La segunda edición del concurso Burn Studios Residency ya está más que on fire. La semana pasada estuvimos en Elrow (el Santuario de los afters y la que está considerada como una de las mejores discotecas de Europa) para presenciar la batalla de la que saldría el representante español de esta edición, que viajará a Ibiza para recibir clases en un boot camp de la mano de djs profesionales (este año los profesores son Joe Goddard, Solomun, Steve Lawler, Maceo Plex y Fatboy Slim) y de ahí con lo aprendido a pelear con su propia sesión por una de las tres residencias que ganan los finalistas. Poca coña, ya que el premio es pinchar de forma profesional (o sea, remunerada) en tres cimas de la fiesta veraniega mundial: Privilege, Café Mambo y Sankeys. Con razón los cinco finalistas estaban nerviosos y excitados: tenían delante la oportunidad de su vida.
Por la cabina desfilaron el madrileño (y jovencísimo) BeatStorm, el asturiano Kika Dj, Santi Lisallo, el gaditano Edone Music y Dis Dope. Todos tenían tan sólo veinte minutos para presentar en directo la maqueta que habían presentado al concurso, y demostrar en primera persona por qué merecían viajar hasta Ibiza… Pero únicamente podía quedar uno. Los cinco demostraron artes y técnica, y cada uno desplegó un encanto distinto, pero de entre los sonidos londinenses de Dis Dope (que pinchó dos canciones de AlunaGeorge -una de ellas el temazo a cargo de Disclosure, y ahí casi nos arrodillamos) y los temas propios de Edone Music (que se atrevió a mezclar cinco temas producidos por él mismo, ¡olé sus narices!), enseguida destacó el carisma de Kika Rodríguez con su batería de hits elegantes que no tardó en alzarse como el favorito de la noche.
Mientras el jurado formado por Nano Dj, Joan Arnau (el jefazo detrás de Elrow y Florida 135), José Ignacio Simón, Israel Méndez, Alberto Velarde y Manu Vulcano (el flamante finalista español y ganador de la edición anterior) decidía, los medios allí presentes pasamos un rato la mar de distendido con los finalistas, que ya se habían quitado la camiseta de «dj» y que se abrieron a nosotros de forma súper natural para contar anécdotas y compartir nervios y sueños. Todos estuvieron de acuerdo en recalcar la importancia de una plataforma como el concurso Burn Studios Residency para dar a conocer a nuevos talentos, y lo cierto es que incluso tuvieron suerte para sorprendernos al declarar casi unánimemente que el club en el que les gustaría ganar la residencia es el Café Mambo o al negarse a declarar como influencia a ningún dj de la última escuela (lo que primaron fueron valores incontestables como Roger Sanchez o el mismo Fatboy Slim).
Después tocaba el turno de charlar con el jurado, que para cuando se sentó con nosotros ya tenía su decisión tomada. Nos contaron que se habían presentado más de mil maquetas, que España había sido el país con mayor número de participantes y todos coincidieron en el hecho de que en nuestro país hay una excelente cantera de djs noveles que merecen estar ahí fuera dándolo todo. También resaltaron que, más que una técnica impecable, lo que hace grande a un dj es su carisma y su capacidad para conectar fácilmente con el público… Ahí Arnau se desmarcó confesando que, a la hora de programar en sus salas, lo que miran sobre todo es si el dj lo pasa bien y hace que el público lo pase bien (que tomen nota algunos que cuando pinchan parece que vayan al paredón).
Quizá por eso, el jurado no mostró ningún tipo de duda al nombrar como ganador a Kika Dj, quien en veinte minutos se nos metió a todos en el bolsillo y que en la entrevista posterior con los medios, ya como finalista de la segunda edición de Burn Studios Residency, se mostró como un tio la mar de llano, aficionado al hip hop, divertido y bastante seguro de sí mismo. Estaba nervioso como una virgen delante de un sueco de dos metros, pero aún así aguantó el tipo cuando Manu Vulcano le cedió el testigo (bueno, literalmente se pasaron una corona invisible) y le dio el mejor consejo que se le podía dar: «Sé puntual, no faltes a ninguna clase, cuidado con las fiestas en Ibiza y, sobre todo, sé humilde«. Escrito así, suena como si fuera su madre la que le está hablando… Pero, viendo la que se le viene encima a este joven asturiano (que en mayo hará su primer viaje a Ibiza), nos parecen los mejores consejos ever. ¡Más le vale tomar buena nota de todo!