Los modelos desfilando con una reproducción de su propia cabeza debajo del brazo en la última colección de Gucci… ¿Gilipollez o maravilla? Aquí te damos nuestra humilde opinión.
Gucci anunció a bombo y platillo que haría un live streaming para retransmitir mundialmente la presentación de su nueva colección «Pluriverse» y, evidentemente, Internet se puso inmediatamente del palo «you better work, bitch«. No era para menos: empieza a existir la sensación generalizada de que Alessandro Michele se está empezando a subir a la parra de forma un poco excesiva con su fascinante mezcla de autocomplacencia y genialidad. Así que estaba claro que, si desde Gucci le daban tanto bombo y platillo a su nueva colección, al final todos nosotros le pediríamos a la firma que estuviera a la altura de las expectativas que ella misma había alimentado tan salvajemente.
«Pluriverse» no defraudó. Para bien o para mal, eso depende de a quien preguntes… Lo que resulta totalmente incontestable es que Michele puso sobre la pasarela un monto total de más de 90 looks, lo que viene a ser una burrada realmente extrema en una industria de la moda en la que la cantidad de outfits suele oscilar entre 30 y (estirando mucho la manga) 50. ¿Más es más? Aquí es donde se abre el debate.
Habrá quien diga que «Pluriverse» está repleto de ideas realmente subyugantes como el uso despendolado del logo de los New York Yankees, los tules creando una segunda capa sobre alguas prendas, los aires balcánicos, el abrumador uso de las capas sobre capas sin ningún tipo de voluntad de matching y, sobre todo, el gozoso quirkyness como difuminador de la frontera entre hombre y mujer… Pero también habrá quien diga que nos encontramos ante un cajón de sastre y no una colección, ya que resulta francamente difícil casar algunas de estas propuestas sobre la misma pasarela.
Y luego están, claro, los efectos especiales, que es de lo que está hablado todo el mundo: varios modelos desfilaron con réplicas de sus propias cabezas bajo el brazo, otros llevaban animales exóticos y una modelo incluso paseó a una cría de dragón… Todo ello por cortesía de la empresa romana Makinarium. Así que la gente se ha empezado a preguntar: ¿era esto necesario o es otra fardada más de Michele al frente de Gucci? Pues aquí sí que no admitimos duda alguna: esta decisión de borrar los límites de la realidad y la fantasía es una maravilla que viene a reforzar el imaginario de las últimas temporadas de Gucci.
Las últimas campañas de la firma, repletas de seres sci-fi setenteros y robots y monstruos, hicieron que muchos dijeran «pues muy bien como mundo de fantasía, pero esto no tiene nada que ver con el mundo real«. Y, al final, ¡anda que no tenía que ver con el mundo real! ¿Lo próximo para los Gucci-fans va a ser pasear por el mundo con un tercer ojo en la frente? [Más información en la web de Gucci]