Los franceses muestran un talento especial cuando se deciden a abordar la electrónica desde sus diferentes perspectivas, sobre todo las más lúdicas. Un rápido repaso a los últimos tres lustros arroja que nuestros vecinos tuvieron la sartén por el mango en lo que a beats para las masas se refiere: el French Touch, Daft Punk, Mr. Oizo y su mascota de felpa Flat Eric, Alan Braxe y Fred Falke o la discográfica Ed Banger (obviaremos mercenarios del house más dancero que empezaron bien sus carreras pero que acabaron rindiéndose al seductor poder del dinero, como Bob Sinclar o David Guetta). Otro sello que habría que añadir a esta lista y cuyo protagonismo en la escena cada vez resulta más evidente sería Kitsuné, marca parisina que rezuma vanguardia por sus cuatro costados. De sobra conocida por sus sugerentes y proféticos recopilatorios (y sus colecciones de moda), logró lo que toda casa musical desea: que el sonido de las bandas que acoge en su seno se convierta en un intangible que haga que automáticamente se reconozca su origen y características. En este caso, se aglutinarían en una etiqueta afrancesada, y yendo más allá, europeísta.
Por todo ello, Kitsuné era la compañía ideal con la que debían dar sus pasos profesionales los londinenses Is Tropical; su líder y cantante, Simon Milner, confesó en más de una ocasión que el trío (completado por Gary Barber y Dominic Apa) nunca se había sentido como la típica banda británica, tanto por la forma de sacar adelante su proyecto como por el rechazo que le merecía todo lo relacionado con el negocio de la música (industria y medios de comunicación) de su país. Esta actitud, entre desafiante y desencantada, tiene que ver con los principios que movieron su motor creativo desde sus comienzos: libertad total e independencia real en su máxima extensión. Su trabajo en comunidades artísticas de diferente pelaje (desde galerías de arte autogestionadas a espacios okupa) en su Londres natal les hizo creer que otra realidad era posible; y la de la música, también. Su primera y más importante decisión fue renunciar a su procedencia anglosajona para evitar que su obra fuese prejuiciada al instante como un ejemplo más de la saturada escena synth-pop-rock procedente de las Islas, hecho que quizá impulsó la elección de su propio nombre y del primer tema que les dio a conocer, “South Pacific”.
Con todo, tales denominaciones no establecen conexiones evidentes entre la formación y el tropicalismo / africanismo que invade cierta facción del pop sintético actual, aunque sí que ayudan a tomar las composiciones de Is Tropical como fogonazos refrescantes en los que los teclados poseen todo el protagonismo, como sucede en su citado single de estreno, que los puso inmediatamente en el mapa de los grupos a seguir y que abre la lata de su debut en largo, “Native To” (Kitsuné, 2011). En él encontramos, básicamente, piezas construidas para mover cabeza y extremidades y sostenidas sobre ritmos programados que ensalzan la voz filtrada de Milner (“Land Of Nod”) y consolidan la fuerza de sus punzantes líneas de sintetizador (“Lies”). Pero, igualmente, hay espacio para que el lado combativo de estos tres chicos salga a relucir, a pesar de que afirmen que su intención no es emitir ningún discurso de protesta ante el estado actual de nuestra sociedad: en “What”, “I’ll Take My Chances” y, sobre todo, “The Greeks” es donde tensan más la cuerda lírica, aunque sin llegar a romperla. Por otra parte, las guitarras eléctricas (levemente saturadas, progresivas, tan francesas ellas…) continúan la tradición impuesta por Daft Punk y prolongada por Justice en “Oranges”, “Think We’re Alone” y “Zombies”, y tienden un puente hacia el corte más ochentero del lote, “Seasick Mutiny”, de hechuras kraftwerkianas y oscurantistas (al estilo de los Depeche Mode más sombríos) a partes iguales.
Expresado en pocas palabras, “Native To” no revolucionará los patrones comunes de la cultura de baile que cuida con mimo y sabiduría, precisamente, Kitsuné. Pero consigue aportar las justas dosis de vitalismo y adrenalina de la que, a veces, adolece el género al querer parecer más trascendental de lo que realmente es. Circunstancia que conocen Is Tropical y de la que pretenden huir (mientras ocultan sus rostros tras unas máscaras en entrevistas y directos) conservando su principal seña de identidad: nada de localismos, fronteras o patrias; sólo pop digital para activar el mundo.
IS TROPICAL – THE GREEKS (official music video) from EL NINO on Vimeo.