¿Quiénes han sido los mejores vestidos en la alfombra roja de los Golden Globes 2016? ¿Y quién iba hecho un cuadro de esos que hacen sangrar tus ojos?
A la prensa se nos han agotado las excusas para hablar de la alfombra roja de los Golden Globes como la versión informal de la de los Oscars: este año se ha confirmado finalmente la tendencia pujante que ya se había intuido en ediciones anteriores hacia una mayor elegancia y etiqueta. Así que ya sabéis: si leéis a algún otro periodista utilizando este cliché, sentiros libres de recurrir a la lapidación inmediata sin sentir ningún tipo de cargo de conciencia. Y gritadle que vais de mi parte.
De hecho, tendremos que afirmar aquí y ahora algo mucho más absoluto: el nivel de la alfombra roja de los Golden Globes cada vez se acerca más y más a la de los Oscars. Paulatinamente, se van abandonando los semi-desnudos y lo chabacano entre ellas, mientras que ellos también recurren a una mayor elegancia y no se permiten aparecer hechos un cuadro. Siempre hay excepciones, claro. Pero es que en los Oscars también hay excepciones y, para qué vamos a negarlo, al final son un poco la sal de la vida: lo que nos da vidilla a la hora de hacer leña del árbol caído.
Así que vayamos por partes: en esta ocasión, dividimos la alfombra roja de los Golden Globes en cuatro apartados: las mejor vestidas, las peor vestidas, los mejor vestidos y los peor vestidos. ¿No os parece interesante que, por vez primera, los hombres hayan tenido suficiente presencia como para equipararse con las mujeres?
LAS MEJOR VESTIDAS. Que la alfombra roja de los Golden Globes se esté sofisticando no significa que no se pueda enseñar carne y, como suele ocurrir cuando juntas en un mismo espacio a todo un conjunto de mujeronas que compiten por acaparar la atención de las cámaras, enseñar un poquito más de la cuenta puede convertirse en una práctica más que deseable. Las que se han llevado el gato al agua en esta edición han sido, sin lugar a dudas, Brie Larson (con un espectacular Calvin Klein dorado), Alicia Vikander (resalzando su espectacular espalda con un escultural Louis Vuitton), Kirsten Dunst (premio al mejor escote gracias a su Valentino), Olivia Wilde (Michael Kors) y Jamie Alexander (haciendo brillar su estampado de Genny).
No parece casual, por otro lado, que las dos protagonistas de «Carol» han optado por los flecos en versiones muy diferentes: Cate Blanchett con un Givenchy de inspiración años 20 en rosa palo y Rooney Mara en un Alexander McQueen en tono nude que hizo pensar en una versión de pasarela de Grimes. Tampoco habrá que pasar por alto los looks princesiles de Amy Schumer (Prabal Gurung) y Gina Rodriguez (Zac Posen), o el brillante uso del azul despampanante tanto por parte de Julianne Moore (Tom Ford) como de Bryce Dallas Howard (Jenny Packhman).
Y, para acabar, las que simple y llanamente hicieron desfilar su eterno buen gusto: Olivia Palermo (Delpozo), Jennifer Lawrence (Dior), Jada Pinkett-Smith (Atelier Versace) e incluso dos sorpresas mayúsculas como Jane Fonda (dignificando un vestido de Hedi Slimane para Yves Saint Laurent que podría haber sido un absoluto desastre en cualquier otra del montón) y Lady Gaga (con un Versace que aplaca los excesos del pasado de la artista pero se permite ligeras excentricidades como la cintura de avispa o las caderas maximizadas).
LAS PEOR VESTIDAS. De la misma forma que Tolstói afirmaba que todas las familias felices se parecen y que son las tristes las que se diferencian, podríamos decir que las distinciones de tendencias pueden hacerse exclusivamente entre las mejores vestidas de la alfombra roja, mientras que las peores vestidas son todas igual: un puto horror. Resulta imposible determinar si una de ellas es peor que las otras: cuando caen por debajo de cierta línea del buen gusto, todas son la misma mierda.
El look disco-baratuno de Kate Hudson (Michael Kors), el putiferio de Katy Perry (Prada), Emilia Clarke llevando hasta la alfombra roja su rollo de Madre de los Dragones, el inexplicable aburrimiento del vestido de Amy Adams (Versace), el habitual exceso de Jennifer López (Giambattista Valli), la bata-manta de Jamie Lee Curtis, la no forma de Eva Green, el Expediente X de Eva Longoria, la horridez años 20 de Maggie Gyllenhaal (Marc Jacobs), la bolsa de basura de Melissa McCarthy, Natalie Dormer tirándose piedras sobre su propio tejado, la pesadilla de Swarovski‘s de Viola Davis (Marchesa), el «demasiada actitud para tan poco vestido» de Taraji P. Henson (Stella McCartney), el rollo armadura dorada de Regina King, el empeño de Felicity Huffman por eliminar las curvas de su figura, el sangrado ocular que provoca Michaela Watkins… ¿Cuál vulnera tu sensibilidad de forma más violenta?
[/nextpage][nextpage title=»ACTORES» ]LOS MEJOR VESTIDOS. Los actores de la alfombra roja de los Golden Globes 2016 no sólo han destacado por estar buenorros y lucir bien al ladito de los vestidos de diseñadores reputados de sus compañeras de reparto. No. En esta ocasión, incluso podríamos afirmar que han habido tendencias dentro de los modelazos que algunos de ellos se han atrevido a lucir. Bueno, tampoco nos vengamos arriba… Ha habido una única tendencia, pero ha sido bastante interesante. Me refiero a la tendencia de darle un poco de color a los trajes masculinos a través de estampados de diverso pelaje, ya sean a la forma habitual de prints elegantes como el de Aziz Ansari o arriesgados pero acertados como el de David Oyelowo. Y si de riesgo hablamos, ¿cómo tildar las maravillosas sneakers de Jason Sudeikis?
Sea como sea, tampoco sobre-intelectualicemos (ni sobre-estilicemos) la alfombra roja masculina de los Golden Globes, porque aquí lo que queremos ver es el brillo absoluto de maromazos como Michael Fassbender, Gerard Butler, Jon Hamm, Leonardo DiCaprio, Oscar Isaac o Marc Ruffalo. Y lo sabes.
LOS PEOR VESTIDOS. ¿Cómo encarar los hombretones peor vestidos de los Golden Globes 2015 sin ser sensacionalistas? Es que, básicamente, no se puede. Así que vamos allá: lo de Quentin Tarantino es lo más similar a tu tío el borracho en la cena de Noche Buena; se agradece la intención de Eddie Redmayne, pero se le olvidó conjuntar el estampado de la chaqueta con un pantalón a juego; Sam Smith es el epítome del aburrimiento estético; lo jodido de Alan Cumming no es que vaya hecho un cuadro, sino que se encanta a sí mismo; y Wiz Khalifa… Joder. Lo de Wiz Khalifa es que es ANOTHER LEVEL.
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