Sandrine Revel y Marzena Sowa te obligan a reflexionar sobre cómo el contexto puede cambiarlo todo en el cómic «No Puedes Besar a Quien Quieras».
Hay una cosa que aprendes con el paso del tiempo: todo (pero absolutamente todo) depende del contexto. Un mismo acto puede tener los significados más diversos dependiendo del lugar, el momento, el ambiente, las compañías… Cosas que a día de hoy tenemos totalmente interiorizadas como «naturales» pueden ser consideradas justamente lo contrario en otros momentos y lugares de la historia. Y, sobre todo, las consecuencias de esos actos pueden variar de forma significativa dependiendo del entorno en el que acontezcan. ¿Interesante? Pues esta es la línea de pensamiento que siguen Sandrine Revel y Marzena Sowa en «No Puedes Besar a Quien Quieras«.
El punto de partida parece sencillo y mil y una veces vivido: un chico intenta besar a una chica en el cine, pero la chica no sólo le rehuye, sino que incluso se chiva a sus mayores al respecto de la actitud del chaval en cuestión. Pero, ojo, porque lo que a día de hoy se consideraría una chorrada como una casa, en el cómic de Revel y Sowa adquiere tintes épicos y extremadamente dramáticos debido al contexto en el que se sitúa: ese niño ha intentado besar a la niña en un cine durante la proyección de una cinta propagandística de la república socialista en la que ambos viven.
Interesante, ¿verdad? Pues, a partir de ahí, «No Puedes Besar A Quien Quieras» sólo puede ir a mejor a la hora de retratar a partir de la visión descarnada e inocente de unos niños los claroscuros de una sociedad totalitaria que funciona a partir de valores tan corrosivos como la paranoia generalizada o la obsesión por el control estatal. Editado recientemente por La Cúpula en nuestro país, este es uno de esos cómics que van a hacer que te replantees tu propia realidad después de haberlo leído.