Y así, como quien no quiere la cosa, casi sin que te enteres, el fin de semana acaba de empezar gracias a esta sesionaca de Juan MacLean.
Juan MacLean es uno de los valores básicos de la escudería DFA. Y la verdad es que, oye, habrá que reconocer que llegar a ser un valor básico de una santa casa tan talentosa como DFA tiene su mérito. Pero es que, al fin y al cabo, el señor Juan MacLean se ha demostrado excelso en los dos campos en los que tenía algo que demostrar: en el estudio ha facturado discos muy tremendos bajo el nombre de The Juan MacLean (que ya no es sólo él, sino que es un proyecto compartido con Nancy Whang); y como dj… Joder, como dj el hombre se sale.
He de reconocer que he perdido la cabeza en más de dos y tres sesiones de este señor. ¿El motivo? Pues es muy básico: Juan (y me permito aquí llamarle por su nombre de pila por la proximidad castiza que le otorga) es uno de esos tipos que sabe doblegar tu voluntad y meterte dentro de sus sesiones sin necesidad de ganchos facilones. Lo suyo es la profundidad de campo, pero eso no significa que sea aburrido: con él no tienes la sensación de que deja las canciones durante diez minutos. Ni mucho menos.
Se le intuyen a MacLean, al fin y al cabo, muchas horas (y días y semanas y meses) hurgando entre cubetas de vinilos a la búsqueda del temazo definitivo. Por eso mismo no es de extrañar que la buena gente de Discogs le haya pedido al bueno de Juan una sesionaca con la que promover Crate Diggers, una feria de discos que se celebra este fin de semana en Los Ángeles y que presenta una doble oferta: feria de día, fiestaca de noche.
Fiestaca aseguradísima, vamos, si todo está en la línea de esta sesión de Juan MacLean: una horita que se abre con una dulce extravaganza antes de entrar en materia y ponerte el ánimo bien deep. En resumidas cuentas: una de esas sesiones que podrían durar siete horas y ni te enterarías. Maravilla pura. [Más información en el Soundcloud de Discogs y en el de The Juan MacLean]