Vosotros no lo sabéis, pero en la redacción de Fantastic Plastic Mag tenemos una construcción arquitectónica de la que estamos la mar de orgullososo: el HAMORómetro. Nos sirve para definir la cantidad de sentimiento que nos producen los artistas y gentuza en general que van pasando por nuestros posts. Hasta hace escasas horas lo copaban HAIM, Erlend Øye y todas esas personas que protagonizan nuestra reciente selección de Canciones del Verano 2013. Pero ha venido Grimes con su Boiler Room en casa de Richie Hawtin y se los ha cargado a todos, poniéndose arriba del todo, siendo presa y objeto de todo nuestro cariño. Nosotros siempre hemos sido fans de Claire Boucher (pese a esa afición a ir como una espantaja ciberpunk que tiene), pero lo del viernes pasado lo supera todo.
Todo el mundo sabe lo que es una Boiler Room, ¿no? Sesiones de musica electrónica chachilonga y superentendidaosea en sitios raros que se stremea en directo para gozo / envidia de los que no pueden estar. La idea es hacer una sesión guay con la que la gente pueda darle al dj una palmadita en el hombro y decirle «jo tio, qué guay eres y qué guay me siento yo también por formar parte de esto«. El epítome del hipsterío, vamos. Pues bien, la canadiense se plantó en Casa Hawtin con sus mejores ganas y desplegó una formidable batería de hits que incluían canciones de Nicky Minaj, Taylor Swift, The Ramones, Skrillex el «Were Going to Ibiza» de Venga Boys y «All I Want For Christmas Is You» de Mariah Carey. Ahí, con to su coño.
¿Qué ha pasado? Que la gente, que no tiene humor ni ganas de vivir, se lo ha tomado fatal y la han acusado públicamente vía Twitter y otras redes sociales de trolear la (santa) Boiler Room. Grimes lleva desde el sábado con cara de no entender nada y jura y perjura que no, que aquello no era troleo, que era en serio. Y no sabemos si, dadas las circunstancias, eso es peor. Nosotros votamos a favor de Grimes y de que suenen Venga Boys en una Boiler Room. Y a todos esos aburridos que la critican sólo queremos recordarles que la primera vez que Girl Talk pinchó a Madonna en un garito casi lo sacan a palos del sitio. Grimes, pionera as usual.