No sabríamos si decir que la alfombra roja de los Grammy 2019 han sido mejor o peor que la de los Oscar… Pero está claro que es mucho más divertida.
Nadie puede negar que, a día de hoy, la gran alfombra roja, esa con la que todos se comparan (o, por lo menos, intentan compararse), es la de los Oscar. Sin lugar a dudas. Porque lo de la MET Gala ya queda fuera de toda comparación, claro. Así que da igual que se trate de un evento de cine, de música, de conciencia social o de macramé: si tienes más de dos celebrities en tu red carpet vestidos con marcas de relumbrón, serás comparado con los Oscar. Es por eso mismo que sorprende que los Grammy, que tradicionalmente había sido un pedazo de cuadro de red carpet, empiece a ser un eventazo cada vez más solvente.
Y es que los Oscar tienen unos parámetros marcadísimos de elegancia de los que es bastantes difícil salirse sin dar el cante… Pero en los Grammy todo está permitido. Y esto, que hace décadas solía traducirse en un festín de extravagancias mal entendidas, ahora ya es una verdadera concatenación de riegos muy (pero que muy) bien asumidos. Ahí está, por ejemplo, Cardi B petándolo en su llegada a estos Grammy 2019 con un Mugler que era una escultura en movimiento; o una Kylie Jenner que parecía un personaje salido directamente de «Dragon Ball Z» o alguna serie de anime igual de loca.
El concepto «escultura en movimiento», por cierto, ha sido una de las tendencias de una noche protagonizada por outfits imposibles de gente como Katy Perry (en un estilizado Balmain), Heidi Klum, Janelle Monáe, Thierra Whack, Zuri Hall, Ashanti… Y mucho ojo con la moda masculina, que ha dado tan buenos momentos como Leon Bridges (Bode), Pusha T (Thom Browne), Diplo (Berluti) o Beck (Gucci). ¿Qué significa todo esto? Que, mirad, no sabemos si esta alfombra roja es mejor o peor que la de los Oscar, pero lo que está clarísimo es que ya la esperamos de cara al año que viene como si no hubiera un mañana porque, por lo menos, es mucho más divertida que aquella.
Más información en la web de los Grammy 2019.