la vida del astro argentino tiene trazas esféricas. De ahí que, cuando llegó a este mundo su vástago, corriera como la pólvora por la red un chiste relacionado con la feliz noticia: “¿Ya ha nacido el bebé de Messi? Sí ¿Y qué ha sido? Balón… Perdón, varón”. Vale, no tiene demasiada gracia, lo aceptamos… Pasemos página para, sin salir de Can Barça, comentar otro entretenimiento propiciado por la falta de pan liguero que llevarse a la boca y relacionado con la figura de su técnico, el ‘Tata’ Martino, comparado con un espantapájaros cuyo único mérito reconocido por sus detractores ha sido haber elegido un polo color pistacho que se viste partido tras partido debido a sus positivos efectos como amuleto… El entrenador culé hace caso omiso a las voces críticas, aunque no estaría de más que se reivindicara imitando a su alter ego paródico del programa «Crackòvia» al ritmo del “Get Lucky” de Daft Punk. Genial.
También en la televisión vertió su ración de gilipolleces el Real Madrid, guiado por su omnímodo presidente, Florentino Pérez, que tuvo que salir al paso del polémico revuelo mediático levantado por una supuesta lesión en la espalda de su niño mimado, Gareth Bale. Una dolencia que empezó siendo la hernia más cara de la historia del fútbol y que acabó por reducirse a una protrusión discal, expresión que medio mundo comenzó a manejar con soltura a diario. La aparición mesiánica del mandamás del club blanco se produjo, lógicamente, en “Punto Pelota”, su segundo hogar, donde recibió un múltiple masaje con final feliz en el que algún que otro colaborador del programa-altavoz merengue soltó espumarajos contra el periodismo deportivo crítico con los sucesos que ocurren en el Real Madrid, como que Ancelotti hubiera colocado a su yerno en su staff técnico en calidad de nutricionista. Puro cotilleo catódico futbolero, que alcanzó su punto álgido de surrealismo hace unos días, cuando Sergio Ramos irrumpió en la mesa de “El Hormiguero” para cantar una tonada flamenca, guitarra en ristre, a su sorprendida y humedecida amada Pilar Rubio. ¡Que viva España!, como cantaría el fenecido Manolo Escobar. Si Manolo de Huelva y Manolo Caracol levantaran la cabeza…
¿Y qué tal el fútbol, la Liga? Bien, gracias. En las últimas jornadas disputadas, el líder, el FC Barcelona, pasó de obtener ocho victorias en otros tantos encuentros (así Martino se convirtió en el primer entrenador en la historia de la Liga en conseguirlo en su ocho primeros partidos) con un Neymar estelar aunque tildado de teatrero a ver cortada su inmaculada racha ante Osasuna, por culpa de un pobre empate a cero. De ese modo se acabó otro récord blaugrana: 64 partidos ligueros consecutivos perforando la portería contraria. Por su parte, el flamante segundo clasificado del campeonato, el Atlético de Madrid, siguió un camino parecido al del Barça: primero venció al Celta para cosechar también ocho triunfos en ocho jornadas y encumbrar al brasileño Diego Costa -el delantero de moda y posiblemente de la selección española dada su doble nacionalidad- a lo más alto de la tabla de goleadores; pero, posteriormente, una derrota ante el Espanyol bajó al equipo colchonero a la tierra.
Gracias a ello, ya está soplándole en el cogote el Real Madrid, cuyas dos victorias ante el Levante (con remontada épica incluida) y el Málaga han apretado la cabeza de la Liga y han mostrado algunas cosas: una de las celebraciones tableteras de Cristiano Ronaldo, la exigencia de los aficionados blancos para que se apoye más a la cantera de su equipo (con el joven delantero Morata a la cabeza) y la mejora de la imagen de su técnico, el hasta hace nada considerado vende-humo Carlo Ancelotti, que ya habla un español aceptable aunque con un asombroso acento del Morrazo (península del sur de Pontevedra) que echa para atrás.
Como siempre, da la sensación de que el resto de clubes de la Liga no existen o, simplemente, se quedan con las migajas. A día de hoy, las más sabrosas se las llevan el Villarreal, que continúa cómodamente instalado en la cuarta plaza, a pesar de que transmite algunos síntomas de flaqueza; el Getafe, que ha ido escalando posiciones de manera lenta pero segura; y el Athletic de Bilbao, que no pierde comba con los equipos punteros aunque su juego no sea precisamente vistoso. Lo peor para estos y demás equipos es que este fin de semana se juega el ‘Clásico’ entre el Barcelona y el Real Madrid en el Camp Nou. Con lo cual, prepárense para la tormenta, verán relámpagos de colores azul, grana y blanco por doquier. Lo mismo que sucederá en el siguiente capítulo de esta columna, nos tememos…