En la anterior edición de 080 ya decíamos que JNORIG hubiera sido un buen ganador del premio a la emergencia… Y ahora volvemos a decir lo mismo con su nueva colección.
Hace una temporada, en Fantastic Mag abordábamos el debut de JNORIG con un titular bien clarito: para nosotros, aquella colección hubiera sido una ganadora mucho más que digna del premio a la emergencia otorgado en cada 080 Barcelona Fashion… Pero no pudo ser. Desde el 080 decidieron que no y, mirad, esperamos que rectifiquen y vuelvan a tener a JNORIG en cuenta de cara al premio de la pasarela que se está celebrando estos días, porque hay que reconocer que su nueva colección vuelve a fascinar con la misma intensidad con la que nos atravesó hace seis meses.
Al fin y al cabo, «Un Caracal Blanco» (ese es el bastante alucinante nombre de la colección) juega a la continuidad dentro del imaginario de Javier Girón… Y este es, por cierto, un juego con diferentes niveles de lectura. Para empezar, sigue existiendo aquí una voluntad de abordar el género de forma aperturista, sin complejos ni manías, sobre todo sin vergüenzas ni preconcepciones de ningún tipo. De esta forma, vuelven a aparecer en esta colección las siluetas estructuradas en capas y los espacios vacíos que dejan a la vista el cuerpo como si de un arnés futurista estuviéramos hablando, pero el imaginario de JNORIG se amplía en esta ocasión con nuevos materiales más invernales y con volúmenes más amplios.
Otro nivel de lectura en este juego vendría a insinuar que las colecciones de Girón van a funcionar siempre como un diálogo entre dos mundos opuestos (de hecho, este era el nombre precisamente de su anterior trabajo). En esta ocasión, el mismo diseñador apunta que estos dos mundos son el de los inuit (con su carga de frío en el noroeste de Canadá) y el de los semitas (en el desierto árabe). Y esto es algo que, si no te lo dicen, a lo mejor no lo ves… Pero que, en cuanto lo sabes, no puedes dejar de reconocer los patrones geométricos, las prendas de abrigo y las superposiciones que remiten a tribus ancestrales.
Lo dicho, por cierto, abre incluso una tercera lectura en «Un Caracal Blanco«: la elocuente conversación entre pasado (las referencias de la propia colección) y futuro (ya que parece que Girón esté vistiendo a los futuros habitantes de las estrellas). Pero, oye, que si en el 080 siguen sin ver que esto es una jodida maravilla, pues tampoco sabemos cómo hacérselo comprender. [Más información en la web de JNORIG]