Puente aéreo: Mexico DF y Barcelona. Dos hermanas: Priscilla y Patricia Pérez Salem. Una idea: crear una marca de joyería única que les sirviera a sus creadoras como catalizador de su mundo más íntimo, plagado de cuentos, fábulas y una mitología muy personal que bebe y se alimenta de la tradición mexicana. Resultado: L´Impératrice, la firma de joya de autor de la que todo el mundo está hablando, que todas las chicas quieren llevar y que todo fashion victim debería incluir en uno de sus outfits, porque esta firma con un pie al otro lado del Atlántico y el otro en la ciudad Condal ha desembarcado en nuestro país como un auténtico huracán. Todo el mundo está loco por sus piezas… ¿Qué tendrá L´Impératrice?
Para empezar, estamos hablando de un proyecto pequeño y totalmente artesanal: Patricia y Priscilla dan vida a sus joyas desde el principio (una historia, un cuento, un sueño compartido), están con ellas durante todo el proceso (cada pieza es realizada a mano por ellas en su taller), las cuidan cuando las preparan para que alguien sea su dueño (el packaging es tan mimado como el proceso mismo de fabricación) y las venden en su propia página web. L´Impératrice es rica en sus creaciones, pero totalmente familiar en su proceso de creación; y, con esto, hacerse con alguna de las piezas de su catálogo es poseer una joya de verdad cuyo valor radica en toda la parte sentimental que hay detrás de ella. Un trozo de vida, un cuento que pasa de unas hermanas a manos de quien la compra.
Pero esta pequeña firma no estaría armando el revuelo que está armando si no fuera atractiva y deseable. Los cuentos de las hermanas Pérez Salem dan lugar a líneas en las que el cruce de culturas es evidente (el imaginario mexicano y la funcionalidad europea), el intercambio de ingenio también (Patricia es arquitecta y Priscilla tiene un Máster en Comunicación) y, por supuesto, la capacidad de aprehender lo que pasa por su imaginación, lo que ven a su alrededor, la tradición que les rodea y plasmarlo en collares y brazaletes que destilan magia. No en vano sus colecciones tienen nombres tan sugerentes como «Love You to Death«, «Warrior«, «King of Hearts«… La muerte, el amor, el sol, la luna, las estrellas, ménades y tritones, la creatividad de esta firma no tiene límites; la imaginación de sus creadoras, parece que tampoco. Suyo es el futuro, porque consiguen sacarnos del sopor y del aburrimiento de la linealidad de las cosas hechas con el piloto automático y la bisutería de cadena de montaje. L´Impératrice ha conseguido llenar nuestros joyeros de magia. Sólo por eso merece toda la fama que está ganando… y reinar el mundo.