Primero fueron bambas, luego fueron zapas y con el tiempo hemos introducido en nuestra jerga diaria el concepto “sneakers” con ligereza y facilidad. Pero ¿alguien se ha preguntado alguna vez de dónde le viene a los sneakers el nombre? Posiblemente no, porque sois personas con vida y esas cosas, pero aquí estamos nosotros para desvelar las dudas existenciales que todavía no os han asaltado. Sneakers se les aplicó a principios del siglo XX a las zapatillas de la casa Ked, eran de lona con suela de goma, tan silenciosas y discretas que permitían andar “sigiliosamente” (sneak). Con esta introducción histórica y didáctica lo que venimos a decir es que Keds es una marca fundacional en lo que a calzado deportivo respecta. En los años 20 calzó a tenistas y deportistas de pro, en los 60 a iconos de estilo como Audrey Hepburn y Paul Newman, y en los 80 dio el salto (nunca mejor dicho) como calzado in que vistió pies tan celebérrimos como los de Patrick Swayze (Dios lo tenga en su gloria, bailando Dirty hasta el fin de los tiempos) o los del cast de «Salvados por la Campana«… Tomaya.
Dejando de lado el anecdotario celebrity, si Keds llevan casi un siglo petándolo en el ámbito del calzado es por su diseño atemporal (el modelo Champion es tan clásico como efectivo) y su calidad indiscutible. Estamos deseando ver todo el catálogo completo de verano. De momento, el avance nos trae unas zapatillas discretas, cómodas y elegantes, una apuesta segura para cualquier día.
El encanto de la sencillez hecho zapatilla, o bamba… o sneaker.