Lo he dicho por activa y por pasiva: 2014 será intensito o no será. Esencialmente, no hay cosa que me entristezca más que la estigmatización de lo intenso en nuestros días, algo especialmente injusto en los casos donde se dan la mano sensibilidad, fiereza y épica. Y si toda generación necesita un himno, diría que éste viene incluido en “El Fondo del Aire es Rojo” (autoeditado, 2014) de los madrileños Espiritusanto.
¿Cómo se deconstruye al oyente? ¿Cómo se le reduce a lágrimas? «La singular cabronada de tu escapismo ilustrado / que asombra a propios y extraños menos al abandonado«. Con frases así se presenta “La Escapada”, grabando a fuego la incómoda verdad en la consciencia de quien escucha. Clásico instantáneo del pop en español de este siglo (no exagero: oigan la mentada maravilla y siéntanse obligados a darme la razón y las gracias), “La Escapada” expande el dominio de la épica melódica y lírica que Espiritusanto insinuaban en “Nadar a Crol”, dentro de su EP homónimo de debut publicado en 2012. Las voces de Andrés Federico y Reyes García se van replicando entre sí, tejiendo un entramado de melancolía y creando un efecto seductor a partir del pequeño drama irresoluble narrado. La erótica de la tristeza endógena, que diríamos.
Y si bien es verdad que, por todo lo explicado, “La Escapada” me parece la pieza fundamental del disco y el himno necesario antes mencionado, los cinco temas que la acompañan no le andan en exceso a la zaga. Así, “La Hambre” abre el disco oscura y magnética, con poderosa línea de bajo, percusión marcial y patada al mesenterio (“coge esa rabia y sumérgela / sumérgela”) que transmuta en una coda explosiva y vigorosa. Por su parte, “El Eternauta” cierra el disco engalanada en vaporosidad, mientras que “Cobra que Cobra” y “Viernes Ficticio, Sábado Aparente, Domingo Inexistente” sitúan a Espiritusanto cercanos a unos Klaus & Kinski en estas dolorosas crónicas generacionales que van del envite críptico al hiperrealismo: el fin de semana convertido en una discreta catástrofe vital.
Pequeña maravilla, milagrito esencial, paso de gigante. Todo eso es “El Fondo del Aire es Rojo”, la continuación del minúsculo y también imprescindible EP “Femenino / Masculino” (autoeditado, 2013), una obra que no solo certifica una vez más el talento de Espiritusanto a la hora de componer pop del que de verdad afecta, sino que, en el apartado lírico, les habilita la capacidad de mirar por encima del hombro a coetáneos y predecesores con total justicia.
Intensitos somos más y, sobre todo y sin dudarlo, mejores.