SOLANGE KNOWLES. A mi con Solange me pasa una cosa: que depende de que en fotos la veo, me parece la tía más cool del planeta o la prima de Terence Trent D’Arby. Aunque normalmente la balanza tiende a inclinarse más por lo primero que por lo segundo (pero lo segundo no lo podemos obviar, porque es algo que pasa). Gracias a ella y a sus colorinchis y su afro, Instagram se convirtió en un sitio mejor. Más bonito. Más agradable de ver. Pero, como suele pasar a menudo, no somos dignos de las personas como ella, así que Solange se hizo un Russian Red y cerró su cuenta hace unos meses por culpa de los trolls del Internet, que están muy aburridos y se metían con su familia y su hijo (y ya hay que ser mala persona para hacer eso, hoygan). Pero Solange volvió, y con ella el sol a Instagram, solo que esta vez, en lugar de habitar una cuenta con su nombre cuelga sus fotos y sus cositas en la cuenta de Saint Records (que, como ya os contamos en su momento, es su nuevo y muy molón sello discográfico). Fotos de sus lookazos para que el resto de las mortales aprendamos a combinar las rayas con los prints aztecas (pero no podemos, no está en nuestro ADN), de sus viajes, de sus shootings, de sus amigos y también, y pese a lo acontecido con su cuenta anterior, con su guapísimo hijo que apunta a ser todo un bombonazo de praliné en cinco años (con perdón). Así, pasando sus fotos parriba y pabajo, se nos pasan las horas más rápidas hasta que saque su disco de una vez.