Al respecto de la financiación, ya habéis probado el crowfounding… Sí, con eso ya hemos conseguido los 6.000 euros que pedíamos, y la consecuencia es que de repente tenemos cinco o seis actividades que haremos en el centro de la ciudad de Barcelona: nosotros estamos arriba, en el Instituto Francés, y con esto bajamos al Raval y hacemos que nuestro mensaje llegue a la gente que tiene que llegar. No por estar en España y en Barcelona toda la gente que vive en Barcelona es súper gay-friendly y respeta todos los derechos, en absoluto. Hay que bajar a los barrios donde hay problemas y donde la gente puede recibir este mensaje de forma más interesante… Bajar al Raval era nuestra prioridad. No podemos dejar nuestra sede, porque estamos muy contentos con el Instituto Francés, pero con esta ayuda podemos hacer conciertos y proyecciones gratuitas al aire libre para que vayan inmigrantes y gente que tiene más necesidad de ver películas de este tipo. Pero insisto: quien tiene que apostar por este tipo de festivales o de proyectos son las instituciones públicas, porque son ellos los que más se benefician y los que más alardean luego de tenerlos en la ciudad. No puedes presumir de tener una ciudad abierta, cosmopolita y progresista y no apoyar a los proyectos que, de por sí, no pueden ser rentables. Y el cine no puede ser rentable: el precio de una película y de los subtítulos no lo consigues ni llenando la sala. O está subvencionado o es insostenible. Nuestro trabajo es conseguir apoyos privados y marcas, pero si no tenemos el apoyo de las instituciones públicas, esto no va. Pero ni esto ni nada.
Entonces, ante este panorama, ¿no hay espacio para pensar que el FIRE!! puede ir incluso a más, más allá, más lejos? Hombre, empezamos a extendernos. A mi lo que me gustaría es hacer un FIRE!! virtual y tener un festival online que se pudiera ver en todo el mundo. Pero por ahora vamos hacer un FIRE!! en Girona y otro en Terrassa, más pequeñitos, y queremos hacer otro en Valencia: ir extendiéndonos poco a poco. Pero llegar a otras ciudades tampoco es el objetivo principal. También hay otros festivales interesantes en otras ciudades. Nosotros hemos nacido en Barcelona y queremos que sea realmente reconocido y tenga su nombre. Si conseguimos más financiación, yo prefiero invertirlo en mejorar el festival de Barcelona que no en extendernos hacia otras ciudades.
Mencionabas la posibilidad de hacer un FIRE!! virtual… Un inicio podría ser el acuerdo que ya tenéis con Filmin, ¿no? Es está muy bien. Ha sido muy importante entrar en Filmin, la confianza que nos han dado para que el FIRE!! sea como un comisario de las películas de temática LGBT y que confíen en el criterio del festival para recomendar al público en general de España las películas que están en FIRE!! La proyección que nos ha dado Filmin ha sido enorme, pero la gestión de los derechos de las películas para proyectar en un festival o en Video on Demand son muy diferentes, así que tampoco podemos competir. Por eso tampoco tenemos ganas de ir haciendo el FIRE!! físico de Barcelona más pequeño para hacer más grande el virtual: tiene que ser una cosa sostenible, progresiva y poco a poco.
Cambiando un poco de tema… En muchos festivales, la temática de cada año suele ser algún tipo de corriente cinematográfica. En vuestro caso, ¿es más bien tomarle el pulso a cómo está la cuestión gay en este momento presente? Es un poco la actitud de la gente que hacemos el festival: independientemente de la sexualidad de cada uno, venimos de mundos muy diferentes, unos de la música, otros del diseño gráfico… Nos gusta la cultura en general. Pero queríamos hacer algo nuevo. De ahí nace el carácter pedagógico, educativo y la función social del FIRE!! Con todo esto nos planteamos: ¿qué hacemos? No somos un festival que compita con otros por tener 150 películas. La cantidad no es importante, sino que lo importante es la calidad. Y a nivel de presupuesto tampoco nos podemos plantear hacer un festival con cinco sedes y demás, así que nuestra salida es hacer una mostra que no sea competitiva: pocas películas, buenas películas, y crear un discurso, que es lo que nos gusta. Un discurso con el que podamos jugar a nivel gráfico, a nivel de catálogo, a nivel de textos de gente invitada, a nivel de ciertas temáticas y que todo tenga una coherencia. Esa coherencia nace cuando piensas en el tema cada año, porque después te reúnes con el diseñador gráfico y él crea una imagen que va alrededor del tema. Es como si el festival fuera una persona orgánica que cada año va cambiando y creciendo, que cada año nos pide algo diferente al anterior. Eso no lo marcan las películas: cuando tu empiezas en septiembre a pensar en la próxima edición no tienes ni idea de qué pelícuas te van a dejar. Por eso empezamos pensando alrededor de un tema: así vamos construyendo toda la personalidad de la mostra de ese año en función de ese tema y, cuando llega el momento de elegir las películas, también vas más focalizado a elegir películas que hablen de un tema en concreto. Y luego está la cuestión crítica y auto-crítica: cuestionar las cosas para hacer que la gente piense, que no es lo mismo ir a ver un festival de temática LGBT que un festival de gastronomía. También queremos hacer reflexionar a la gente, sean gays o no, sobre hacia dónde van las relaciones afectivas de las personas.
Si puedo dar una opinión personal llegados a este punto, creo que eso es lo que os hace necesarios: el mundo gay tiende hacia la falta de auto-crítica y hacia la complacencia, mientras que vosotros intentáis crear un debate nada autocomplaciente. Si es que sólo hay que ver la gráfica: en otros festivales gay, en la gráfica hay mucha autocomplaciencia como tú dices y mucha normalidad. No hay riesgo y siempre se va a lo mismo: gente besándose, banderas de arcoiris y una imagen súper reconocible. Nosotros no queremos jugar a eso. Nos lo curramos un poco más.
Entonces, ¿a qué viene este año el «We can be heroes«? El año pasado fue más político y combativo, y este año queríamos algo más festivo y de alegría. La gente está triste, la economía está triste, el país está triste… Pues nosotros vamos un poco a celebrar. Y a romper. Vamos a dar un poco de luz. Por ejemplo, el spot del año pasado era todo en negro: un rey al que descoronábamos, un príncipe que se quitaba la corona, se le mojaba, lloraba y acababa derrotado. Este año el spot es blanco, es luz, es alegría. Y rápidamente pensamos en el glam. Viendo los iconos personales de esa época tenemos a David Bowie, que nos parece un personaje que encajaba perfectamente, declarado bisexual, con una trayectoria artística impecable. Dijimos: aquí está nuestro referente, nuestro icono es Bowie. Y de ahí salió también el tema del «We can be heroes«.
Me hace gracia que digas que este año no queríais ser combativos, porque para esta edición vuestra imagen gráfica es una espada que también es una pluma… Pero, vamos, que la espada sigue siendo combativa. Es que hay que luchar: sin lucha no hay vida. Lo importante no es ganar o perder… Es que Gregorio Soria la clava cada año con la imagen del FIRE!!: cada vez es más simbolista e icónico. Es capaz de transmitir en una sola imagen todo lo que le decimos que queremos transmitir. Y en esta ocasión la ha clavado otra vez: la espada es la lucha y la pluma es la palabra.
¿Qué podemos esperar de la programación de este año? ¿Cómo la definirías? A nivel documentales es una edición extraordinaria, porque se dedica a personajes de la historia que han dejado una huella en diferentes áreas como la literatura, la música, el teatro, etc. Hay personajes como uno de los miembros de Monty Python; Gore Vidal, que es un filósofo, escritor y político también interesante; Alan Turing, un científico que fue encarcelado, torturado y asesinado; Violette Leduc, que es una escritora enamorada de Simone de Beauvoir… Personajes intersantes que han sido importantes en lo que hacía pero que tenían un lado personal potente. Y en largometrajes de ficción tenemos premios como el de Berlín: «W Imie…«, que habla sobre la sexualidad en la Iglesia. Hay muchas pequeñas joyas de diferentes países.
Si alguien sólo pudiera ver tres películas de toda la programación, ¿cuáles son las tres películas que no debería perderse? «In The Name Of…«, que es la película inaugural. Pero tampoco me perdería «I Feel Like Disco«: una película alemana pequeña en cuanto a presupuesto y pretensiones, pero es que es muy tierna y muy bonita. No me perdería por nada del mundo «52 Tuesdays«: película transexual, premiada también, pero hecha de una manera muy original incluso en la estructura del guión, la manera de rodar y lo que cuenta. Sorprendente. Te he dicho ya tres, ¿verdad?
Sí, pero por mí puedes seguir… ¡Vale! Tampoco me perdería «Les Rencontres d’Après Minuit«. Es una rallada que ha hecho Yann González: es la primera película de este director francés. Muy sorprendente y muy atípica. Es como una gran masturbación cinematográfica.
Tanto hemos hablado de la edición número 20 del año que viene que tengo que preguntártelo: ¿qué podemos esperar en cuanto a celebraciones para el 20 Aniversario? Buena pregunta. Si tuviese financiación y todo fuese bien, el año que viene a mi me encantaría trabajar en diferentes cines, no sólo en el Instituto Francés: bajar a la Filmoteca de Catalunya y llevar el cine del FIRE!! a la calle. Que la gente lo celebre no sólo viendo pelis, sino también en conferencias y actividades que crean algo mayor que un simple ir al cine al Instituto y poco más. Que la gente lo entienda como una experiencia chula.