Después de dejarnos boquiabiertos allá por el 2009 con “Quitter’s Raga” (Make Mine, 2009), unos cuantos 7” más y algún EP, Gold Panda dio el salto al estrellato con “Lucky Shiner” (Ghostly International, 2010), para acabar reafirmándose como la nueva promesa del IDM en 2011 con esa locura que es su «DJ Kicks» (Studio !K7, 2011). Después de eso, poco más. Algún que otro EP y algún tema para romper un silencio sepulcral como prueba fehaciente de que seguía con vida. De repente, de la nada y tras un merecido descanso, Gold Panda vuelve. De la mano de Notwon nos llega “Trust” (Ghostly International, 2013), lo nuevo del bueno de Derwin en forma de EP con cuatro nuevas joyas. Eso sí, lo que nos encontramos aquí es muy distinto a lo que nos tenía acostumbrado… Así que, si esperas bailoteo y anfetaminas por un tubo, estás muy equivocado. Lo que tenemos aquí es exactamente lo opuesto: Prozac y un mar de melancolía. Señoras y señores, Gold Panda ha vuelto. Cambiado, pero entre nosotros una vez más.
En poco menos de veinte minutos, Derwin nos acompaña a un lugar nuevo, enseñándonos una faceta suya que no conocíamos: un sonido más tranquilo y pausado que roza la depresión crónica, pero que es tan precioso que es inevitable quedarte ahí, quieto, escuchando hipnotizado esa música que te arrastra y te hunde cada vez más en un río melódico de bajos profundos. Una especia de versión siglo XXI de las sirenas homéricas. Sabemos que, al escuchar la música que nos ofrece el inglés, perderemos la cabeza. Pero, aún así, estamos dispuestos a arriesgarnos.
El EP se abre con «Trust Intro«: diálogos distorsionados de lo que parece ser una discusión entre dos amantes y nubes de ruido cada vez más intensas que terminan por difuminarse y diluyéndose en el siguiente temam, «Trust«, que da nombre al extended play. Sonidos repetidos, textura de madera y hasta un trombón. Esta es la nueva carta de presentación de Gold Panda. Es aquí donde podemos ver que su manera de hacer música ha cambiado y de que estamos asistiendo a algo completamente nuevo. El Derwin Panda de «Lucky Shiner» ha quedado atrás para dejar paso a una versión más relajada y lacrimógena con ingentes cantidades de tristeza. La cosa continúa con «Burnt-Out Car In A Forest«, que sigue el mismo patrón del tema anterior: empieza lenta para terminar explotando en un clímax que poco a poco se desvanece preparando la llegada de la joya de la corona, «Casyam_59#02«. Aquí, loops con sonoridad hipnótica terminan por definir la nueva línea tomada por Derwin. Una pieza magistral dentro de un EP enorme.
Sin duda alguna, estos cuatro temas son la clara advertencia de que durante este año nos espera el advenimiento de un nuevo largo de Gold Panda. Por ahora, sólo nos queda recordar el concierto que ofreció en el Primavera Sound 2011 -uno de los mejores de aquella edición- mientras esperamos con ansia a que llegue el mes de junio y, con él, la vigésima edición de ese Sónar que ya ha confirmado al inglés entre otros artistazos que ya dan forma a un cartel espectacular. Hasta que llegue el día, antidepresivos en una mano… y Gold Panda en la otra.
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