Dicen por ahí que The Prismatic World Tour de Katy Perry es un chochazo de proporciones faraónicas… Lo comprobaremos el 16 de febrero de 2015 en Barcelona.
Te (nos) gustará más o menos, pero a Katy Perry no se le pueden negar un buen puñado de jitazos de esos que, en cuanto suenan mientras pasas por delante del Bershka, te inducen al bailoteo durante tres minutos. Como mínimo. Así a bote pronto contamos por lo menos diez de estos jitazos, y algunos de ellos incluidos en su último disco «Prism«. Sino, ver quién es el guapo que escucha «Roar» y no la tararea mentalmente. Imposible resistirse. Pues eso.
A la Perry la acusamos un poco de no ser ni chicha ni limoná y de no haber encontrado aún su rollo (pero bueno, lo mismo le pasa a Rihanna y ahí está, ahí está, viendo pasar el tiempo), pero la noticia de su paso por el Palau Sant Jordi de Barcelona el próximo 16 de febrero de 2015 nos obliga a pararnos y pensar: «¿queremos ir?» Y nosotros, que a un buen show no le decimos que no (a uno malo tampoco) , nos pronunciamos con un rotundo SÍ. ¿Por qué? Ya lo hemos comentado más arriba: ahora mismo, la media de hitazos de la americana es mucho más elevada que, por ejemplo, la de Lady Gaga (unas cardan la lana, ya se sabe) y el hecho de que la de «Poker Face» ande a la greña criticando el nuevo espectáculo de la Perry (The Prismatic World Tour se llama) acusándolo de plagio, sólo indica que está francamente nerviosa y ve su efímero reino peligrar.
Más motivos: se dice, se comenta, que The Prismatic World Tour es un chochazo de proporciones faraónicas con sobredosis de colorinchis y mucho flúor homenaje a los 90. Sólo con ver las pintas que se gasta la Perry a diario es fácil imaginar la orgía de vestuario que puede ser eso. Que ni hará falta que te regalen LSD a la entrada ni nada, porque el viaje psicotrópico puede venir únicamente con mirar al escenario. Más cosas a tener en cuenta: bailarines mil, toneladas de confeti, bolas de espejos, gatos, caballos, pirámides y la Perry vestida de la Cleopatra que vino del Espacio Exterior. Si eso no son motivos suficientes para pagar la entrada, que baje el Dios Ra y lo vea. Nosotros ya estamos ahorrando para soltar los 95 € que cuesta la entrada de pista. No pasa nada, aún quedan unos meses por delante (para ahorrar).