Si es que… tarde o temprano nos iba a tocar pillar por algún lado. Lo sabíamos. Esto de leer está claro que, de alguna forma u otra, acabaría tipificado como una enfermedad pura y dura (por el horizonte asoma la cabeza de Ray Bradbury mientras escribo estas palabras). Y, aunque no sea «de forma pura y dura», lo cierto es que pica mucho la curiosidad saber cuál es el enfoque que habrá escogido Joaquín Rodríguez para abordar esta «Bibliofrenia» recién publicada por Melusina. El prólogo corre a cargo de Fernando R. de la Flor, quien describe perfectamente el principal síntoma del bibliofrénico: «A medida que se va acercando a la saturación, el horizonte del bibliómano siempre retrocede, pues de modo continuo le salen al paso noticias de libros fabulosos y perdidos, en una suerte de moderna reedición del suplicio de Tántalo«. Si te has sentido identificado con la definición, ya tardas en hacerte con el libro de Rodríguez. Vamos, que te acabamos de dar un motivo más para ser bibliofrénico. Eso sí, si vives en Madrid puedes solucionar tu enfermedad acercándote a la Feria del Libro de Madrid 2010 (que se celebra del 28 de mayo al 13 de junio en el Parque de El Retiro), donde «Bibliofrenia» es una de las novedades destacadas.