Gucci acaba de presentar su primera colección desde la partida de Alessandro Michele… Y spoiler alert: su apuesta por el minimalismo no funciona.
No hace ni dos meses que Alessandro Michele abandonó la dirección creativa de Gucci (según dicen las malas lenguas, por las malas). Pero el calendario del mundo de la moda es sagrado y, obviamente, la firma tenía que seguir adelante… Lo que absolutamente nadie esperaba, sin embargo, es que seguir adelante significase presentar una colección que, directamente, parece querer borrar cualquier tipo de recuerdo de la Era Michele.
El pasado viernes 13 de enero, Gucci presentaba en la Milan Fashion Week su colección de hombre para la próxima temporada de otoño / invierno 23-24. Lo primero que sorprendía era el escenario: un teatro que albergó un desfile circular que giraba en torno a un espacio central en el que una banda de rock (Ceramic Dog, la banda de Marc Ribot) parecía empeñada en hacer cada vez más ruido. Nada menos Alessandro Michele en el mundo. Y si solo fuera eso…
Pero es que ya desde el primer look quedaba claro que Gucci no se anda con chiquitas: camiseta básica blanca, pantalón sastrero, maxi-bolso zapatos. A partir de ahí, la apuesta por el minimalismo aparecía como medida extrema para alejarse del maximalismo quirky de Michele. Lo que ocurre es que, en moda, no basta con ir hacia la esquina contraria del ring: hay que presentar una propuesta solvente con personalidad propia. Y esto de la personalidad es lo que le falla a esta nueva colección.
Imposible no pensar en Jacquemus al ver los lilas pastel, en Balenciaga al ver la sastrería masculina deconstruida, en Gaultier al ver la raya marinera, en Saint Laurent al ver las cazadoras de cuero con borreguito, en la nueva Celine al ver los básicos rockers, en Prada al ver los monos en colores flúor o incluso en Dominnico al ver el rollo motomami aplicado al hombre. También abundaron las meta-referencias a la propia Gucci, con prendas rescatadas de directores creativos pasados como Tom Ford.
¿Quiere decir esto que la colección es un horror? Ni mucho menos. La nueva colección de Gucci incluye ideas interesantes (como la aplicación del punto inherente al balletcore en un contexto macho)… pero ninguna de ellas puede alardear de wow factor. Dicen desde la marca que el rollo circular es un símbolo de «la rueda colaborativa de la comunidad creativa en el corazón de Gucci«. Pero, sinceramente, lo mejor que se puede desear aquí y ahora es que alguien coja el timón y defina una identidad nueva para la firma.
Más información en la web de Gucci.