La nueva colección cápsula de Moschino tiene como prota al fontanero bigotudo Mario… Y, sin embargo, la opinión es generalizada: I love to hate you!
Algunos dirán que «era cuestión de tiempo», otros afirmarán que «la cosa ya está empezando a írsenos de las manos», muchos pensarán que «aquí lo que importa es que lo queremos todo y lo queremos ahora»… Y, al fin y al cabo, todos tendrán razón. La cuestión es que, después de darle cañita brava a iconos multicolores de la cultura pop de las últimas décadas como Barbie, Bob Esponja, Looney Tunes, Las Supernenas o McDonald’s, nadie debería extrañarse que la nueva locura de Jeremy Scott en la casa Moschino sea destapar una colección cápsula en colaboración con Nintendo.
El gigante nipón de videojuegos se ha aliado con la firma de moda para poner el punto y final a todo este año 2015 en el que han celebrado de formas muy diversas el 30 Aniversario de Mario, sin lugar a dudas el personaje más icónico de toda la historia de las videoconsolas. Y aunque esas formas muy diversas de celebración hasta ahora no incluían a la moda, ya pueden congratularse de haber establecido una alianza con una casa con tanta pegada como Moschino…
¿Por qué es esto un «I love to hate you» en toda regla y uno un «adorei»? Porque lo de «la cosa ya está empezando a írsenos de las manos» acaba pesando más que nunca.
Sea como sea, esta «Super Moschino» (que así se titula la colección cápsula en cuestión) está a la venta desde el pasado día 5 de diciembre incluyendo no sólo las camisetas y jerséis que ya se han convertido en icono, sino también todo un conjunto de accesorios protagonizados por ilustres compañeros del fontanero bigotudo como su hermano Luigi, la princesa Peach, Toad o Bowser.
¿Y por qué es esto un «I love to hate you» en toda regla y uno un «adorei«? Básicamente, porque lo de «la cosa ya está empezando a írsenos de las manos» acaba pesando más que nunca en esta colección. Por ahí ya se le ha empezado a criticar el look «baratuno» a las prendas serigrafiadas de manera similar a como podría encontrarse en cualquier tienda de imitaciones chusqueras. ¿Es esa parte de la gracia de la colaboración? Puede que sí, puede que no. Que cada uno se forme su propia opinión y corra a vociferarla en su red social preferida.