Elio Quiroga y Francisco de la Fuente plasman en «Illworld» un mundo en el que la crisis aprieta un poquito más y que debe ser salvado por unos héroes ¡enfermos!
Llegados a este punto, es imposible determinar si el carácter poliédrico de algunos de nuestros valores artísticos viene dado por su propia naturaleza o más bien por las circunstancias: en un país como el nuestro, dedicarse a la cultura significa aceptar entrar en un salvaje mundo en el que es prácticamente imposible sobrevivir. Sea como sea, en nuestro panorama cultural no son extrañas figuras como las de Elio Quiroga, que tan pronto fascina con films del calibre de «Fotos» o «No Do» como que hace lo propio con novelas como «Los Que Sueñan«, que le acaba de valer el premio Minotauro 2015.
El último movimiento de Quiroga, sin embargo, nada tiene que ver ni con el cine ni con la literatura… O mejor dicho: tiene mucho de cine y mucho de literatura, pero todo ello aplicado a un medio diferente como es el cómic. Para la ocasión, ha hecho tándem con el dibujante Francisco de la Fuente, sin el que hubiera sido imposible plasmar el complejo mundo ideado por Quiroga para la novela gráfica «Illworld«, editada ahora en nuestro país de la mano de la editorial Tyrannosaurus Books.
Es este un mundo que, depende de cómo se mire, tampoco difiere tanto del nuestro: «Illworld» se sitúa unos años más adelante en nuestra Europa querida, una Europa en la que la crisis ha arreciado, las liberalizaciones y las privatizaciones se han incrementado y la austeridad se ha hecho un poquito más dura. Podría pasar. Lo que sería un poco más extraño (o no) es que la mitad de la población se encuentra afectada por la guerra bacteriológica… Aun así, puede que el único futuro posible de la humanidad pase precisamente por los actos de un grupo de héroes un poco extraños por eso de que son mutantes enfermos.
Vale, nos lo repensamos: lo que creíamos que era ficción en «Illworld» bien podría acabar convirtiéndose en nuestra realidad.