Se había ido anunciando a lo largo del año y ya lo tenemos en nuestras manos. El estreno de Abel Tesfaye con una disquera multinacional (Universal) efectivamente reúne, como así se había adelantado, las tres mixtapes que The Weeknd sacó a la luz en 2011 (“House of Balloons” -XO, 2011-, “Thursday” -XO, 2011- y “Echoes of Silence” -XO, 2011-, en orden cronológico) pero ahora en sus versiones remasterizadas que, en realidad, apenas difieren sustancialmente de los temas ya conocidos. Más allá de lo dicho, tres canciones inéditas completan los treinta temones que adornan este triple álbum solid, solid as a rock.
No debería meterme a discutir la grandeza y vistosidad de los veintisiete temas que Tesfaye ya había publicado anteriormente porque imagino que, si están leyendo esto, los conocen de sobras. Pero, por si acaso, déjenme contarles… La joya de la corona es ese “House of Balloons” con el que descubríamos a The Weeknd en la primera mitad del año pasado. El R&B sedoso y lúbrico de “What You Need”, la revisión degenerada del trip hop primigenio en “Wicked Games”, el estilazo sin parangón de “House of Ballooons / Glass Table Girls” y “The Morning”, los samples de Beach House en “The Party & The After Party” y “Loft Music”; de él nos gustaba hasta su portada original, que ilustraba inmejorablemente el sentido global de las canciones que alojaba. Se trata de un disco para perderse en la nocturnidad que lo invade. Inmisericordemente consecuente en su desarrollo, casi conceptual, estas eran / son las nueve canciones que en un universo paralelo y muy de puta madre acompañarían nuestras andanzas festivas y algún que otro bajón, por así decirlo, antes del amanecer.
“Thursday” sería la continuación cronológica a “House of Balloons”, y sus canciones conforman de hecho el segundo CD de la recopilación que nos ocupa. Quizás menos inspirado que su predecesor y definitivamente menos luminoso, contiene no obstante temas del calibre de “The Zone”, una muestra de hip hop denso con claro arraigo downtempo engalanado con una estrofa de Drake casi a modo de coda. También muy destacables resultan “Gone” y especialmente “The Birds Pt. 1” y “The Birds Pt. 2”, con todas las constantes de The Weeknd: el falsete omnipresente, letras sobre droga y sexo y cómo van emparentadas en el universo Tesfaye, samples perfectamente elegidos (aquí Martina Topley Bird) y savoir faire para dar y regalar. Algunos riffs guitarreros insospechados (“Life of the Party”) probablemente no son lo que uno espera escuchar en un contexto, por así decirlo, como el de The Weeknd, pero sí están puntualmente presentes en este “Thursday” dotándole de algún matiz diríase que rockero.
El tercer CD, “Echoes of Silence”, que originalmente veía la luz para su descarga online justo antes de acabar 2011, se abre con “D.D”, la versión de “Dirty Diana” de Michael Jackson con un glitch aquí, un bleep allá, pero su momento más destacado tiene lugar justo después, con el lamento perpetuo de Tesfaye en la gloriosa “Montreal” (y ojo que, donde yo digo “lamento perpetuo”, en estas páginas también lo hemos llamado “macha llorica y megalómana”; qué quieren, somos así en esta bendita casa). «Initiation”, un gozoso fraseo pitcheado de lo lindo, y “XO / The Host” son otros de los momentos cumbre de este último CD de “Trilogy” (Universal, 2012).
En cuanto a los inéditos, “Twenty Eight” y “Valerie” siguen un patrón parecido, siendo la primera un baladón post-eyaculatorio sobre obsesiones y dependencia que ni desentona ni destaca especialmente en el primer CD y la segunda un gemido R&B clasicote con historia de infidelidades y dudas de por medio. Con pocas dudas y más destacable resulta “Till Dawn (Here Comes The Sun)”, tema que cierra el triple disco con un Tesfaye menos atribulado y más incisivo en una canción que suena casi como si Usher hubiera sido secuestrado por los chicos de Italians Do It Better. Y es que uno diría que Johnny Jewel hubiera metido la mano por ahí en medio en forma de guitarrón atmosférico y basecita electro.
Se puede argumentar en su contra que el impacto de este disco está minimizado porque conocíamos las canciones y suenan prácticamente igual que en sus originales; que esperábamos más novedades y no apenas tres temas (uno temazo, ya les digo) inéditos; que si Miguel mola más y Tesfaye es un impostor… Nada, olvídense: “Trilogy”, discarral de los de guardar con mimo.