Cuando «Wonderful Life» de Hurts cayó entre nosotros como un relámpago cargadísimo de electricidad estática, primero sucumbimos a la evidencia de que aquello era lo más parecido que viviríamos a una enculada con vaselina perfumada a mentol haciendo diana en plena década de los 80. Un tiempo después, caimos en lo menos evidente: situado en el epicentro de un revival encantadísimo de mirarse a sí mismo en un espejo que reflejaba (y refleja) un festín de horterismo con cardados y riñoneras y leggings y sombra de ojos multicolor y look cucaracho, ¿realmente iban a ser capaces estos dos ingleses de resucitar el cadáver de la música ochentera realmente elegante? Porque, seamos sinceros, en aquella década no sólo existieron Duran Duran y The Cure… También hay que tener en cuenta a grupos como ABC, Prefab Sprout , The Blue Nile e incluso las incursiones glamourosas (pero nunca petardas) de Roxy Music. Sea como sea, Hurts al final decidieron quedarse algo embobados con el mencionado reflejo y llevarlo hasta el paroxismo mainstream explotando al máximo aquella etapa de ampulosa elegancia que Duran Duran vivieron con «The Wedding Album» (Capitol, 1993). Efectivo, sí. Efectivísimo, de hecho… Pero a la mierda con nuestras esperanzas. O, al menos, con las mías.
Porque, escuchando el «Forget» (Terrible / PopStock!, 2010) de Twin Shadow, me da por preguntar: ¿realmente me vendieron Hurts aquella ensoñación? ¿O era, simple y llanamente, una visión distorsionada nacida de mis ganas incontrolables de que cesara el mamarrachismo ochentero y que se honrase la cara menos evidente de aquella década? Una cuestión más lanzada al vacío: ¿el vicio causado por el debut de George Lewis Jr. proviene del anhelo de encontrar algo que llene el vacío de aquella esperanza no satisfecha? Porque no se puede negar que «Forget» lo tiene todo… Para empezar, en la voz de Lewis Jr. resuenan ecos de aquellos frontmen que supieron cabalgar sobre el lomo indomable del histrionismo ochentero para acabar controlándolo por la vía de la melancolía: parece que en la garganta de Twin Shadow se trencen de forma cálida las cuerdas vocales de Bryan Ferry y Paddy McAloon. Pero es que, además, las once canciones que componen este álbum oscilan entre dos puntos paralelos separados sólo por la bolsa de aire existente entre el espacio de esta década en forma de péndulo. Por una parte, en temas como «Shooting Holes«, «For Now«, «I Can’t Wait» o el maravilloso «Slow» es imposible no percibir la presencia saludablemente espectral de la opereta glamourosa y aterciopelada de Roxy Music, la nocturnidad vestida de frac de ABC y el pop sensual y sinuoso de Prefab Sprout. Pero, por otro lado, en temas como «Yellow Balloon«, «Castles in the Snow» o la sublime apertura con «Tyrant Destroyed«, es ineviable perseguir trazos de la media noche sintética de aquellas bandas que, como The Blue Nile, prefirieron explorar el lado oscuro del synth.
También es cierto, por otra parte, que muchos son los artistas que han hecho de la mímesis su mejor arma para la notoriedad revivalera… Pero es que lo que convierte a «Forget» en un disco mayúsculo es precisamente su capacidad para mantener al día todas las referencias mencionadas. Las canciones de Lewis Jr. son como barcas de remos que se pasean apacibles por un lago que están explorando actualmente otras bandas como Memory Tapes, The Radio Dept. o Wild Nothing: unas aguas cristalinas de hipnagogia hipnótica en las que Twin Shadow sabe chapotear para conseguir patrones de olas originales y arrebatadores.Y todo ello sin perder de vista un sentido refinadísimo de la sensualidad y lo cool. No en vano, George Lewis Jr. fue nombrado hace unos meses por la revista Time Out como una de las personalidades más cool de Nueva York… Aunque, por una vez, esto no es cuestión de tendencias ni de hypes ni de fuegos de artificio que se han desvanecido antes de que llegue a nosotros su sonido. Twin Shadow, por suerte para todos, está más allá de este panorama… Beyond coolism.