Es nuestro momento favorito del año: por fin podemos hablaros de los 15 hombretones que, a nuestro entender, lo han petado durante el 2016.
Sería absurdo que intentáramos ocultar que las listas de los hombres y las mujeres que han partido la pana cada año nos chiflan. Y nos chiflan porque, después de tanto pajillerismo esnobista intentando acotar los mejores discos, las mejores pelis, los mejores libros, lo mejor de lo mejor, pues siempre viene bien un chutazo de mamarrachería pura y dura… Y ese chutazo siempre nos llega con estas listas, que son algo así como el desengrasante al empacho del resto de listas.
También podríamos intentar encontrarle un sentido a la lista de los 15 hombretones de bien que vais a leer a continuación… Pero pasamos. Porque, al fin y al cabo, aquí cada uno es de su padre y de su madre: hay artistas, cantantes, diseñadores de moda, personajes de videojuego, actores, políticos, escritores y gente que no sabemos muy bien por qué, pero que han conseguido que no dejemos de hablar de ellos en todo el año. Nada tienen que ver los unos con los otros, pero son los 15 hombres que lo han petado en este año 2016. Y ya.
15. LIN-MANUEL MIRANDA. Lo de Lin-Manuel Miranda es, básicamente, de no creérselo. A ver, vamos allá: tiene ese pelo de mierda que se deja en media melena (e incluso a veces peor: ¡en una cola de rata!) y con las entradas regresivas más impactantes desde los buenos tiempos del amigo Nic Cage; tiene unas ojeras que le confieren una pinta perpetua de que le faltan tres horas de sueño al día; tiene un color de piel que hace que no sepas si es hispano o hindú o qué es, y que encima te dé palo preguntar para que no te tachen de racista… Y ahora viene lo peor: Lin-Manuel Miranda es de no creérselo porque, en un mundo en el que los raperos negros siempre se han burlado de los blanquitos que lo han intentado con su arte, este hombre decidió hacer un musical de los de Broadway en torno a uno de los padres fundadores de la nación yanki pero no cantado como en «Los Miserables«, no, sino rapeado. Sólo había dos opciones: que muriera lapidado o que triunfara. Y, mira, así son los americanos: el chaval lo ha petado e incluso ha lanzado un disco, «Hamilton Mixtapes«, en el que artistas de todo pelaje, desde Sia a The Roots, han versionado las canciones de su musical. ¿Qué es lo próximo? ¿Que GQ lo distinga como el hombre más sexy del año? ¿En serio? [Raül De Tena]
14. LAGARDER ACTIVISTA. Lagarder, increíble Lagarder, ¡nadie como él! Si eres usuario habitual de Twitter, es posible que este hombre se haya convertido en tu personaje favorito de la red, sea cual sea tu ideología política. Desde su bio, retahíla que parece un homenaje a aquel señor que afirmaba ser testigo de Jehová, del Opus Dei, mujer, abogado, culturista y embarazado, al característico uso del hipérbaton en sus proclamas (recordamos su clásico “¡Peligro social son el hambre y la miseria!”), Lagarder nos ha conquistado a todos con su defensa de las causas justas. Él ha llevado al mundo de la protesta sociopolítica la ubicuidad del Mocito Feliz y ha hecho suya de forma muy particular la máxima de “si ya saben cómo me pongo, para qué me invitan”. Solo que a él no le invitan; él se presenta. Y bien que hace. Lagarder Danciu, si nos lees desde donde quiera que estés, que sepas que Fantastic está a topísimo contigo. La lucha sigue. Retroceder nunca, rendirse jamás. [David Martínez de la Haza]
13. WILL TOLEDO. Con sólo 24 años, Will Toledo (cuidado con añadir una ‘y’ final a su nombre y confundirse de personaje…) ha reunido méritos suficientes para ser considerado el nuevo héroe del indie-rock norteamericano al frente de Car Seat Headrest. A golpe de canciones compuestas en el asiento trasero de su coche y de discos autoeditados y publicados en Bandcamp (hasta doce) desde 2010, fue dando forma a un estilo que mezcla picor juvenil en el fondo y arrebatos guitarreros en la forma sin alejarse de los cánones impuestos por grupos referenciales como Pavement o Yo La Tengo ni de las coordenadas del post-grunge y el power-pop. Gracias a su creciente fama en los foros alternativos virtuales, Will Toledo fue adquiriendo con el paso de los años un estatus de figura de culto para las nuevas generaciones indie-rockeras anglosajonas que cruzó los límites de la red cuando Car Seat Headrest dio su salto al sello Matador en 2015. Bajo su paraguas, Toledo entregó su primer álbum con vitola de oficial, “Teens Of Style” (Matador, 2015); y, hace unos meses, “Teens Of Denial” (Matador, 2016), cuyo poderoso contenido expandió la popularidad de Car Seat Headrest ya asentados como grupo a todos los efectos y elevó a Will Toledo como valioso y certero compositor rock con un presente espléndido y un futuro todavía más brillante. [Jose A. Martínez]
12. GABRIEL RUFIÁN. En esta nuestra España polarizada que se agita por la izquierda, la derecha y viceversa, Gabriel Rufián ya ha entrado en ese club a cuyos miembros se les aplica el manido ‘lo odias o lo amas’. Lógicamente, en función de la perspectiva de cada bando ideológico se le trata como un monigote charnego con ínfulas de independentista hipster o como irónico azote de la casta del estado, aunque su peculiar forma de moverse en las arenas movedizas de la política patria ha traspasado las paredes del Congreso. Con su perfil de vendedor del departamento de zapatería de El Corte Inglés, su tupé cada vez más jamesdeaniano y, sobre todo, su voz exasperadamente baja y parsimoniosa, se ha convertido en la mosca cojonera de Rajoy y sus compañeros peperos, de los derechizados socialistas e incluso de ilustres defensores de la nación española y mucho española contra el separatismo catalán como Arturo Pérez-Reverte. Rufiancito, le llama el escritor y periodista murciano; provocador, a secas, le espetan los diputados de las bancadas contrarias que reciben sus dardos envenenados que, dicho sea de paso, a veces producen grandes carcajadas. Pese a quien pese, Rufián se ha ganado a pulso ser una de las revelaciones de la política nacional en 2016. [Jose A. Martínez]
11. JAMES RHODES. Cualquier hombre se hubiera distinguido como hombre del año tan sólo con haber pegado un pelotazo con un libro como «Instrumental«, en el que James Rhodes explica cómo fue violado en su más tierna infancia, cómo eso le provocó múltiples secuelas (físicas y psíquicas) en su edad adulta, cómo le convirtió en un ser que no valoraba su propia vida y cómo acabó dándole sentido de nuevo al volcarse en su pasión por la música clásica. Cualquier hombre se hubiera distinguido como hombre del año tan sólo con haber conseguido revolucionar un mundo tan anquilosado como el de la música clásica gracias a unos shows lejanos a los recitales clásicos y en los que lo importante es la interacción con el público y el carácter lúdico de todo el tinglado. Cualquier hombre se hubiera distinguido como hombre del año tan sólo con haberse marcado alguna de las actuaciones tremendas que Rhodes ha ofrecido en nuestro país en este año 2016… Pues bien, James no ha hecho sólo una de estas cosas, sino que las ha hecho todas. Y por eso está en esta lista. [Raül De Tena]
[/nextpage][nextpage title=»Del 10 al 6″ ]10. AZIZ ANSARI. Si hay algo con lo que las listas de final de año son especialmente crueles es con el mes de enero, ese eterno olvidado a la hora de hacer el pertinente repaso anual. Pues bien, en enero es cuando muchos de nosotros, merced a cierto merecidísimo buzz, vimos “Master of None”, la serie creada y protagonizada por Aziz Ansari y estrenada por Netflix apenas dos meses antes. Desde ese momento, el suelo por el que pisa Ansari es venerado por muchos de nosotros. Y es que Ansari se convertía entonces en el prohombre del siglo XXI: en sus treinta y tantos, escasamente atractivo aunque con algún inesperado golpe de fortuna hookeadora y con un humor capaz de generar tanta jocosidad como rechazo. Un fiel reflejo de nuestra propia esencia, realmente. Por eso Aziz Ansari está en esta lista. Porque él es el mesías de los que con tan escasos mimbres intentamos construir día a día una vida que, echando la vista atrás, al menos parezca que ha valido la pena. Hail Aziz! [David Martínez de la Haza]
9. MAC MILLER. Mac Miller es un rapero americano que, pese a haber nacido en 1992, ya tiene a sus espaldas un total de cuatro discos (uno de ellos en directo). Mac Miller es un rapero que tiene que cargar con la jodidísima cruz de ser blanco en un mundo en el que ser blanco no está precisamente bien visto porque no hay nada más vergonzoso que un blanquito que va de niggah y pone poses absurdas. Mac Miller ha lanzado un disco en este mismo año 2016 que, bajo el título de «The Divine Femenine«, ha demostrado que incluso un blanquito puede hacerlo bien en esto del hip-hop (y no como Eminem, qué puto hartazgo de señora, en serio, que se retire)… Pero, ¿sabéis qué pasa? Que todo eso da igual porque Mac Miller es el novio de Ariana Grande y, de hecho, casi todo el mundo ha empezado a conocerle por eso. A ver, que tampoco es que se escondan: ambos saben que hacen una pareja maravillosa (el rapero tatíusadísimo y la lolita con cola de caballo), y lo explotan en momentos maravillosos como cuando en Halloween se disfrazaron de Pikachu (él) y de Evee (ella) para una sesión de fotos de Instagram en la que Evee acababa matando a Pikachu a base de mordiscos (con bien de sangre). La gran pregunta es: ¿seguiremos adorando a Mac Miller cuando Ariana le deje? Ni idea. Por ahora, disfrutemos sus 15 minutos de fama. [Raül De Tena]
8. MICHAEL PHELPS. Cuando Michel Phelps aún se encontraba en edad escolar, una maestra le dijo a su madre que el chico no llegaría a nada(r) en la vida… Medalla de oro para la señora. En aquella época, Phelps ya se pasaba horas y horas en la piscina, así que estaba claro que algo bueno tendría que conseguir después de estar tanto tiempo en remojo. Como mínimo, convertirse en el primer ser humano anfibio. Al final, no le salieron branquias, pero su forma de moverse como pez en el agua (ahí va el chistaco…) le permitió erigirse como el mejor nadador de la historia -sus detractores dirán que ayudado por sus orejas de soplillo- con el récord de 28 medallas olímpicas, seis de ellas obtenidas en los pasados Juegos de Río de Janeiro, donde fue una de las estrellas. Aunque, si Phelps no hubiese prosperado en la piscina, siempre habría podido probar en el mundo de la comedia cinematográfica como actor con aspecto de universitario fiestero (de hecho, en su día lo pillaron fumando marihuana o conduciendo bajo los efectos del alcohol); en el mundillo musical como rapero con cara de mala hostia, la misma que le puso en Río a su rival Chad Le Clos; o en el negocio de los muebles como molde para fabricar armarios empotrados utilizando su anchísima espalda. Quién sabe, quizá se atreva a hacer algunas de esas cosas tras anunciar oficial y definitivamente su retirada de la competición. [Jose A. Martínez]
7. ZAYN. No voy a negarlo: al principio, Zayn me caía como el puto culo. De verdad, no le soportaba, con sus putos tatuajes en las manos y su puto pelo decolorado como si no lo hubiéramos llevado así en el 97 y sus putos ojos de Bambi y su puta barba de tres días ultra calculada y su puta relación también hiper-calculada con Gigi Hadid y sus putas canciones de mierda que no hacían más que copiar desacaradmente el rollito nu-r&b de última ola… Como para que Zayn no me cayera mal. Pero entonces no sé qué es lo que ocurrió exactamente, pero poco a poco empezó a caerme un poquito mejor. A ver, que tiene un par de temas que tampoco es que me hagan vomitar. A ver, que lo suyo con Gigi a lo mejor no es tan de postín y no hacen tan mala pareja. A ver, que de repente su aspecto cada vez es menos prefabricado, se va soltando e incluso tiene los santos cojones de plantarse en la MET Gala con dos brazos de metal. A ver, que al final no va a ser tan mal chaval. A ver, que todos sabemos que los mayores amores siempre han nacido del odio puro y duro. [Raül De Tena]
6. BERNIE SANDERS. Partamos de la base de que en la estructura política estadounidense dominada por los dos grandes partidos tradicionales, el Demócrata y el Republicano, la balanza entre izquierda y derecha se inclina siempre hacia la segunda (pese a determinados esfuerzos de Obama). Aunque puede aparecer alguna esperanzadora excepción. En la carrera de los candidatos demócratas hacia las últimas elecciones presidenciales emergió la figura de Bernie Sanders para recordar que, impulsado por su espíritu independiente, las formas de afrontar los problemas y de interpretar la cuestión política de su país pueden enfocarse desde conceptos de izquierda sin que llegue el Apocalipsis. Pero, claro, para muchos de sus compatriotas ese tipo de pensamiento pertenece a sus históricos enemigos socialistas / comunistas. Vamos, que el pobre Sanders lo llevaba crudo para vencer a su rival más cercana, Hillary Clinton, cuyo equipo no dudó en recurrir a alguna que otra artimaña para apartarlo de su vista y tener el camino expedito hacia la Casa Blanca. Pero nadie contaba, primero, con la victoria de Donald Trump entre los candidatos republicanos; y, luego, con su triunfo en las elecciones frente a Clinton. Entonces llegaron los madremías y surgió la gran pregunta: ¿qué hubiera pasado si hubiera sido Sanders su contrincante? Quizá habría sido posible ver cómo se hundía el tarado anaranjado y, a pesar del rígido y lobbista funcionamiento del sistema yanqui, cómo cambiaba la cara de Estados Unidos. [Jose A. Martínez]
[/nextpage][nextpage title=»Del 5 al 1″ ]5. PIKACHU. Uno podría pensar que el hombre más influyente de 2016 es un personaje de maneras extrañas y piel naranja llamado Donald Trump. Make no mistake: el ¿hombre? más influyente de 2016 es un personaje de formas extrañas y piel amarilla llamado Pikachu. Él y el resto de Pokémon nos han tenido dando vueltas por rincones de la ciudad que hasta ahora ni conocíamos, nos han provocado envidiar a críos de 10 años que habían atrapado al Dragonite que a nosotros se nos escapó y nos han hecho aparcar Tinder e Instagram en nuestros trayectos en bus y dejar de lanzar fichas para empezar lanzar bolas de color rojo a los bichos que aparecían por sorpresa en nuestra pantalla. El repunte de la fiebre Pokémon empezó a remitir hace un par de meses pero, de ahora en adelante, cada vez que volvamos a ver al entrañable Pikachu, al esquivo Charmander o al simpático Squirtle, recordaremos para siempre con ternura las agujetas que nos proporcionó ir en su busca y captura. [David Martínez de la Haza]
4. DEMNA GVASALIA. Parece que la cosa empieza a estar clara, ¿no? Hace tiempo que vivimos en la era de los diseñadores de moda estrella. Después de Alexander Wang, Riccardo Tisci, Olivier Rousteing, Alessandro Michele… ¿Cuál sería el próximo? Vale, que sí, que ya vemos bastante clarito que el 2017 va a ser el año de Gosha Rubchinskiy, pero no adelantemos acontecimientos y celebremos que, al fin y al cabo, 2016 ha sido el año de Demna Gvasalia. Después de haber pasado por santas casas como las de Maison Martin Margiela o Louis Vuitton, en 2016 Gvasalia por fin lo ha petado a base de bien en dos frentes muy diferentes. Por un lado, con su propia marca, Vetements, que se ha convertido en sinónimo de burrada tras burrada, de lucha absoluta contra la ponibilidad, de mangas maximalistas, de preponderancia del chandaleo y de todo eso que han copiado el resto de marcas del mundo (y Kanye). Por otro lado, el diseñador ha sabido aplicar los preceptos de Vetements al frente de la dirección creativa de Balenciaga. Y todo ello permitiéndose momentos de pura maravilla como cuando le dijo a la prensa que él ni puto loco pagaba los precios prohibitivos de Vetements. Genio y figura, tete. [Raül De Tena]
3. DANNY L HARLE. Cuando le ves con sus gafitas redondas, con esa sonrisa que le da una perenne expresión de circunstancia, abrazando perretes y gatetes varios en Instagram, o bailando to jápi en su Jungle Survival Dj Challenge -buscadlo en YouTube, que la sesionaza que se marca el chavea no tiene desperdicio alguno-, Danny L. Harle parece más un tipo salido de “Freeks and Geeks” que uno de los productores del momento. Sin embargo y pese a esa cara de no haber roto un plato en su vida, el londinense lleva partiendo año tras año el panorama musical en un ascenso sin freno. En 2013 fue el single de “Broken Flowers”. En 2014, el “In My Dreams”. En 2015, el mejor EP del año pasado, “Broken Flowers EP”. En 2016, siendo lo que nos ha llevado a incluirle finalmente este año en ésta nuestra lista, the ultimate collabo, la collabo de las collabo, the collaboest: el temazo “Super Natural”, con nada más y nada menos que Carly Rae Jepsen. El resultado es la canción de pop comercial perfecta, algo en lo que ambos son profesionales: pegadiza, bailable, dreamy y melancólica justo antes de romper en el estribillo de levantar brazos al aire. Y, lo que es más importante, sin intención alguna de distanciamiento irónico. Harle no es un graduado en música clásica y compositor de música electrónica estirado y elitista, sino un tipo talentoso que coge lo que sea que le guste, sea pop comercial o jungle o lo que sea, y lo lleva a su terreno con maestría. [Patri di Filippo]
2. JAMES CORDEN. Ay, chati, que me dices ahora que te chifla James Corden, ¿no? Que me comentas que te mondas con su Carpool Karaokes y esas cosas, ¿verdad? Que me das la chapa con lo bien que viste el James pese a estar gordito, ¿sí? Pues mira, chiqui, me estás tocando los cojones, porque lo de James Corden se veía venir hace mucho pero que mucho tiempo y han tenido que alinearse los planetas para que sea El Año de los Gordos para que vengas a narrarme todas tus gilipolleces. Y que conste que digo lo de El Año de los Gordos con el mentón bien alto por ser yo uno de esos gordos que hemos visto cómo, de repente, el plus size y esas cosas se ponían de nuestra parte… ¡Pero no! Que lo que quiero decir es que a James Corden había que seguirlo cuando lo petó en UK con la serie «Gavin & Stacey» (allá por el año 2008), que había que adorarlo cuando dio el gran salto a EEUU para presentar su propio late show y que hay que seguir amándolo ahora por ser uno de los tipos con mayor carisma en la televisión (y también un poquito por tener el sello de aprobación de Anna Wintour, para qué vamos a negarlo). [Raül De Tena]
1. C. TANGANA. C. Tangana es el chico del año básicamente porque cada vez que leo, escribo o digo su nombre no puedo evitar que en mi cabeza resuene, perfectamente entonado, el “¿Dónde están mis alas? Es C. Tangana / ¿y mis alas? C. Tangana, C. Tangana” de “Wings”… Y seguro que no soy la única a la que le pasa. El caso es que este tema gracias al que el nombre de Puchito se me ha encallado perennemente en la cabeza es de 2011, lo que significa que lo he ignorado durante cuatro años sin problema. Pero este año Tangana ha reventado de tal manera el panorama musical que ha conseguido que hasta una canción que pasó sin pena ni gloria en su día (al menos para los no iniciados en la materia, entre los que me incluyo) ahora forme una asociación indestructible con su nombre.
Sea como sea, y reduciendo su influencia a este año 2016, ¿hay alguien que no haya escuchado “100k pasos”? Tan popular como preciosidad de tema. ¿Y alguien que no se haya enterado del beef con Los Chicos del Maíz? En lo que a mi respecta, a estos últimos los tenía olvidadísima hasta que en mayo sacaron “Los Pollos Hermanos”, en el que arremataban contra el pijerío del madrileño y hasta Pablo Iglesias entraba, redes sociales mediante, al trap-o (perdón, ha sido inevitable). Y, bueno, ya hemos defendido a capa y espada que los dos temas de Puchito con Rosalía son de las mejores canciones del año. Por cierto, la canción de Los Chicos del Maíz la partió en su día (y lo dice alguien a quien los beefs le dan igual y no juzga de parte), pero ha envejecido fatal. La “10/50” de C. Tangana, sin embargo, ahí sigue, fresca como el primer día. [Patri di Filippo]
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