¿Estás pensando en ir al In-Edit 2017? Pues no puedes perderte estas tres rutas repletas de documentales musicales que son imprescindibles.
«El In-Edit 2016 cerró sus puertas el pasado domingo 6 de noviembre tras diez días de cine documental musical practicado como deporte intensivo. Como sprint fanático. Como carrera de fondo para aquellos cuyo amor por la música (y el cine) es algo que va trenzado en el ADN (…). El In-Edit siempre había congregado a una cantidad de público realmente considerable, pero lo había hecho en las sesiones estrella y en aquellas en las que el horario acompañara. En esta ocasión, sin embargo, no era extraño verse en primera fila por culpa de la muchedumbre en un docu sobre jazz un jueves a última hora de la noche. Y eso sólo puede ser buena señal«…
Así cerraba yo mismo mi última crónica del In-Edit 2016 ahora hace casi un año exacto: con la sensación de que el Festival de Cine Documental Musical de Barcelona había tocado por fin el techo que hacía mucho tiempo que andaba buscando. Primero, se esforzó en construir una «comunidad» más que un «público»: un grupo de fieles que fichan cada año y que van al In-Edit porque se fían de su línea programática, porque saben que lo que les van a ofrecer es buena mierda y, sobre todo, que se la van a ofrecer en un marco incomparable repleto de actos paralelos y otras deliciosas mandangas de esas que te alegran la vida festivalera. Y, una vez conseguido esto, al In-Edit solo le quedaba lo dicho: llenar en todas las sesiones, incluso en las más arriesgadas.
Tómate esto como te dé la gana, pero yo de ti me lo tomaba como una advertencia: cuando en el horizonte del In-Edit 2017 (que se celebra del 26 de octubre al 5 de noviembre en Barcelona) veas brillar el «sold out», ponte las pilas y hazte con las entradas para tus pelis deseadas cuanto antes mejor. No dejes para mañana los tíquets que puedas comprar hoy. Eso sí, si resulta que todavía no tienes muy claro qué es lo que quieres ver en este In-Edit 2017, déjate guiar por los tres itinerarios temáticos que vienen a continuación.
Advertencia: dejo fuera títulos de esos que no necesitan ser vendidos porque ya vienen avalados por una gran estrella en su propio título (o en su imagen promocional, que viene a ser lo mismo). Y me centro, por otra parte, en cintas que, por su parte, tampoco es que necesiten un nombre rimbombante porque ya vienen repletas de pura maravilla documental. Fíate de mi palabra, que llevo muchos In-Edits a las espaldas…
HISTORIA INVISIBLE
Está clarísimo que un festival como el In-Edit 2017 se esfuerza a la hora de proponer muchas hojas de ruta posibles que cada uno puede ordenar en base a sus preferencias o gustos particulares… Una de esas hojas de ruta pasa, evidentemente, por gozar de la superficie, de esos grandes nombres rimbombantes mencionados un poco más arriba en este mismo artículo. No hay nada de malo en esto, sino que en verdad hay mucho de deseable. Pero, claro, también huy mucho de deseable en permitir que el In-Edit te coja de la manita y te conduzca hacia otra hoja de ruta diferente, una hoja de ruta que te invita a explorar la historia invisible de la música.
Una historia de la música que tiene corrientes soterradas tan elocuentes y necesarias como la de «Bill Frisell: A Portrait«, en la que Emma Franz se esfuerza por retratar a una figura tan escurridiza como la del guitarrista Bill Frisell, todo un anti-héroe en la escena de los guitar-heroes. «Blue For A Moment«, de Antoine Prum, pone el foco sobre otro anti-héroe, el sueco Sven-Åke Johansson, y su bellísima aunque también caótica labor al frente de la música improvisada europea. Y, por su parte, «Finding Joseph I. The HR from Bad Brains Documentary» (de James Lathos), habla de la mayor invisibilidad de todas: la indigencia absoluta a la que se vio abocado el líder de Bad Brain.
El In-Edit 2017 también propone un espacio para abordar la invisibilidad provocada por la muerte, como ocurre en «The Allins» (en la foto), la cinta de Sami Saif en la que los familiares de GG Allin se enfrentan a esta pérdida dos décadas después de la muerte del anti-héroe punk. ¿Y qué decir de la invisibilidad más dolorosa, que no es otra que la que nos queda más cerca? Por suerte, en esta edición del festival se recuperaran figuras musicales cercanas que merecen mayor atención, como la del pianista Jesús Moreno Peyrón en «L’Home Orquestra. L’Aventura dels Músics Catalans a Amèrica» (de Àlex Gómez-Font y Carles Riobó) y la de la también pianista Alicia de Larrocha en «Les Mans d’Alicia» (de Verònica Font y Yolanda Olmos).
OTROS MUNDOS POSIBLES
Uno de los usos más extendidos del cine (como en su momento ocurrió con la literatura) es, básicamente, transportarnos a mundos desconocidos que nunca conoceríamos si no fuera a través de una pantalla. La ficción puede transportarte a mundos irreales y escapistas, pero ahí entra la necesidad urgente del documental como formato capaz de plantarte en el seno de una realidad desconocida ya sea para que la disfrutes… o para despertar tu conciencia.
En este In-Edit 2017 hay muchos mundos posibles, y todos ellos son de visita obligada. Puedes empezar perfectamente visitando los Balcanes de la mano de unos guías excepcionales, la Barcelona Gypsy Klezmer Orchestra, en «Balkan Roots» de Chris Rabbitt y Anthony Fletcher. De ahí puedes saltar a Jamaica, que es precisamente donde se celebra el International Dancehall Queen Competition en el que concursan seis chicas (de Polonia, Japón, Italia, Euskadi y Jamaica) que acaban siendo las protagonistas de «Bruk Out! A Dancehall Queen Documentary» (en la foto) de Cori McKenna. Y, si esto es demasiado intensito por ahí, ¿qué tal un viajecito a través de 70 años de la historia de Brasil contados a través de uno de sus grandes formaciones musicales, Os Cariocas, en «EU, MEU PAI E OS CARIOCAS – 70 Anos de Música no Brasil» de Lúcia Veríssimo?
El In-Edit 2017 también propone viajes a lugares que son tan irreales y ajenos a tu día a día que bien pudieran parecer marcianos, como puede ser todo el fenómeno fan idol japonés retratado en «Tokyo Idols» de Kyoko Miyake. Otros mundos te obligarán a replantearte tu propia escala de valores, como puede ser el caso de «When God Sleeps» (de Till Schauder) y su voluntad de dar visibilidad a la vida cotidiana de Shahin Najafi, cantante iraní autoexiliado en Alemania y cuya cabeza tiene precio debido a un delito de blasfemia. Y, para acabar, ¿no te apetece un viaje alrededor del mundo acompañando al rapero protagonista de «Residente» (de René Pérez Joglar) a la búsqueda de todas las etnias presentes en su ADN?
MÚSICA AVANZADA
Esta es la zona del In-Edit 2017 reservada para aquellos que se toman la música no como un hobby, sino como algo mucho más profundo y avanzado. Es la zona de aquellos capaces de chuparse un documental de dos horas sobre un señor que inventó un modelo extrañísisisisimo de sintetizador, pero también de aquellos que saben pasárselo fetén con esas cintas que resultan ser una oda a la jarana y a la fiesta y al pasarlo bien sin mirar con quién. ¿Por qué van a ser incompatibles ambas cosas?
A un lado, el cerebro. De ese lado caen documentales como, por ejemplo, «A Life In Waves» de Brett Whitcomb, y su recuperación definitiva de una de esas figuras que muchos hace tiempo que sabemos que merece un homenaje bien grande: Suzanne Ciani y su locura por los sintes. Igual de necesarias eran otras recuperaciones como la de «Tony Conrad: Completely in the Present» de Tyler Hubby y la de «Conny Plank – The Potential of Noise» de Reto Caduff y Stephan Plank, ambos personajes imprescindibles para entender la vanguardia… Aunque estemos hablando, a su vez, de dos vanguardias diametralmente opuestas.
Y así llegamos al hedonismo puro y duro, que es precisamente lo que desprenden algunas de las cintas presentes en este In-Edit 2017 como, por ejemplo, «I Am Gagarin«, donde la directora Olga Darfy retrata la escena rave de principios de los 90 en un lugar tan -presuntamente- inhóspito como la Unión Soviética. Hedonismo habrá también en «Ciudadano FG: Baila o Muere» (en la foto), documental en el que Alex Salgado del Tarré y Jorge Rodríguez enfrentan a Fernando Gallego contra su propio personaje: Nando Dixcontrol. Y hedonismo habrá, nadie lo duda, en «If I Think of Germany at Night» de Romuald Karmakar, una aproximación a la escena electrónica alemana realizada no desde el subidón, sino desde la calma. Así que ahora es tu turno: ¿cuál va a ser el itinerario que vas a seguir en el inminente In-Edit 2017? [Más información en la web del In-Edit 2017]