Qué dura está la vida, qué difícil está conseguir un curro, qué mierda esto de no tener pasta para nada. Típica conversación de cervezas un sábado por la tarde, pero… ¿Qué? ¿Qué? ¿Que tocan Japandroids? Aaaaaaah. Entonces vamos a reventar todos la Sala Apolo, a olvidar las penas con bailes desenfrenados empapados en sudor y a tararear estribillos a todo pulmón hasta que la falta de oxígeno en nuestros cerebros saquen sonrisas a borbotones de nuestro interior.
Así fue como la Apolo se llenó a rebosar para celebrar una tarde de rock con Brian King a la guitarra y David Prowse aporreando la batería con toda su alma. Y es que, ya desde la primera canción, el público demostró que sabía lo que venía a ver y que el pretencioso título de su último álbum, «Celebration Rock» (Polyvinyl, 2012), no decepciona a nadie y ha despertado la energía que la muchachada lleva dentro. «The Boys Are Leaving Town» fue sólo la primera de una infinidad de canciones encadenadas que prometió Brian al presentarse, siempre entregado a la causa de la celebración y feliz de estar otra vez en Barcelona, que ya habían visitado en dos ocasiones gracias al buen ojo del Primavera Sound (en sus ediciones de 2010 y 2012) pero que, con las prisas de los festivales, no le habían dejado extenderse tanto como a ellos les hubiese gustado. Esta vez lo hicieron, tocando todos los grandes temas de sus discos anteriores «Post Nothing» (Polyvinyl, 2009) y «No Singles» (Polyvinyl, 2010) -a cual mejor-, como «Young Hearts Spark Fire» o «To Hell With Good Intentions«, pero basando casi todo su set en su último trabajo discográfico.
Otra presentación curiosa fue cuando King invitó al batería del grupo telonero, Be Forest, a subir al escenario y enseñar su tatoo más reciente. El muy exhibicionista se bajo los pantalones (que no los gallumbos) para enseñar sus pantorrillas estampadas con la frase «Crazy Forever«, otro de los temazos de Japandroids. Y es que el buen rollo reinaba entre teloneros y másters del universo, ya que Mr. Prowse también llevaba al estilo Santiago Segura la camiseta de Be Forest para darles buena promo a estos italianos que los acompañan en varias de sus actuaciones alrededor de Europa. Después, el de los gallumbos blancos salió ya con los pantalones bien abrochados a tirarse a hacer crowdsurfing, como un fan mas. Aunque la más fan de todos, sin lugar a dudas, fue la chica que subió a darle un beso a Brian en el bíceps mientras este seguía tocando para después tirarse a la muchedumbre agolpada en las primeras filas, para no desentonar.
Por otro lado, vale que David use la misma batería durante todo el concierto, porque menudo follón tener que cambiar bombo y platillos… Pero el amor exacerbado de Brian por su guitarra hace que las canciones suenen a lo mismo en muchas ocasiones. ¡Que alguien le regale otra guitarra, por favor! Y es que parece que estos chicos se lo gastan todo en cerveza (tres o cuatro a trago entre canción y canción) y, más tarde, los ves recoger su propio material al final del concierto. Esto nos hizo recordar lo jodida que está la cosa y que gastárselo todo en cerveza el sábado no te deja ni para un kebab… Pero qué cojonudo nos lo hemos pasado. Ouyeahhh!
[Piti & AnTruan] [FOTOS: AnTruan]